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Hacia una historia del cine peruano Introducción
ОглавлениеNo se puede escribir una historia del cine peruano porque hasta el momento no se ha realizado una investigación completa sobre la materia. Salvo artículos periodísticos muy incompletos y aislados, prácticamente no se ha escrito nada sobre el particular. En el tomo X de la Historia de la República del Perú, Jorge Basadre incluye datos muy valiosos sobre los primeros años del cine en el país. Por lo demás y hasta donde sabemos, solo el artículo “Panorama del cine peruano”, de Enrique Pinilla, publicado en 1969 en la revista Cultura y Pueblo, de la Casa de la Cultura, consigna un ordenamiento cronológico que resultó de gran utilidad para una primera elaboración de este texto que, con el mismo título, apareció en la revista Hablemos de Cine, nro. 50-51, en 1970.
El presente trabajo aspira, en su carácter provisional, a señalar la exigencia de un estudio más profundo sobre la historia del cine peruano, aun cuando este no haya alcanzado en el pasado una presencia realmente significativa en la vida del país, pues la producción ha tenido una escasa y accidentada existencia. Con un mercado local pequeñísimo (aproximadamente 300 salas de 35 milímetros, desde hace muchos años), copado por las grandes empresas de distribución internacional, muy poco se ha podido hacer para establecer una producción más o menos estable. A la insuficiencia del mercado interno se ha sumado la barrera hasta ahora infranqueable de la distribución “extramuros”, sin ninguna posibilidad de competir, además, con los “hermanos mayores” del cine de habla castellana, México, Argentina y España. Por eso la historia del cine peruano se asemeja mucho a la de tantos otros países latinoamericanos: esfuerzos aislados llenos de buena voluntad cuando no vulgar aventurerismo, espontaneísmo pionero cuando no mero afán de lucro. Sin apoyo legal, sin un respaldo financiero, sin exigencia crítica, el poco cine que se ha hecho ha deambulado abruptamente ante el público espectador habituado al cine extranjero de procedencia estadounidense en su mayoría.
Hay que señalar, también, que este trabajo constituye el capítulo dedicado al Perú del libro Les cinemas de l’Amerique Latine, que, coordinado por el francés Guy Hennebelle y por el boliviano Alfonso Gumucio Dagron, debe aparecer en edición francesa y española. Como, salvo esta introducción, no se modifica en nada el original, el lector peruano sabrá pasar por alto algunas referencias contextuales que resultan superfluas para nosotros.
Por último, y además de recalcar que es esta la primera aproximación crítico-informativa sobre el tema, hay que agradecer los datos que en entrevistas y diálogos nos han ofrecido Manuel Trullen, Eduardo Tellería, José Dapello y Manuel Chambi.