Читать книгу Un abismo sin música ni luz - Juan Ignacio Colil Abricot - Страница 12
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Оглавление–¿Supongo que tiene algo importante que decirme?
–Tenía razón: los milicos algo saben.
–¿Qué averiguó?
–No mucho, por lo mismo creo que deberíamos seguir esa línea.
–Hable claro. No tengo ánimo para adivinanzas.
–Como suponíamos, a los milicos nadie los saca de su silencio. Dicen que nunca llegó esta joven a la fiesta. Las personas invitadas a la fiesta dicen lo mismo, pero se nota que saben más. No hablan mucho, en realidad no dicen nada. Sólo he logrado establecer que hubo una fiesta y, según ellos, la víctima nunca estuvo con ellos.
–¿Qué cresta está pasando?
–Puede que sea el peor escenario.
–¿Me llamó sólo para decirme una posibilidad?
–No, mi Prefecto. Hay algo más.
–Hable claro.
–Empadronamos el lugar del hallazgo del cuerpo. ¿Ubica Copiapó? En la ribera norte del río. No es difícil llegar hasta ahí.
–Evítese los comentarios y vaya al grano.
–Un vecino que vive a unos tres kilómetros del regimiento en dirección al río, vio pasar un auto a eso de las tres de la mañana de hace dos días.
–¿Qué cosa le parece rara?
–El vehículo pasó de vuelta quizás una media hora más tarde.
–¿Y?
–Hay un testimonio de una vecina del regimiento, que por esas cosas de la vida vio un vehículo oscuro salir del regimiento. La hora coincide.
–¿Es muy especial el vehículo?
–No, pero se ve raro.
–Investigue y llámeme si tiene algo concreto. Voy a ver cómo lo puedo ayudar desde acá. Sea cuidadoso, no queremos que todo se vaya a la mierda. Y no se entusiasme porque hasta el momento no tiene nada. Una vieja que ve un auto en la noche no es gran cosa. ¿Qué hay de la fiesta de los milicos?
–Nadie dice nada. Por lo que han expresados algunas invitadas, era una fiesta bastante fome y nadie recuerda haber visto a la víctima.
–¿Usted qué cree?
–Que están cagados de susto.
–Mientras usted no se cague está todo bien.
–¿Usted cree que sirva de algo?
–Manténgame informado.