Читать книгу Comprendiendo las parábolas de Jesús - Klyne Snodgrass - Страница 22
Escritos judíos tardíos
ОглавлениеLos escritos judíos tardíos son materiales que datan de los siglos segundo y séptimo después de Cristo, o aún posteriores. Es posible que algún material de los escritos judíos tempranos encajen aquí, pero el enfoque en esta sección está en los escritos rabínicos.
Con las parábolas rabínicas de repente la discusión cambia. Aquí hay abundante material,82 y parte de ella es idéntica o muy similar a las parábolas de Jesús en cuanto a estructura, fórmulas de introducción,83 imágenes utilizadas (amos, siervos, y otros), argumentos, interpretaciones y fórmulas usadas como transición a las interpretaciones.84 Las semejanzas son tan fuertes que a menudo los eruditos suponen que Jesús empleó un inventario de parábolas rabínicas. Esto es posible, incluso probable, pero no se puede probar, porque no se sabe con certeza que existían estas parábolas rabínicas tardías antes del ministerio de Jesús. Además, la Mishná, el documento más antiguo entre los materiales rabínicos, no tiene ninguna parábola narrativa. Se debe tener sumo cuidado porque, aunque haya semejanzas, también habrá diferencias significativas entre las parábolas de Jesús y las de los rabinos, principalmente respecto a los motivos y la teología. Las parábolas rabínicas por lo general se proponen interpretar los textos de las Escrituras o los reglamentos halákicos a fin de aplicarlas a la vida cotidiana, mientras que las parábolas de Jesús explican o proclaman el Reino.85
R. M. Johnston sugiere que muchas de las parábolas de Jesús aparentan tener la intención de cambiar los valores convencionales, mientras que las parábolas rabínicas tenían la intención de reforzarlos, lo cual merece reflexión aunque sea cierto solo parcialmente, como el mismo Johnston reconoce.86 Las parábolas rabínicas con frecuencia no tienen el carácter profético de las parábolas del Antiguo Testamento o de las de Jesús, y son menos antagónicas. Independientemente de las diferencias, las semejanzas de las parábolas rabínicas a los dichos de Jesús excluye la idea de ignorar este material.
Debemos tratar una cuestión preliminar, la interrogante del idioma original de las parábolas rabínicas. David Flusser señala que las parábolas rabínicas por lo general provienen del judaísmo palestino, no de la diáspora babilónica, de la cual proviene el Talmud de Babilonia, y asegura que sólo hay parábolas en hebreo, no en arameo.87 Aunque un rabí hablara arameo, cambiaba al hebreo cuando decía una parábola. Flusser sabía que ocasionalmente encontramos expresiones y diálogos en arameo, pero consideraba que los marcos de las parábolas siempre estaban en hebreo. Por esto, expresa que también Jesús enseñó sus parábolas en hebreo.88 C. Thoma y S. Lauer tienen una perspectiva un tanto diferente. Ellos indican que, de las ciento treinta y tres parábolas en la Pesiqta de Raba Kahana, treinta y seis tienen frases o expresiones en arameo, principalmente en discursos o conversaciones, y que dos parábolas son casi completamente en arameo y otra en una serie de parábolas en arameo.89 Ellos sugieren que el arameo se emplea en discursos o conversaciones para que la parábola (o a veces, el nimshal, la explicación) sea en lenguaje popular, pero no reconocen todo el arameo al lenguaje popular. Sugieren que hubo un renacimiento hebreo alrededor del año 500 d.C. y que en ese tiempo las parábolas arameas volvieron al hebreo.90 Sin lugar a dudas, el debate sobre por qué las parábolas aparecen principalmente en hebreo continuará,91pero no creo que el idioma de las parábolas rabínicas nos dé alguna información de qué idioma Jesús enseñó sus parábolas. Para todos los efectos, la Palestina del primer siglo era trilingüe,92 y puede que Jesús haya enseñado en hebreo. Aun así, supongo que Jesús empleó más el arameo para enseñar y también relató sus parábolas en arameo.
