Читать книгу Revelaciones del Popol Vuh - José Napoleón Mariona - Страница 20
ОглавлениеCAPÍTULO 7
Y después discurrieron los animales del monte, guardianos suyos de los montes todos, sus criaturas del monte: el venado, el pájaro, el león, el tigre, la culebra, la vívora, el cantil, guardas de los mecates, y dijo el criador, ¿si solo ha de estar en silencio, o han de estar en suspensión debajo de los palos y mecates? Y solo ha de estar bueno, el que haya quien los guarde; dijeron que lo consultaron y parlaron, y luego fueron producidos venados y pájaros, y entonces les repartieron sus casas a los venados, y a los pájaros; tú, venado, en los caminos del agua, y en las barrancas dormiréis, aquí estarás en la paja y en las yerbas, y en cuatro pies te pararás; les fue dicho que se les afirme su morada, a los grandes y pequeños pájaros.
Y vosotros pájaros, sobre los palos y mecates haréis casas y habitación, y allí multiplicaréis, os sacudiréis sobre las ramas de los palos y mecates, les fue dicho a los venados y pájaros qie hicieron sus obras.
Todos tomaron sus dormitorios y sus habitaciones; y así se les dio la tierra por casa, por el criador, y ya estando acabados todos los venados y pájaros.
Entonces se les dijo otra vez por el criador y formador a los venados y a las aves:
hablad, gritad, no hagáis «yol, yol»: no gritéis, hablad cada uno en su especie en cada diferencia.
Se les fue dicho a los venados y pájaros, a los leones, tigres y culebras: decid nuestro nombre, alabadnos, decid que somos vuestras madres y vuestros padres, HURACÁN, CHIPACACULHA, RAXACACULHA, UGUXCAH, UGUXLEU, FORMADORES, CRIADORES, MADRES Y PADRES; hablad, invocadnos, saludadnos, se les fue dicho.
Y no pudieron hablar como los hombres, sino que chillaron, cacarearon y gritaron, diciendo «voh, voh»; no pareció su habla, sino que cada uno gritó y chilló diferentemente; y cuando los formadores oyeron que no hablaron, dijeron otra vez entre si: no se pudo acabar que dijesen nuestro nombre porque somos sus formadores, no está bien, dijeron entre si aquellos formadores, y se les fue dicho, seréis trocados porque no pudisteis hablar, y así mudamos nuestra palabra: vuestra comida, pasto y vuestro dormitorio y habitación serán las barrancas y montes, porque no acabasteis de saludarnos, no nos invoquéis.
Todavía hay quien nos, invoque, haremos otra vez quien nos obedezca, tomad este oficio; vuestra carne será mascada, y de eso serviréis; se les fue dicho, que se les notificó a todos los animales chicos y grandes que hay sobre la tierra.
Y entonces quisieron probar su día y quisieron reprobar otra vez, y quisieron juntar otra vez su salutación, y ya no se entendieron su habla entre si mismos, de ninguna suerte sea justo, ni se pudo hacer, y así fueron ultrajadas y desechadas sus carnes, tributaron, fueron comidos y muertos todos los animales que hay aquí sobre la tierra.
Y así probaron otra vez otras criaturas por el criador, y pruébese otra vez, ya se acercó la sembradura y amanecimiento, hagamos sustentador nuestro y mantenedor nuestro, como seremos invocados y que se acuerden de nosotros sobre la tierra; ya probamos nuestras primeras hechuras y formaduras, y no se pudo componer que nos alabasen, y nos aclararan, y así probemos su ser hecho u obedecer sustentado nuestro, dijeron que fue formado y hecho la tierra.