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CAPÍTULO I Del signo al discurso
ОглавлениеDel signo al discurso / Resumen
La historia de las teorías de la significación se presenta en general como una historia de las teorías del signo. Desde fines del siglo XIX, con Peirce, y a inicios del siglo XX, con Saussure, una nueva disciplina se instala en este campo de investigaciones, la semiótica, que se encarga de hacer la tipología de los signos y de los sis temas de signos. Sin embargo, actualmente, esta disciplina se orienta firmemente hacia una teoría del discurso y desplaza su interés hacia los conjuntos significantes.
Este capítulo se propone reexaminar las teorías del signo bajo esta nueva luz: ¿qué se puede conservar de la teoría de la significación en la perspectiva de una semiótica del discurso?, ¿qué pasa cuando se pone entre pa réntesis la cuestión de las unidades mínimas de la sig nificación y cuando se la reemplaza por la de los conjuntos significantes y la de los actos que producen los discur sos? Se percata uno, entonces, de que emergen la percepción y la sensibilidad.
1. Signo y significación
En la gran diversidad de concepciones del sentido, una constante al menos se perfila: casi siempre se distinguen la significación como producto, como relación con vencional ya estable, y la significación en acto, la sig nificación viviente, que parece siempre más difícil de apre hen der. No obstante, a pesar de la dificultad, es la se gunda perspectiva la que escogemos, puesto que el cam po de ejercicio empírico de la semiótica es el discurso y no el signo: la unidad de análisis es un texto —verbal o no verbal—.
Las teorías del signo, examinadas en esta perspectiva, hacen aparecer cuatro propiedades principales de la significación. De Saussure, mantendremos solamente, de una parte, la coexistencia de dos "mundos", el mundo interior de los significados y el mundo exterior de los significantes, y, de otra parte, la definición de la significación como sistema de valores. De Peirce, de otro la do, conservaremos sobre todo la preeminencia del interpretante, es decir, del punto de vista que orienta la mi ra sobre el sentido, y la importancia del fundamento, que impone los límites de un dominio de pertinencia a la captación de la significación.
2. Percepción y significación
Los dos planos del lenguaje reemplazan ahora a las dos caras del signo: cualesquiera que sean los nombres que les demos, los dos planos del lenguaje son deslindados por un cuerpo percibiente que toma posición como frontera entre lo que corresponde al orden de la expresión (el mundo exterior) y lo que corresponde al orden del contenido (el mundo interior). Es este cuerpo el que reúne esos dos planos en un mismo lenguaje.
Lo sensible y lo inteligible están ineluctablemente ligados en el acto que reúne los dos planos del lenguaje. La semiótica del discurso, tal como las ciencias cognitivas, no puede ignorar más esta interacción de lo sensible y de lo inteligible. En efecto, la formación de categorías y la significación en acto están sometidas al régimen de lo sensible: la semántica del prototipo nos enseña, entre otras cosas, que puede haber muchos "estilos" de categorización y trataremos de mostrar que la dis tinción entre esos diferentes estilos reposa en el peso que le otorgan, respectivamente, a lo sensible y a lo inteligible.
Del signo al discurso