Читать книгу Signos de una presencia - Josep F. Mària i Serrano - Страница 15
Оглавление13
LA BISABUELA
Joaquim, que es abuelo desde hace varios años, está escribiendo sus memorias. Pero antes de describir su propia vida –desde la infancia hasta el presente– ha decidido presentar la historia de sus antepasados. Y ha determinado empezar esta historia con su abuelo paterno. Y es que su abuelo Robert tuvo una infancia difícil, porque al nacer fue depositado por su madre biológica en el torno de un convento de monjas. Estas monjas le cuidaron hasta que se fue a vivir a una masía de mozo, y terminó regentando una taberna en Barcelona y haciendo suficiente dinero como para dar estudios a su hijo Jordi, que luego sería padre de Joaquim.
Lo que maravilla a Joaquim de esta excursión hacia el pasado es que, si su bisabuela hubiera decidido abortar cuando se dio cuenta de que llevaba un hijo no deseado –el abuelo Robert–, entonces Joaquim no sería quien es, y tampoco nadie de la familia que él ha tenido después sería quien es.
La historia de la bisabuela de Joaquim me hace pensar que cada persona es única, porque es el fruto de una combinación irrepetible de una cantidad difícilmente medible de decisiones tomadas por una cantidad, también difícilmente medible, de personas concretas. Porque la decisión de la bisabuela es muy importante, pero es solo una entre la multitud que posibilitó la vida única de su bisnieto Joaquim.
Si, además de las personas que han determinado nuestro código genético, extendemos esta excursión hacia el pasado a personas y grupos sociales que han definido el contexto cultural, social, político y económico en el que cada persona se ha desarrollado, entonces resulta que cada uno de nosotros es, en buena parte, fruto de un conjunto aún mayor de personas y decisiones del pasado. Por no hablar de la herencia geológica (historia del cosmos) y biológica (la evolución de las especies) que nos ha marcado.
Por tanto, no solo hacemos poesía cuando afirmamos que nuestras vidas son un don, un regalo que hemos recibido.
Y en este sentido, quienes reconocen la propia vida como regalo se sienten invitados a gestionar esta vida en sintonía con su origen: se sienten invitados a regalar la propia vida a los demás. De hecho, dice un adagio alemán: Jede Gabe ist eine Aufgabe, «Cada don es una tarea». El alemán tiene la particularidad de que «tarea» (die Aufgabe) deriva de «don» (die Gabe): es un don que se ofrece fuera (Auf).
Pero esta actitud fundamental de gratitud/don y ofrenda/tarea no sirve solo cuando reflexionamos sobre el origen de la vida: sirve también para cada momento de nuestra vida. En efecto, el adagio dice Jede Gabe: cada don. Y es que puedo reconocer cada momento del tiempo como el don/regalo único de una serie incontable de decisiones tomadas por una serie incontable de personas. Y, por tanto, soy invitado a la tarea de reconocer este momento en su unicidad; y a contribuir con mi unicidad al servicio de los demás.
* * *
El maestro dijo:
–Cuando el padre vive, hay que observar su voluntad; cuando el padre falta, hay que observar sus obras. Tres años sin cambiar en el camino paterno, esto se puede llamar piedad filial (CONFUCIO, Analectas I, 11).
Para el que cultiva el hábito de reverenciar constantemente a los parientes mayores y respetarlos, cuatro bendiciones van aumentando: edad, belleza, bendición y fuerza (Dhammapada 109).
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo lo que tengo y que poseo; Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo devuelvo; todo es vuestro. Disponed según vuestra entera voluntad; dadme vuestro amor y gracia, porque esta me basta (IGNACIO DE LOYOLA, Ejercicios espirituales 234).
* * *
• ¿En qué momento de la historia de tu familia una decisión ha sido crucial para configurar tu unicidad?
• ¿Qué momento de la historia reciente ha configurado de manera significativa el marco social en el que se está desarrollando tu vida?
• ¿Qué prácticas de «memoria agradecida» te pueden ayudar a reconocer cada momento como único y a hacer de tu presencia en él un regalo único a la comunidad?