Los siguientes capítulos proveen fuentes primarias de varios sectores que son paralelos y que arrojan luz sobre las parábolas de Jesús. Con frecuencia, esos paralelos vienen de las parábolas rabínicas. Algunas veces, una parábola judía es tan similar a una de Jesús que se sugiere una dependencia de la una sobre la otra. Sin embargo, no presento un material principal porque crea que haya dependencia en cualquier dirección o que exista alguna relación genética.93 Excepto por las Escrituras hebreas y algunos lugares donde una parábola de Jesús pueda aludir a un escrito judío, mi interés está en mostrar una forma de pensar y cómo funcionan las parábolas, y no en alguna teoría de dependencia. Además, lo tardío de algún material nos urge a usarlo con suma precaución. No se puede trazar una línea recta de una parábola rabínica específica, o de las parábolas rabínicas en general, hacia las parábolas de Jesús. Sin embargo, podemos aprender mucho de las parábolas rabínicas sobre las formas y funciones parabólicas, sobre el proceso del pensamiento analógico y sobre la cultura judía. Mayor atención a estas parábolas habrían prevenido las exageraciones que Jülicher y otros popularizaron. En este punto, se podría considerar una inmensa cantidad de material, pero sólo mencionaré el más importante y representativo, y se dará otro material relevante en la discusión de las parábolas individuales.
Hay que recordar que Aristóteles distinguió dos tipos de ejemplos (el histórico y el ficticio), el material rabínico usa dos tipos de pruebas: el ma‘aseh (precedente) y el mashal (analogía/parábola). Sin embargo, hay una gran diferencia entre la argumentación de Aristóteles y la de los rabinos, debido a la cosmovisión y lo que compete a ambos grupos. Uno puede estar tentado a considerar las llamadas “historias ejemplo” y similitudes/parábolas detrás del ma‘aseh y el mashal respectivamente, pero eso sería una equivocación. Existen semejanzas, pero con las llamadas “historias ejemplo”, mejor llamadas narrativas simples indirectas, Jesús no daba precedentes de la misma forma que los rabinos convenían para los dictámenes halákicos, y tampoco especulaba sobre sucesos históricos. Solo hay que verificar dónde se usa ma‘aseh para notar cuán diferentes son las historias de Jesús.94 Un discurso indirecto de Jesús respecto a un tema de interés no equivale a dar un precedente para una decisión rabínica.
Además, y de vital importancia, es reconocer que ma‘aseh y mashal tienen diferente significado en distintos documentos rabínicos. En un análisis detallado de parábolas y precedentes rabínicos, Jacob Neusner ha documentado el desarrollo de ambas palabras y ha mostrado que no podemos hablar genéricamente de parábolas rabínicas.95 El significado de mashal comprende desde un simple símil a un símil extendido hasta una narrativa con trama desarrollada. Como en las parábolas de Jesús, un mashal en los escritos rabínicos no menciona personas específicas, o contenidos específicos, ni apela a textos autoritativos, contrariamente a los ma‘aseh en textos tempranos.96 Ma‘aseh se usa en contextos halákicos, mientras que el mashal en contextos hagadicos. En documentos tardíos, el ma‘aseh pierde sus características distintivas y es semejante al mashal en función.97
Neusner señala algunos otros puntos importantes. Él encuentra poco apoyo a la idea de que se difundió un cuerpo de parábolas autónomas que se adaptaron a diferentes situaciones. Estas no fueron parábolas “listas para usar”; más bien, la mayoría de las parábolas se generaron por el texto al que sirven. Son de contexto específicos y desarrolladas en relación con sus nimshalim, las explicaciones interpretativas que siguen a la mayoría de las parábolas rabínicas. Algunas tienen disparidad entre mashal y nimshal, pero la mayoría muestra una correlación directa, incluso alegórica.98 Si uno arguye que las parábolas de Jesús tienen un final abierto, no tienen interpretación y no están íntimamente ligadas al contexto específico, o sea, no fueron creadas para el contexto donde aparecen, entonces al menos es necesario dar evidencia que valide dicho método, y también explique por qué las parábolas de Jesús son tan diferentes de sus análogos del Antiguo Testamento y las rabínicas.
Si empezamos con los documentos rabínicos más tempranos, la Mishná (del siglo segundo, d.C.), exceptuando el tratado ’Abot (“Dichos de los padres”), poco hay que sea parabólico. Sólo tres pasajes merecen atención: el tratado Sukkah 2.9;99 el tratado Niddah 2.5;100 y 5.7.101 Todas estas parábolas son más bien rudimentarias y más semejantes a similitudes. No aparecen parábolas narrativas con trama. El tratado mishnáico Sotah 9.15 añade, como exageración honrosa, que al morir Rabí Meir, ya no había más creadores de parábolas, pero no queda claro qué quiere decir con “parábolas” (meshalim).102 Dada la naturaleza halákica de la Mishná, la escasez de parábolas no es sorprendente, pues las parábolas ocurren mayormente en la hagádica.
