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Fiesta de fin de año del Normal 2, 1973.

LA REVOLUCIÓN ESTABA
A LA VUELTA DE LA ESQUINA

EL PRIMER hecho político y trascendental del cual pudo tomar conciencia Claudia y al que se sumó al poco tiempo de cursar en el Bachillerato Bellas Artes, fue el regreso del Peronismo al poder luego de dieciocho años de proscripción y resistencia.

Por medio de sus padres había conocido los logros de los dos primeros gobiernos peronistas; Falcone padre y Nelva les inculcaron, desde muy chicos, a Jorge y a Claudia ese sentimiento de “justicia social”.

“Cada uno expresaba lo suyo, los chicos mamaron ese sentimiento de lucha y de justicia, después lo emplearon en sus vidas. Porque nosotros los peronistas no somos revolucionarios de café, como algunos de la izquierda que nomás se sientan a cambiar ideas. Los que primero damos el pecho somos los peronistas, los cabecitas negras, los grasitas, como decía Eva. Entonces, esta hija extraordinaria de la cual estoy tan orgullosa, eligió el camino más difícil”.3

Jorge ya estaba militando en el peronismo revolucionario y Claudia, sin descuidar los juegos con sus muñecas, estaba atenta a lo que su hermano conversaba con sus compañeros desde el altillo de la casa.

“Lo único que hacían nuestros padres era no autocensurar las charlas políticas delante de María Claudia y de mí”, recuerda Jorge. “Eso era lo único que hacían, no eran que nos comían la cabeza hablando de Perón y de Evita. Nos iba cayendo la ficha.

“Cuando salió todo el mundo a la calle a gritar, ‘Perón vuelve, Perón vuelve’, nosotros, ¿qué mierda íbamos a hacer en nuestra casa? Fue una marea humana que nos arrastró con mucho gusto porque hubo momentos de alto nivel festivo donde era conmovedor sentirse parte de esa marea humana”.

Afloraba la primavera camporista y con ella el sueño de la patria socialista por la que se venía luchando desde hacía dieciocho años. Era acabar con la proscripción del peronismo. La participación de cada militante era fundamental y decisiva.

El 11 de marzo de 1973, la fórmula “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, ganó las elecciones presidenciales por más del 50% de los votos. De esta manera la izquierda peronista obtuvo ocho bancas de diputados nacionales y más de cincuenta cargos electivos en las provincias y municipios.

Varios gobernadores electos eran cercanos a sus posiciones, como el de Buenos Aires, Oscar Bidegain, el de Córdoba, Ricardo Obregón Cano, el de Santa Cruz, Jorge Cepernick, el de Salta, Miguel Ragone, y el de Mendoza, Alberto Martínez Vaca. También contaron con influencia en el Ministerio del Interior dirigido por Esteban Righi, en el de Relaciones Exteriores encabezado por Juan Carlos Puig y en el Ministerio de Educación de Jorge Taiana. En la Universidad de Buenos Aires fue nombrado interventor Rodolfo Puiggrós y varios nuevos decanos y profesores también simpatizantes de montoneros.

Las movilizaciones en todo el país eran masivas. La ciudad estaba tomada por el pueblo que acompañó, aquel 25 de mayo de 1973, la Asunción de Héctor José Cámpora.

La multitud concentrada en el Congreso de la Nación cantaba las siguientes consignas:

“Juventud presente, Perón, Perón o muerte”.

“Montoneros, FAR y FAP, en la guerra popular”.

“Cámpora leal, socialismo nacional”.

“Los peronistas joda, joda, joda y los gorilas llora, llora, llora”.

“Dame una mano, dame la otra, dame un gorila que lo hago pelota”.

El “Luche y Vuelve” había llegado a su fin, muchos militantes habían quedado en el camino y otros festejaban victoriosos en las calles de todo el país. El sueño de traer a la patria al líder peronista se había hecho realidad.

3 Nelva Falcone, discurso pronunciado en la plaza Rigolleau, en el Partido de Berazategui, año 2000.

María Claudia Falcone

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