Читать книгу Comprendiendo las parábolas de Jesús - Klyne Snodgrass - Страница 14
Distribución de las parábolas
ОглавлениеLas parábolas constituyen casi el treinta y cinco por ciento de las enseñanzas de Jesús en los Evangelios sinópticos. Si uno acepta la teoría de las cuatro fuentes del origen de los sinópticos, entonces en Marcos las parábolas constituyen casi el dieciséis por ciento, veintinueve por ciento de Q, cuarenta y tres por ciento de M, y cincuenta y dos por ciento de L. Hay poco consenso sobre el número de parábolas, y se estima que está entre treinta y siete y sesenta y cinco. La determinación depende cómo uno define el término “parábola”, con juicios sobre formas específicas y si las parábolas similares (como la de los talentos y la de los denarios) son una parábola o dos.106 Mi compilación incluye treinta y tres parábolas (y enumero separadamente la parábola de los talentos y la de los denarios, de igual modo hago con los convidados a la boda y la fiesta de bodas). Obviamente, hay otros dichos parabólicos y parábolas breves que decidí no tratar107 (como el deber del siervo en Lc 17.7-10), debido a que son muy obvias y en parte por el espacio.
En el sentido técnico no hay parábolas en el evangelio de Juan. Hay meshalim, como la puerta de las ovejas o el buen pastor, pero nada como las similitudes en los sinópticos, narrativas indirectas simples o de doble directa, parábolas jurídicas y parábolas interrogativas. Juan no emplea el término parabolē, pero sí paroimia, que a menudo se traduce como “proverbio” o “dicho oscuro”, en 10.6 y 16.25 (dos veces) y 29. Efectivamente, el término parabolē no se menciona en el NT fuera de los evangelios sinópticos, a excepción de Hebreos 9.9 y 11.19, donde denota “ilustración” y “figura”, respectivamente.
Hay, relativamente, pocas parábolas en Marcos. Él solamente registró cuatro parábolas narrativas, de las cuales las tres primeras concuerdan en una colección de parábolas en el capítulo 4; el sembrador, el crecimiento de la semilla (exclusivo de Marcos) y el grano de mostaza. Después en el capítulo 12 Marcos incluye la parábola de los labradores malvados. Algunos incluyen la parábola de los siervos vigilantes en 13.34-37 y la higuera en 13.28-29.
De las parábolas de Marcos, Mateo y Lucas incluyen la del sembrador, el grano de mostaza, los labradores malvados y la higuera. Mateo y Lucas también tienen pocas parábolas en común pero Marcos no las menciona. Mateo y Lucas refieren las parábolas de la levadura, la oveja perdida, el prudente y el insensato, el siervo fiel y el siervo malo, el ladrón y los niños en el mercado. Ambos incluyen también las parábolas del rechazo de las invitaciones al banquete y deadministradores de dinero, pero se debate si estos relatos son paralelos o son sencillamente historias similares.
Para el resto de las parábolas, diez son exclusivas de Mateo y dieciocho propias de Lucas. Aproximadamente dos tercios de las parábolas están en Lucas. Las parábolas en Mateo se presentan principalmente en los capítulos 13, 18, 20 al 22 y 24 al 25 y por orden de temas. La mayoría de las parábolas en Lucas se publican en los capítulos 10 al 20 y también están ordenadas por temas dentro de la narrativa del viaje. Se puede elaborar un buen caso de un arreglo de convergenciaen la narrativa del viaje en Lucas, y muchos aceptan que Lucas tenía una fuente de la parábola de la cual adaptó su material.108
El Evangelio de Tomás tiene paralelos de once de las parábolas sinópticas, nueve de los cuales no se disputan: el sembrador (logia 9), el grano de mostaza (logia 20), la cizaña (logia 57), el rico (logia 63), la gran cena (logia 64), los labradores malvados (logia 65), la perla (logia 76), la levadura (logia 96) y la oveja perdida (logia 107). El pescador sabio (logia 8) y el tesoro escondido (logia 109) probablemente sean paralelos a sus equivalentes sinópticas, pero divergen bastante que algunos las consideran como parábolas independientes y no conocidas previamente. La versión de estas once parábolas en el Evangelio de Tomás se da en la discusión de las parábolas individuales, y cada una será evaluada en el contexto apropiado. Además, el Evangelio de Tomás tiene tres parábolas previamente desconocidas: Los niños en el campo (logia 21a); Una mujer con un recipiente de alimento (logia 97); Y la prueba de un asesino (logia 98).109 Nótese que el Evangelio de Tomás 1 y 2 como el Apócrifo de Santiago 1.9—2.39 destaca la naturaleza secreta y esotérica del contenido de sus tratados. El Apócrifo de Santiago también revela dichos supuestamente del Cristo resucitado, menciona siete (o posiblemente seis) parábolas por nombre, probablemente todas conocidas por los evangelios sinópticos,110 y registra tres parábolas previamente desconocidas: la palma de dátiles (7.24-35), el grano de trigo (8.16-28), y la espiga de grano (12.22-30).111
Para toda determinación y propósito, la iglesia primitiva no contó parábolas, ni en los materiales canónicos ni en los primeros o posteriores escritos después del período apostólico. Las narraciones similares más cercanas a las parábolas son los tratados alegóricos del Pastor de Hermas, pero no son cercanas a las parábolas de Jesús, aunque ellas emplean el término parabolē y tienen similitudes casuales. Después de la resurrección de Jesús, el modo de las parábolas, que es un modo profético, parece haber caído en desuso a favor de formas más directas de proclamar el mensaje del Evangelio.