Читать книгу La conquista de Rosas - Gerardo Bartolomé - Страница 18

Diana a las cinco y media, formación y lo demás establecido. El sargento mayor don Francisco Iturbe marchó en vanguardia conduciendo comunicaciones de S.S. para el Mayor General. Este día se supo en el cuartel general la noticia del desgraciado suceso de la posta de Laufquen monocó.

Por haberse traspapelado un apunte de las ocurrencias del día trece, dejó de ponerse la llegada al cuartel general desde Patagones del naturalista, señor Carlos Darwin, quien presentó al señor general el correspondiente pasaporte del Comandante Político y Militar de aquel punto y la nota del señor Ministro de Guerra. El señor Darwin siguió su marcha el dieciséis, con las recomendaciones necesarias para que fuese atendido en el tránsito con los auxilios que pidiere.

Relación de los cristianos salvados del cautiverio por la División Izquierda

Mariana Ortega. Porteña de Chascomús, de cuarenta y dos años, casada con Agustín Marin, tiene tres hijos en su pago. Ha estado entre los indios catorce años desde que la cautivaron en la estancia de Marcos Marque, costa del Salado.

Juan Isidro, cinco años. Nada más dice. Ya no habla el castellano.

Juan. Chileno de la frontera. Hijo de Manuel y de Juliana. Nada más sabe.

Andrea Flona. Mendocina. Hija de Andrés y de Juliana, de ocho años. Ha estado entre los indios más de cinco años. Nada más habla.

Tomasa Sosa. Puntana del Trapichi; de diecisiete años, soltera. Hija de Juan de la Cruz y María Inés Molina. Hace cuatro años que la cautivaron en su pago.

Dolores Badillo. Chilena de Chillán, veinte años, soltera. Hace trece años que la cautivaron.

Pancho. Porteño del Pergamino, catorce años. No se acuerda el nombre de sus padres ni el tiempo que hace que lo cautivaron. No habla más castellano que su nombre.

Paula Salinas. Porteña de Leones, trece años. Hija de Luis y de Josefa. Hace nueve años que la cautivaron en su misma casa junto con sus hermanos María, Justa y Julián; habiendo fugado este último de entre los indios al poco tiempo.

Manuela. Chilena de la frontera, edad cincuenta años. Hace catorce años que la cautivaron los indios quienes, a su vista, mataron a su marido.

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