Читать книгу Los Colores De Un Mundo Optimista - Logan J. Davisson - Страница 111

En el camino hacia su meta usted tiene que esperar que habrá días en los que tendrá mucho estrés y estará bajo mucha presión. En estos tiempos no siempre es fácil mantenerse motivado y eficiente. Especialmente bajo gran estrés, el rendimiento de muchas personas disminuye y es difícil para usted concentrarse. Es especialmente útil ser consciente de las expectativas realistas que se nos imponen y de la presión subjetiva de estrés y rendimiento que nos imponemos a nosotros mismos. Esto depende crucialmente de las expectativas subjetivas que tengamos de nosotros mismos, porque a menudo nuestras expectativas subjetivas no satisfacen las expectativas realistas que nuestro jefe, nuestros profesores o un cliente tienen de nosotros. Si queremos que todo sea 1000 % y súper perfecto, será difícil cumplir con nuestras propias expectativas y tenemos que preguntarnos si el 100 % no es suficiente y tal vez fijemos nuestras expectativas en nosotros mismos en un nivel demasiado alto. Sin embargo, tenemos grandes expectativas de nosotros mismos, y la demanda de dar lo mejor de nosotros mismos es ciertamente apropiada si nos hemos fijado un objetivo, pero aquí tenemos que encontrar el delicado equilibrio entre la demanda y las exigencias excesivas que se nos imponen y ajustar nuestros objetivos y expectativas en consecuencia, una y otra vez. Como siempre, cuando estamos bajo estrés, en realidad hay un miedo detrás de él, como el miedo de no poder estar a la altura de las expectativas de los demás. Si usted también es una de esas personas que sufren de miedo al fracaso y que siempre pueden hacer todo hasta que sea importante, entonces hay una manera sensata de prepararse mentalmente para tales situaciones. Una herramienta útil para estar al tanto de sus temores y desarrollar estrategias de solución es imaginar el peor escenario posible. Imagine lo peor que puede pasar, a qué le teme más, y juegue con esta situación en detalle. ¿Qué podrías hacer si eso es lo que más temes que suceda? Si nos permitimos enfrentar esta situación imaginativamente, nos damos cuenta de que nuestro miedo no es necesario en absoluto, y reconocemos nuevas soluciones sobre cómo podemos enfrentarnos a nuestros miedos en tales situaciones. Así, el gran miedo se hace cada vez más pequeño y posiblemente desaparece por completo. Una vez que haya formulado y enfocado su meta real, fíjese metas de comportamiento de cómo quiere actuar para lograr su meta. Este método se utiliza a menudo en los deportes profesionales y de competición porque reduce la presión al permitir que el atleta se concentre en los objetivos definidos en acción. Esto significa, por ejemplo, que el objetivo real, la victoria de una competición, se centra en objetivos intermedios que se relacionan única y exclusivamente con la acción activa del atleta. Este enfoque reduce el miedo al fracaso y permite la motivación y la convicción para lograr el objetivo real.