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SEGUNDA REVELACIÓN

Lo que llamaremos generación mesoamericana del tercer milenio debe entenderse muy aparte de las tradicionales formas genéticas, ya sean de sangre o de suelo.

Se aplica a los herederos de los pueblos antenevados (de antes de la gran helada universal), llegados del Himalaya, y anuncia la Nueva Edad dirigida por los herederos espirituales de aquellos antechamanes.

Aquí se está explicando que todo ser tiene «una animación» o «humor», mejor conocido como «halo» y también como «aura».

Durante su vida, esa «animación» = «tunal» se queda en el ambiente.

Donde estemos en este momento puede haber pasado, por el mismo espacio, un mastodonte, o un tigre, o una águila, o un zopilote.

El chamán aprende a visualizar espiritualmente estas «animaciones» = «tunales» que se han quedado en el plano espiritual, paralelo a nuestra vida orgánica.

Y mi Carmencita nos lo explica así:

El ser humano común —como usted y yo—, si no es que padece de daltonismo, puede captar estos colores del arcoíris de manera natural.

Arriba del color violeta —sin embargo— hay tonalidades ultravioletas, y abajo del color rojo hay tonalidades infrarrojas en la escala cromática.

Algunos animales pueden captar el color ultravioleta y otros pueden captar los infrarrojos.

Esto no es posible para el ojo humano común, aunque el chamán, una vez en estado de trance o de éxtasis, ha de aprender a captar esas tonalidades que dejan percibir la huella de «las animaciones tunales».

En materia de salud —tanto física como mental—, el cuerpo del paciente desprende tonalidades infrarrojas y ultravioletas que el chamán puede vislumbrar durante su estado de trance o de éxtasis, y ha de servirle para formular los diagnósticos.

La burbuja étnica que se quedó en el actual territorio mesoamericano (los primeros chamanes originales), optó por memorizar los textos traídos desde el Himalaya, y una reducción de su esencia literaria es lo que consta en este rescate que conocemos como Popol Vuh.

La percepción esotérica del mundo quedó explicada como un territorio plano de cuatro lados para exponer, de modo tan sencillo como fuera posible, los cuatro límites del plano existencial comunes del ser humano, a manera de metáfora de los confines del poder espiritual de todo chamán, como queriendo decir que hay potestades divinas mucho más allá de esos cuatro lados, las cuales pueden ser contactadas por el chamán en estado de trance o de éxtasis, para servir de médium espiritual al ser humano común —como usted y yo—.

Termina esta segunda revelación reiterando que son el aire, el oxígeno, la respiración, los sinónimos de la vida que ha sido introducida por su formador y criador y su madre y su padre por virtud de la palabra.

Este mismo aire, oxígeno o respiración es, además de iniciador de la vida en el planeta (paridor de la vida), el guardián de la paz de todos los seres que respiran (estado de sosiego) y que hablan.

Este mismo aire, oxígeno o respiración también es equivalente a la transparencia de la relación de los hijos para con sus mayores, extendiendo la imagen de paternidad/maternidad a todos los mayores (reverencia a los ancianos que respiran o hablan con dificultad).

La respiración y la palabra son responsables de la captación estética de las manifestaciones de toda la naturaleza. (Quedarse pasmado de emoción ante la belleza de un amanecer o atardecer tropical —por ejemplo— y exclamar un «ah» o un «oh» para expresarlo).


Revelaciones del Popol Vuh

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