Читать книгу Anuario de arbitraje 2017 - Mª José Menéndez Arias - Страница 47

Las tácticas de guerrilla de la demandante se tornaron particularmente agresivas a partir del momento en que ésta formuló su segunda solicitud de recusación del presidente del tribunal arbitral. En efecto, con posterioridad a esa fecha, la demandante amenazó en varias ocasiones al tribunal arbitral y a la CCI con entablar acciones judiciales frente a ellos.

La primera amenaza de este tipo se produjo precisamente cuando la Corte rechazó la segunda solicitud de recusación del presidente del tribunal arbitral. La demandante remitió entonces una comunicación en la que acusó a la Corte de incumplir de manera continuada el orden público portugués. Asimismo, señaló que exigiría la correspondiente indemnización por los daños y perjuicios sufridos como resultado de esos incumplimientos.

Otro ejemplo de este tipo de amenazas lo encontramos en la comunicación en la que se formuló la cuarta solicitud de recusación contra el presidente del tribunal arbitral. En ella, la demandante señaló que iniciaría acciones judiciales en caso de que continuaran las supuestas actuaciones ilícitas del presidente.

Las amenazas de este tipo no cesaron. De hecho, la demandante llegó a solicitar el número de la póliza de seguros de la Corte y a anunciar que se encontraba preparando acciones judiciales contra la propia Corte, contra los representantes de la Secretaría de la Corte y contra el tribunal arbitral.

No obstante, hasta donde sabemos, ninguna de estas amenazas llegó a materializarse.