Читать книгу Principios prácticos de medicina paliativa y del dolor - Guillermo Eduardo Aréchiga Ornelas - Страница 21

Una nueva propuesta de atención de cuidados paliativos

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El desarrollo de los CP ha sido lento pero progresivo, con el respaldo legislativo correspondiente (Herrera, 2019). Los esfuerzos han sido grandes pero por pocas personas, sobre todo del área médica, por medio de diversas modalidades, como módulos de CP intrahospitalarios, consulta externa, clínicas del dolor, hospital de día, control domiciliario y asistencia telefónica, donde se proporciona un servicio sobre todo para el control sintomático, con límites para una atención integral (Navarro y Tarditi, 2016).

En modelos de atención de CP se han abordado las áreas físicas, espirituales, psicológicas y sociales, pero no en su conjunto. En estos puntos es necesario unificar con la atención médica-física para la disminución de síntomas como el dolor, en equilibrio con las demás esferas mencionadas, lo cual beneficiará a disminuir la depresión, ansiedad y aumentar el alivio, no sólo del dolor, sino del sufrimiento, el bienestar y la calidad de vida de la persona. De la misma manera, se coincide con la urgencia de la sistematización de CP, así como una legislación de políticas para lograrlo. Al integrar las áreas biopsicosociales y espirituales inherentes de todo ser humano, se podrían obtener resultados contundentes en la atención de CP.

Los postulados que serán las bases del enfoque de este proyecto de intervención son los clásicos de Cecily Saunders, por su orientación holística en el tratamiento del “dolor global”: físico, social, psicológico y espiritual. También se tomará en cuenta, específicamente, el proceso del enfermo terminal, establecido por Elizabeth Kübler-Ross, enmarcado por las diversas etapas de negación, ira, depresión, negociación, aceptación y esperanza. Por último, todo estará regido bajo los modelos que se adecuan a la resolución del problema: la atención integral, la atención centrada en la persona y atención gerontológica centrada en la persona, ya que abarca las dos teorías clásicas anteriores, con un desarrollo actualizado en la forma de intervenir con las personas desde una perspectiva gerontológica y, en específico, con las que viven una enfermedad crónico-degenerativa en cualquiera de sus fases, otorgándole el bienestar, disminución del dolor y calidad de vida acorde a sus necesidades y prioridades. Todo con el propósito de que tengan una vida digna hasta el último suspiro.

En este caso, se propone un nuevo modelo, dentro del margen de modelos de atención en CP: un “modelo integral gerontológico de CP centrado en la persona”, con el fin de dar una alternativa innovadora de atención de calidad, fuera de lo que se da en un ambiente hospitalario con la atención tradicional y en condiciones inadecuadas para sobrellevar la enfermedad o padecimiento que vive la persona y su familia. Este modelo integra una fresca renovación de ver la enfermedad, la vida y la muerte como un proceso natural del ser humano, como en la antigüedad se vivía. Es traer a la actualidad fundamentos de los inicios de la medicina, de la filosofía de la vida y de la simpleza de la esencia del ser humano, la cual ha sido olvidada y sustituida por la sistematización de la salud y la tecnología, que, sin duda, ha favorecido la esperanza de vida, pero no la calidad y su verdadero significado.

Traer todo esto al esquema actual de la sociedad es fundamental, así como centrarse en el ser humano y no en la enfermedad. El beneficio será para la persona con la presencia de un diagnóstico, su familia y el equipo interdisciplinario que otorga el cuidado con atención profesional, para vivir dignamente cada uno de sus días hasta el momento de morir.

Lo que se propone es un modelo de atención integral de CP para adultos mayores con enfermedad crónico-degenerativa y presencia de dolor, desarrollado por un equipo multidisciplinario de calidad y profesionalismo, con múltiples áreas de atención en salud que trabajen en conjunto, de forma interdisciplinaria, regido por herramientas y técnicas tradicionales y actuales, unificadas de forma creativa, innovadora y centradas en las necesidades y los deseos de la persona. La atención es personalizada y única para cada persona y su familia, de manera que se integren las áreas biopsicosociales y espirituales, que componen al ser humano.

El enfoque de este modelo surge desde el mismo significado de paliar, que proviene del latín palliare, que significa tapar, y a su vez deriva de pallium, manto o prenda de vestir exterior. Es así como, en medicina, se refiere a cubrir, mitigar, suavizar y atenuar las penas y síntomas con tratamientos específicos (Navarro y Tarditi, 2016). En estos términos, el modelo de atención tiene la finalidad de proteger a la persona por medio de cuidados especiales.

Otro de los beneficios es ser un modelo gerontológico, ya que estudia el paso del tiempo de la persona respecto al envejecimiento de manera holística. Es similar la forma en que se fusiona a la atención de CP. Da la atención a la persona de acuerdo con el transcurso del tiempo de su enfermedad, que puede ser desde un primer diagnóstico, como cuidado complementario al tratamiento curativo y hasta el cuidado paliativo al final de la vida. La enfermedad es un suceso que se añade al ciclo de la vida de la persona con sus respectivas adaptaciones en todas las áreas: físico, psicológico, social, espiritual, laboral, económico y legal. Es imprescindible que cuide cada una de ellas, ya que cumplen una función particular y única, y desatender una traería como consecuencia un desequilibrio en la persona, preocupación, miedo o inseguridad, y esto perjudicaría una adherencia al tratamiento curativo o al control de síntomas, que pondría en juego la calidad de vida y el bienestar de la persona.

Cabe mencionar que el modelo de atención integral gerontológico no sólo tiene impacto positivo en la vida de las personas mayores y sus familias, también los beneficiados son el equipo interdisciplinario, ya que al cuidar de ellos a nivel personal y profesional desarrollan la mayor sensibilidad ante la vida, capacidad de sobrellevar situaciones inesperadas y estresantes y determinación en las decisiones difíciles, por lo tanto son más fuertes emocional y mentalmente.

El fin es llegar a tener un bienestar físico, mental, social, emocional, a pesar de la enfermedad física, a partir un primer diagnóstico. Se requiere volver a lo simple, a conectar con la persona que quizá esta sin esperanza, a interesarse por sus necesidades, sus miedos y su historia. La enfermedad no es limitante para vivir, si no se ha limitado o enfermado el alma, la mente o el espíritu. Si ya se contaminaron todas estas áreas que componen al ser humano, con el cuidado especial y único para la persona se hará todo lo necesario para otorgar bienestar y un cuidado paliativo de calidad, ya sea para sanar de la enfermedad, aprender a vivir con ella con aceptación o permitir el curso natural de la enfermedad de los últimos días hasta morir con tranquilidad, porque este es un derecho y una virtud de todo ser humano.

Principios prácticos de medicina paliativa y del dolor

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