Читать книгу Constelaciones familiares - Marcelo Luis Ducruet - Страница 10

UNA TERAPIA DIFERENTE

Оглавление

En el entramado de la personalidad se dejan ver concatenadamente una suerte de perlas que son indicios, indefectibles señales, por donde convergen las aristas del complejo familiar.

M. D.

Cuando comienzo una Psicoconstelación, la primera intuición que me guía es que el alma del consultante ya sabe perfectamente qué es lo que viene a sanar. Lo que sigue, el ritual de colocar las manos detrás de la persona elegida, ubicarla en un lugar determinado del espacio, de acuerdo con la imagen interna y su magnetismo constelativo, es parte de un marco referencial, pero nada más que eso. O sea, el alma es la que sabiamente se va moviendo cual ajedrez mágico y va colocando las piezas de un modo que nos envía su mensaje.

No es tarea fácil trabajar desde un nivel de tal profundidad. Se realiza un acuerdo y se pone en marcha un movimiento como una rueda que siempre nos trasciende y que, una vez iniciado, ya no se detiene. Yo no podría afirmar exactamente qué es lo que en el alma se mueve, como tampoco podría asegurar qué es lo que no se mueve, pero evidentemente algo maravilloso ocurre.

La psicología tradicional, que la mayoría conoce, opera con parámetros y ejes que funcionan en dimensiones diferentes a las que se ven en las Psicoconstelaciones en donde se abren posibilidades y realidades extraordinarias y sorprendentes.

Lo que produce el movimiento de las Psicoconstelaciones, esa dinámica transformadora, es un salto cualitativo en todos los ámbitos de nuestra insospechada personalidad y una comprensión progresiva, intuitiva, espiritual y álmica. Aquí radica la fuerza de esta terapia.

Por otro lado, esta metodología no trabaja con el ser aislado sino con la persona que pertenece a un entramado familiar y social. De hecho, con esta terapéutica siempre aparecen nuevos registros y datos que, en todos los pacientes, hacen referencia a antepasados o se relacionan significativamente con ellos. Es como una atracción física, una gravitación especial, que gira en torno al eje familiar.

En cada Psicoconstelación, trato de que las personas que están muy ancladas en lo concreto de sus preocupaciones diarias abran sus ojos a este despertar filosófico que acompaña al fenómeno constelativo.

Mi desafío, entonces, es acompañar a cada consultante en su camino de comprensión, sanación y acuerdos.

Cuando realizo este acompañamiento, por supuesto, trato de desaparecer, esto es, correrme, ser solo un canal. No es más ni menos que una despersonalización similar a la experimentada durante la meditación. De esta forma, permito que el otro logre sumergirse, adecuadamente y sin miedos, en ese espacio oculto que se vislumbra por medio de esta herramienta sistémica.

Una Psicoconstelación es una herramienta que se debe emplear con mucho respeto puesto que el grado de permeabilidad que se maneja es mucho mayor que en otras terapias, y, allí, radica su asertividad. Mientras que en una psicoterapia de cualquier orden, desde las más tradicionales a las menos tradicionales, los mecanismos de defensa están muy activos, en las Psicoconstelaciones el constelante se halla más abierto y expuesto a ciertas experiencias fuera de lo común. El grado de exposición en una Psicoconstelación hace necesario maniobrarla con prudencia, respeto y sabiduría.

Yo he tenido una multitud de experiencias con talleres en los que he notado que cuanto mayor es la integración y apertura, más profundo es el acceso a lugares absolutamente desconocidos y recónditos de la personalidad y el alma. Se trata de confines álmicos a los que no se ingresa con la guía del pensamiento racional, sino que se viven como flashes, flashbacks, fulgores que aparecen y que muestran claramente dónde está atrapado ese puñal pretérito que tanto lastima.

Constelaciones familiares

Подняться наверх