Si incluimos ’Abot, encontramos otros textos instructivos, incluso cuando ’Abot no usa el marcador mashal y no contiene parábolas narrativas con tramas desarrollados.103 Ya hemos mencionado la parábola que se atribuye a Antígono de Socho (1.3) (p. XX). Hay seis textos adicionales semejantes a las similitudes de Jesús. ’Abot 2.15 tiene cierto enfoque escatológico: “El día es corto y mucho el trabajo y los obreros ociosos, la paga es abundante y el amo tiene apremio.” Es obvia la semejanza con la parábola de Jesús de los obreros de la viña. La tendencia escatológica también se observa en 3.17, con una analogía de un comerciante que da crédito y los recaudadores que demandan el pago, todos alistándose para un banquete. Semejante a la parábola del prudente y el insensato, dos analogías en ’Abot 3.17 refieren la relación entre la sabiduría y las obras: un árbol de ramas abundantes pero pocas raíces, el cual el viento derriba, y un árbol de pocas ramas pero de muchas raíces, el cual el viento no puede derribar. Otra parábola con enfoque escatológico aparece en 4.16: “El mundo es como un vestíbulo antes que el mundo fuera: prepárate en el vestíbulo para que puedas entrar al salón del banquete.” En 4.20, con la pregunta: “¿A qué se parece?”, se compara al joven que aprende y al anciano que estudia respectivamente, con tinta escrita en un papel nuevo y con tinta escrita en un papel manchado, y aquellos que aprenden del joven o del viejo se comparan respectivamente, con uno que come uvas verdes y bebe vino nuevo, y uno que come uvas maduras y bebe vino añejado, por lo cual otro rabí advierte que no se debe mirar sólo el recipiente sino su contenido. En 5.15, una analogía cuádruple aparece para describir cuatro tipos de personas que se sientan ante los sabios: la esponja, el embudo, el filtro, y el colador. Es obvia la semejanza con los cuatro tipos de suelos, en la parábola del sembrador.
Después de la Mishná, las parábolas proliferan. Las primeras parábolas narrativas que encontramos en los materiales rabínicos están en la Tosefta (alrededor del año 300 d.C.), y posteriormente aparecen en casi todos los materiales: ambos Talmuds, los diversículos escritos midrásicos y las colecciones de dichos. La misma parábola puede aparecer en varios documentos con variaciones. En Cantar de los cantares Rabbá 1.8 se dan seis diferentes parábolas para indicar que ellas son maneras para entender la Torá. Antes que Salomón dijera parábolas, las personas no entendían la Torá pero, al crear meshalim, posibilitó el entendimiento.
En las parábolas rabínicas, por lo general se sigue una estructura uniforme: (1) el asunto que se ilustrará, (2) una fórmula introductoria, (3) la parábola, (4) la aplicación, a la que usualmente precede “así” o “de esta forma”, y (5) una cita de las Escrituras, que con frecuencia comienza “como está escrito”.104 En ocasiones, falta uno o más de estos ítems.
No se puede hacer justicia al voluminoso número de parábolas que encontramos en los varios documentos rabínicos. En este punto algunos ejemplos serán suficientes para tener una idea de lo que veremos en el análisis individual de las parábolas a continuación.
Tosefta, tratado Berakot 1.11:
No os acordéis de las cosas pasadas ni traigáis a memoria las cosas antiguas (Isaías 43.18)…. Ellos sacaron una parábola, ¿a qué se puede comparar esto? A uno que andando por el camino, un lobo lo atacó, pero se libró. Y entonces contará continuamente el incidente con el lobo. Después, un león le atacó y también se salvó. Y olvidando el incidente con el lobo, relatará el episodio con el león. Luego, incluso una serpiente lo atacó y también se salvó. Y olvidando los inconvenientes anteriores, repetidamente relatará el episodio con la serpiente. Así también es Israel: el sufrimiento reciente hace que olviden los sufrimientos antiguos.
Talmud de Jerusalén, tratado Berakot 2.7:
Al morir el rabí Bun bar Hiyya [siendo joven], rabí Zeira surgió y le alabó [exponiendo Eclesiastés 5.12]…. ¿A qué [historia] se puede comparar [la vida del] rabí Bun bar Hiyya? [A esta historia.] Un rey contrató muchos obreros. Uno de los obreros sobresalió en su trabajo. ¿Qué hizo el rey? Lo llamó y caminó con él alrededor [de las filas de los cultivos y no le permitió terminar con su trabajo del día]. Al anochecer, cuando todos los obreros vinieron a recibir su paga, el rey dio a este obrero el salario completo del día juntamente con los [demás] obreros. Los [otros] obreros se quejaron y dijeron: “Trabajamos todo el día. Este trabajó sólo dos horas, ¡y el rey le dio la paga de todo un día! El rey les respondió: “Este hombre trabajó [y logró] más en dos horas que ustedes [trabajando] todo el día.” De esta forma, el rabí Bun trabajó en el estudio de la Torá por veintiocho años [y aprendió] más que un estudiante maduro aprendería en cien años.
