Читать книгу Tao Te Ching - Anotado, comentado e ilustrado - Lao Tzu - Страница 6
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El proyecto: Tao como desafío vivencial
“Lao Tzu es un portavoz de la vida, simplemente la refleja.”
Osho
Solamente con ojear esta pequeña obra milenaria, podremos comenzar a observar nuestra vida con una visión renovada.
Leer este libro con detenimiento implicará ya un riesgo: el de tener que reformular y quizá cambiar totalmente nuestra manera de pensar y de relacionarnos con nosotros y con nuestro entorno. Seguramente es un desafío que pocos emprenderán y que aun menos cantidad llevará a cabo. Sabemos esto, pero también creemos que esa situación debe revertirse. Esta obra merece llegar a más gente para que pueda contagiar también en ellos el gusto por la sabiduría, la libertad y el entusiasmo de vivir.
Luego de haber ojeado y leído el Tao Te Ching queda solo una cosa: desprenderse de él. Su autor, Lao Tzu, nunca se propuso escribirlo ya que lo vivía a diario. Lao Tzu predicaba con su acción, no con sus palabras ¿qué necesidad tenía de escribir?
Ocurrió un día que alguien le pidió al gran maestro que redactara una síntesis de su doctrina para las generaciones futuras, él accedió y dictó el Tao Te Ching a un discípulo que luego se ocupó de transmitir las enseñanzas. Dictada su obra e impartido el mensaje, partió hacia el bosque y nunca más se supo nada de él. El Tao Te Ching dice “el hombre sabio no se queda en la obra cumplida”. |
La idea de esta pequeña historia es clara: el escrito es sólo un punto de partida, este pequeño libro es nada más que una muleta, un apoyo para caminar que debe ser dejado de lado cuando el caminar se realice en forma fluida. Una vez ojeada y leída la obra no debemos quedarnos en ella, debemos salir a vivirla plenamente.
Este es el mensaje que Lao Tzu nos deja con su obra y con su vida.
El Tao Te Ching es una obra atemporal, siempre vigente. Debido a la forma en que está pensada, soporta una infinidad de lecturas que la enriquecen y la dotan cada vez de más profundidad y belleza.
La finalidad de esta edición será proponer una interpretación contemporánea y vivencial del texto tradicional. Esta lectura, en forma de comentarios a pie de página, intentará desarrollar una perspectiva útil para el lector. Se buscará re-pensar la obra para que nos transmita toda su fuerza y sabiduría. Los comentarios serán apertura y no conclusión. Disparadores de preguntas y enigmas que buscarán proponer una ayuda para aquel que desee construir su propia vida.
La fortaleza del texto del Tao Te Ching radica en movilizar al lector, la del comentario en canalizar esa fuerza activa a la vida cotidiana. Ambas perspectivas serán solo dos caras de una misma moneda, una moneda valiosa para cada lector que nos animaremos a llamar proyecto propio de vida.
Lao Tzu nos presenta en su escrito un modelo de individuo que a mi juicio representa un paradigma de plenitud vivencial. La idea es profundizar en esta propuesta y adoptar, según nuestro criterio, aquellos aspectos que aporten al proyecto individual.
Para llevar a cabo semejante obra debemos disponer de ciertas herramientas y de un plano. Estos utensilios son imprescindibles si el proyecto es nuestra propia vida. Propongo entonces que consideremos al Tao Te Ching como a una especie de “caja de herramientas” que pueden ser utilizadas para construir y trabajar sobre nosotros mismos.
Una salvedad importante: siempre que hablemos de proyecto lo haremos pensando en presente. Para el taoísta éste es el único tiempo capaz de ser vivido, el resto es sólo ilusión. Comúnmente hablamos de nuestros proyectos futuros, de lo que vamos a hacer más adelante. Lao Tzu habla sólo en presente, se compromete hoy en vistas al futuro. Podemos poner algo “delante” como fin, pero debemos tener presente que siempre nos comprometemos con lo único sujeto a ser vivido: lo actual.
Ahora bien, considerando que aún no vivimos en forma plena (el presente), podemos decir que momentáneamente somos un proyecto latente. “Latente” significa que late, que está vivo. Pero también significa que aún no hemos asimilado dicha condición, es decir, no hemos creado un espacio para que ese proyecto propio se desarrolle, no hemos permitido que la vida aflore en nuestra cotidianidad.
Para el taoísta, encarar la vida como proyecto es comprometerse con la individualidad. La individualidad es un estadio al cual llega la persona viviendo intensamente. No sabremos nada acerca de ese estadio hasta que no permitamos que la sabiduría de oriente nos comience a hablar sobre el arte de vivir...