Читать книгу Revelaciones del Popol Vuh - José Napoleón Mariona - Страница 26
ОглавлениеNOVENA REVELACIÓN
Este trozo del POPOL VUH quiere decir que existe, por virtud del fluido espiritual universal, una relación vital entre el ser humano con todas las demás criaturas (animales y plantas), y también con las cosas inanimadas.
Mi Carmencita me enseñó que este trozo del POPOL VUH eleva el principio moral que tienen en común todas las creencias religiosas: «No hagas a otros lo que no quieras para ti».
Los chamanes le explicaron a ella, por ser principal dentro del sistema matriarcal que todavía subsiste en la etnia nonualca, que esta altísima norma moral fue acarreada por aquella burbuja social compuesta por los sabios antechamanes que vinieron desde Eurasia a través del estrecho de Behring acompañando a las hordas que huían del frío y que, siguiendo a las manadas de animales que los sustentaban, llegaron al doble continente americano, habiéndose detenido solo ellos —los antechamanes— en lo que ahora se reconoce como Mesoamérica.
El fluido espiritual universal le concede vida a las cosas inanimadas, y por eso el ser humano les debe el mismo respeto que a los animales y plantas, y a los otros seres humanos por la razón de que todos —sin excepción— son producto elaborado por los dioses.
Para los mesoamericanos espirituales desde el siglo 21, mi Carmencita asigna las tareas siguientes para el resto del siglo:
•Que como aprestamiento frente a las consecuencias nefastas derivadas del presente y actual cambio climático, y con el propósito de preservar la raza humana que recuerde el contenido del POPOL VUH, se hagan esfuerzos de mitigación del impacto negativo del cambio climático por medio del favorecimiento de la producción local de la cerámica utilitaria, lo mismo que de la cestería y de los tejidos tradicionales a base de fibras naturales y colorantes naturales, promoviendo la substitución del plástico de manera consecuente.
•Dedicar más hectáreas de cultivo del henequén para criar la cochinilla y obtener el color rojo. Usarlo preferencialmente para tejidos y alimentos, y lo mismo vale para las plantas del achiote y para las plantas del índigo para el color azul.
Muy encarecidamente —por revelación en sueños que tuvo mi Carmencita— nos aconseja promover la plusvalía de todos los terrenos de cerros y volcanes de más de 900 metros de altura para aumentar en estas tierras casi baldías el cultivo de la zarzamora con la intención de explotar la artesanía de la seda, hasta lograr que Mesoamérica sea reconocida mundialmente como «La Meca de la seda».