Talmud de Babilonia, tratado Haššanah 17b (respecto a la pregunta de una mujer a Rabban Gamaliel sobre la aparente contradicción entre Deuteronomio 10.17 y Números 6.26):
El sacerdote rabí José, se unió a la conversación y le dijo: Te daré una parábola que ilustrará el asunto. Un hombre prestó a su vecino un maneh y fijó un tiempo para el pago en presencia del rey, y el otro juró por la vida del rey que pagaría la deuda. Cumplido el tiempo que acordaron, éste no pagó la deuda, y fue a disculparse con el rey. El rey, sin embargo, le dijo: Te perdono el mal contra mí, pero ve y pide el perdón de tu vecino. Así sucede aquí: un texto habla de las ofensas de una persona contra Dios, mientras que el otro alude a las ofensas de una persona contra la otra.
Mekiltá Bashalla §٤ (sobre Éxodo ١٤.١٥):
Rabí Absalom, el anciano, dio una parábola, diciendo: ¿A qué se parece esto? A un hombre que enojado con su hijo lo echó de la casa. El amigo del padre vino a pedirle que permitiera al hijo volver a casa. Respondiendo a su amigo, dijo: Tú solo pides a favor de mi hijo. Yo ya estoy reconciliado con mi hijo. Así también dijo el Santo a Moisés: ¿Por qué clamas a Mí? ¿No es a favor de mis hijos? Yo ya estoy reconciliado con mis hijos.
Sifrá Behuqotai 262.9 (sobre Levítico 26.9):
Hay una parábola: ¿A qué se compara este asunto? Se compara al caso de un rey que contrató una gran fuerza laboral, y en ella había un cierto obrero, que trabajó para el rey por un largo tiempo. Los obreros vinieron a recibir sus pagas, y ese obrero vino con ellos. El rey le dijo: “Hijo mío, me volveré hacia ti [y te daré atención especial]. Estos jóvenes obreros que han trabajado para mí han laborado bien, por esto les daré una paga honesta; pero contigo haré un arreglo final importante.” Así son los israelitas en este mundo: Buscan su recompensa ante el Omnipresente, y las naciones del mundo buscan su recompensa ante el Omnipresente. El Omnipresente dice a los israelitas: “Hijos míos, les prestaré atención. Las naciones del mundo que han trabajado para mi han laborado bien, por esto les daré una paga honesta; pero contigo haré un arreglo final importante”.
De nuestro estudio de las parábolas en el mundo antiguo, varios puntos deben ser claros. Jesús no fue el primero ni el único que usó las parábolas; las parábolas son, y casi siempre han sido una forma humana de persuadir e iluminar. Al mismo tiempo, exceptuando las formas del Antiguo Testamento y un grupo limitado de ejemplos tomados de otros lugares, no son evidentes muchos precursores de las parábolas narrativas de Jesús. Algunos ejemplos rabínicos pueden ser del primer siglo de nuestra era, pero esto es incierto. Las enseñanzas parabólicas de Jesús no son exclusivas, pero no tenemos evidencia que ninguno antes de él usara las parábolas tan frecuentemente y con tanta fuerza como Jesús.
Podemos obtener otros conocimientos sin sobrepasar la evidencia. Exceptuando las colecciones de fábulas como las de Esopo, las parábolas se refieren a un contexto específico y son eficaces debido a sus contextos. Las parábolas por lo general tienen su interpretación. Algunas veces, el contexto en el cual están colocadas hace que la intención de la comunicación sea obvia, sin que sea necesaria la interpretación, pero la mayoría de las parábolas tienen interpretaciones. Además, las parábolas por lo general tienen múltiples puntos de contacto, algunas veces con muchos detalles de la realidad que reflejan. A veces las correspondencias pueden ser exactas y a veces no. Pero, otra vez, aunque las interpretaciones rabínicas por lo general detallan las correspondencias, la interpretación de las parábolas no es tanto asignar las correspondencias sino entender cómo funcionan las analogías.