Читать книгу Curso de Filosofía del Derecho. Tomo I - José Joaquín Ugarte Godoy - Страница 31

LA METAFÍSICA O FILOSOFÍA PRIMERA

245.- Hemos dicho que la metafísica o filosofía primera es la ciencia que estudia el ente en cuanto ente, o, si se prefiere, los seres todos en cuanto existentes. Suele decirse que trata del ser en cuanto ser; en esta frase, la palabra “ser” está tomada la primera vez como substantivo —igual que cuando se dice que un hombre es un ser— y la segunda, como denotando el acto de existir o ser.

246.- El existir es algo de suyo inmaterial, porque puede realizarse tanto en la materia como fuera de ella; así se desprende del hecho de que existan seres materiales y seres inmateriales, como el alma humana y los espíritus en general. Sin embargo, el metafísico no estudia directamente seres inmateriales, porque los únicos que directamente conocemos son los seres materiales y finitos. El metafísico estudia seres materiales desmaterializados por la luz de la abstracción.

247.- La abstracción metafísica prescinde no solo de la materia individuante, como toda ciencia no puede menos de hacerlo —ya que no hay ideas de lo singular o concreto—, sino también de la propia forma substancial, es decir, de ese principio perfectivo que determina qué es lo que es cada cosa; porque a la metafísica no le interesa lo que las cosas sean, sino el hecho de que sean o existan. Por tanto, la abstracción metafísica se queda con el ser de las cosas, y deja la materia individuante y la forma substancial. La abstracción que se limita a prescindir de la materia individual y toma la forma substancial se llama “de primer grado”; y es la del común de las ciencias; la que prescindiendo de la materia individual toma la cantidad, es la llamada de “segundo grado”, y es propia de las matemáticas; y la que aparta la materia primera individuante y aun la forma substancial para quedarse con el ser, es la abstracción de tercer grado o abstracción metafísica.

Al dejar de lado la forma substancial y tomar el ser, la metafísica se queda con lo más fundamental que hay en los entes, que es su existir, pues, evidentemente, más importante que qué sea un ser, lo que depende de su forma, es el hecho de que sea o exista, ya que primero es ser, y después es ser esto o aquello.

248.- Como señaláramos en la introducción de este curso, la metafísica consta de tres partes, a saber: la ontología (tratado del ente, en griego), que estudia el ser en cuanto ser por sus principios o causas intrínsecos; la teología natural —llamada así para distinguirla de la Teología revelada o Sagrada Teología—, que estudia el ser del ente finito por sus causas o principios extrínsecos: la causa eficiente primera, Dios, y la causa final última, Dios; y la gnoseología, que estudia la cognoscibilidad del ente o el ente en cuanto cognoscible.

249.- El nombre de esta ciencia es, en realidad, el de filosofía primera. La voz “metafísica” viene del griego y literalmente significa “más allá” o “después de” la física, y se habría aplicado a la denominación de la filosofía primera por hallarse los libros que sobre ella escribió Aristóteles, y que componen el tratado que ahora se llama “Metafísica”, a continuación de los libros de física en la ordenación que del opus aristotélico hizo Andrónico de Rodas.¹

¹ Andrónico de Rodas (siglo I a.C.), discípulo de la escuela aristotélica y luego jefe del Liceo, enseñó en Roma. Junto con Tyranion de Amisos formó una edición de las obras de Aristóteles. Parece ser que en su labor ordenadora reunió en tratados unitarios obras y estudios concernientes a unos mismos temas (física, metafísica, etc.) (Fraile, Historia de la Filosofía, 1965, Biblioteca de Autores Cristianos, 2ª. ed., Madrid, t. 1, pág. 648).