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CAPÍTULO 12

Este VUCUB-CAQUIX tenía un palo o árbol de nances porque esta era solo su comida, todos los días se subía al árbol de nances a comer la fruta; esto habían visto HUN-AHPU y XBALANQUE que era su comida, y se pusieron en espía los dos muchachos debajo del árbol escondidos entre las hojas de la yerba, y entonces llegó VUCUBCAQUIX, y estando ya subido en el árbol, entonces HUNAHPU le tiró un bodacazo que fue derecho, y le dio en la quijada, y dando gritos cayó al suelo;

y luego que HUN-AHPU vio caído a VUCUB-CAQUIX fue a toda prisa, fue agachado a cogerlo, y entonces VUCUB-CAQUIX le cogió el brazo a HUN-AHPU, y se lo arrancó el brazo de la punta del hombro, y entonces HUN-AHPU saltó a VUCUB-CAQUIX y así quedaron bien los dos muchachos, porque no quedaron vencidos por VUCUB-CAQUIX y fuese a su casa llevando el braco de HUN-AHPU, e iba teniéndose las quijadas.

¿Qué le ha sucedido a usted?

Dijo CHIMALMAT a su marido VUCUBCAQUIX.

¿Qué ha de ser?

Que dos demonios me tiraron con cerbatana y me desquiciaron las quijadas, todos los dientes se me menean, y me duelen mucho; pero aquí traigo un brazo de uno de ellos, colgadlo al humo sobre el fuego, para que vengan por él los dos demonios, dijo el VUCUB-CAQUIX.

Y entonces colgó el brazo de HUN-AHPU y entonces HUN-AHPU y XBALANQUE consultaron qué debían hacer, y habiéndolo consultado, lo fueron a decir a un viejo que ya estaba con la cabeza blanca y a una vieja que de verdad era muy vieja, y tanta era la vejez de ambos que ya andaban corcobados;

el viejo se llamaba SAQUINIMAC, y la vieja se llamaba SAQUINIMA-TZITZ (un gran pizote blanco).

Y les dijeron los dos muchachos al viejo y la vieja:

acompañadnos para ir a traer nuestro brazo a casa de VUCUB-CAQUIX;

nosotros iremos detrás de vosotros, como que somos vuestros nietos, que se han muerto padre y madre, así preguntándoos, decir que andamos tras de vosotros y que pasáis sacar el gusano que se come las muelas y los dientes, y así como a muchachos nos verá VUCUB-CAQUIX, y nosotros te aconsejamos; esto dijeron los dos muchachos.

Está bien, dijeron los viejos; y entonces fueron a la esquina de la casa de VUCUBCAQUIX, el cual estaba recostado en su trono, y entonces pasaron los dos viejos, y los dos muchachos jugando detrás de ellos, y pasaron por debajo de la casa de VUCUBCAQUIX, y estaba gritando del dolor de la muela, y viéndolos VUCUBCAQUIX a los dos viejos y a los muchachos les preguntó:

¿De dónde venís abuelos?

Nosotros, Señor, andamos buscando nuestro remedio dijeron.

¿Cómo buscáis vuestro remedio, son hijos vuestros esos que os acompañan?

No, Señor, son nuestros nietos; sino que les tenemos lástima, Señor, de lo que hallamos les damos un pedazo de tortilla, dijeron los viejos.

Y en esto está el Señor muy malo de la muela, y que a pura fuerza hablaba; y os suplico que me tengáis lástima.

¿Qué es lo que hacéis, qué es lo que curáis? dijo el Señor.

Señor, lo que curamos nosotros, dijeron los viejos, es sacar el gusano de los dientes y muelas, y curamos los ojos, y también curamos quebraduras de huesos,

Está bien, y si así es verdad, curadme mis dientes, que estoy sin sosiego y no duermo, y también me duelen los ojos, porque esto tuvo principio de que dos demonios me dieron un bodacazo, y así no puedo comer; y así tenedme misericordia porque se me menean todos los dientes todos.

Está bien, Señor, gusano es el que le hace daño, sacaremos esos dientes y le pondremos otros en su lugar.

¿O quizás no será bueno eso?

Porque de esa suerte soy Señor, y con eso solo como con los dientes y con mis ojos.

Y dijeron ellos: pondremos otros en lugar de esos, pondremos hueso molido. Pero ese hueso molido solo era maíz blanco.

Está bien, dijo el Señor. Sacadlos ayudadlos.

Y entonces le sacaron los dientes a VUCUBCAQUIX, y solo maíz blanco fue lo que le pusieron en lugar de los dientes, y estaban relumbrando los maíces en su boca,

y luego se le cayó la cara, nunca más pareció Señor, y acabaron de sacarle todos sus dientes y le quedó la boca moreteada.

Y cuando le curaron los ojos a VUCUB-CAQUIX, le desollaron las niñas de los ojos, y le quitaron toda la plata y no lo sintió; y sacada quedó mirando, pero ya no era grande ni se ensoberbecía, y esto fue hecho por consejo de HUN-AHPU y de XBALANQUE, y se murió VUCUB-CAQUIX, y entonces tomó su brazo HUN-AHPU, y también murió CHIMALMAT, la mujer de VUCUB-CAQUIX, y así se perdió su riqueza de VUCUB-CAQUIX.

Y el médico tomó todas las piedras preciosas que le ensoberbecieron aquí en la tierra, y el viejo y la vieja, que lo hicieron, eran Dioses, y cuando tomaron su brazo, lo pusieron en su lugar, y se reunió y quedó bueno, y solo por la muerte de VUCUBCAQUIX quisieron hacerlo así, porque les pareció mal su soberbia; y después se fueron otra vez los dos muchachos, y esto fue hecho así, por mandado DEL CORAZÓN DEL CIELO.

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