Читать книгу El Mulato Plácido o El Poeta Mártir - Joaquin Lemoine - Страница 3

INTRODUCCION.

Оглавление

Índice

Es imposible que un corazon jóven deje de amar la libertad bajo todas sus formas. Por eso amamos nosotros la causa santa de la independencia de las repúblicas de América.

Pero debemos confesar, en obsequio de la verdad, que entre el pabellon de las banderas americanas que simbolizan la libertad i la nacionalidad de esas repúblicas, ninguna ha despertado mas nuestro interés, desde que éramos niños, que la bandera cubana, por lo mismo que la hemos visto, con tristeza, flamear en manos de una nacion cautiva, que lucha heróica por romper sus cadenas.

Hé aquí por qué, en una ocasion solemne deciamos, entre otras cosas, lo siguiente:

"Miembros de la misma familia que la nuestra, los bizarros hermanos de Plácido, tienen las mismas propensiones i el mismo derecho al desarrollo de la libertad; i si causas estrañas les han impedido asistir al próspero festin del progreso político, la lójica de la fraternidad nos obliga a reservarles su asiento, o mas bien, a contribuir para que lleguen a él. La independencia i el dogma de la soberanía popular, bases de la teoría social de todos los estados americanos, no puede ursurpársele a la isla batalladora de Cuba, sin herir su conciencia íntima i seguir un rumbo contrario a la corriente incontrastable del progreso humano."

"Sin embargo, el atrasado espíritu del español moderno, que parece haber heredado todos los vicios sin poseer las virtudes del antiguo i caballeresco hidalgo, se empeña en consumar en aras de la civilizacion, el menguado sacrificio de la perla de las Antillas, agraviando a la faz de la América, la humanidad entera."

"La revolucion de Cuba es una sombria trajedia que se desenvuelve ante la fria espectacion de un mundo estóico, i en la que, mientras el bravo isleño cruza su espada con el enemigo i quema sus cartuchos en el mas completo aislamiento, el gabinete de Washington, de lo alto de la Casa-Blanca, i los pueblos vecinos desde el fondo del golfo de Méjico, contemplan impasibles ese siniestro espectáculo, como si se tratase de las cambiantes luces de los fuegos de Bengala, al mismo tiempo que las diferentes secciones del continente de Bolívar i San Martin, miran a la isla que está jugando sus destinos, con la serenidad del que divisa una roca atlántica batida por la tempestad!.."

"Ahora bien, hubo en esa trajedia sombria, de que acabamos de hablar, un personaje que descollaba, en la escena, llevando en su corazon el ardiente sol los de trópicos; un personaje que hasta ahora se le contempla aun al través de la distancia, i envuelto por las brumas del tiempo que pasó. I se le contempla erguida la cabeza, de pié sobre aquella roca batida por la tempestad, llevando en los piés las cadenas del esclavo, en la mano la lira del poeta i en la frente la guirnalda del héroe. Ese hombre, es el mulato Plácido o el poeta mártir!"

Su tipo, desde luego, es un tipo raro.—Su vida, de suyo, es una romántica leyenda. Nosotros hemos rastreado la huella luminosa de esa vida para hacer de Plácido el protagonista del romance que hoi ofrecemos al público, no sin pedirle nuestros perdones, i reclamar su induljencia.

El Mulato Plácido o El Poeta Mártir

Подняться наверх