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El Modelo Sistémico

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Comenzaré por el núcleo central definiendo en primer lugar a las Constelaciones como una herramienta que está encuadrada dentro del Paradigma Sistémico que se diferencia significativamente de la teoría Psicoanalítica.

A este respecto tomaré las palabras de algunos maestros como John Weakland, Richard Fisch y Lynn Segal, representantes de la Escuela de Palo Alto California, modelo en el cual fui formado en Psicoterapia. En el libro La Táctica del Cambio estos tres autores expresan:

La teoría psicodinámica se centra en el paciente individual, sobre todo en las estructuras y procesos intrapsíquicos. Por consiguiente, no atiende primordialmente a la conducta provocada por un problema, sino a supuestas cuestiones subyacentes. Más aún, este punto de vista considera que el presente es, básicamente, resultado del pasado, en términos de cadenas lineales de causa a efecto, desde los orígenes hasta las consecuencias. A esto se añade el énfasis que se otorga a lo que está debajo y atrás, a lo que sucedió hace tiempo y lejos, en vez de al aquí y ahora. Este énfasis sobre los orígenes ocultos, en vez de sobre lo que se puede observar ahora, lleva necesariamente a una prolongada indagación sobre el pasado y a un uso preponderante de la inferencia. Además, esta perspectiva tiende en gran medida, aunque a menudo implícitamente, a considerar que los problemas son el resultado de deficiencias del individuo, de carencias provocadas (excepto en el caso de aquellas a las que a veces se les asigna un carácter innato) por la ausencia de experiencias positivas tempranas o por experiencias negativas, precoces o tardías. Con respecto a la práctica, se prescribe que el terapeuta debe lograr primero una comprensión de esas cuestiones complejas y ocultas, y a continuación ayudar, mediante interpretaciones, a que el paciente obtenga la comprensión adecuada. En algunas formas de tratamiento individual también pueden ser importantes el apoyo y la orientación con vistas a superar o compensar una supuesta carencia, pero el factor curativo fundamental sigue siendo la introspección, la comprensión interior. La premisa básica es de orden intelectual: «El conocimiento hará libre al sujeto».2

Sin embargo el modelo de la Terapia Familiar Sistémica que tal como lo mencioné oportunamente corresponde a mi forma de leer los procesos psicológicos plantea lo siguiente:

La terapia familiar no constituye una mera cuestión de cambio en las prácticas específicas, que mirarían a familias enteras en vez de a individuos aislados. Por el contrario, su visión difiere punto por punto de la postura psicodinámica que acabamos de esbozar.

Como es obvio, la terapia familiar se centra en el paciente no en solitario sino en su contexto social primario, la familia. La atención otorgada a la comunicación y a la interacción dentro de la familia conduce a un énfasis mucho mayor sobre la conducta real, la que tiene lugar de forma observable en el presente, más bien que en el pasado, en lo interior o en lo inferido. El no considerar aisladamente la conducta problemática sino en relación con su contexto inmediato, la conducta de los demás miembros de la familia, significa algo más que un mero cambio concreto de punto de vista, por importante que éste sea. Dicho cambio es indicativo de una modificación epistemológica general, pasando de la búsqueda de cadenas lineales causa-efecto a un punto de vista cibernético o sistemático: la comprensión y explicación de cualquier segmento determinado de conducta mediante su colocación en un sistema organizado de conducta más amplio y en funcionamiento efectivo que comporta la utilización generalizada de retroalimentación y de refuerzo recíproco.

Además, este centrarse en la forma en que un sistema está organizado o en que funciona erróneamente implica creer menos en las carencias individuales. En lo que respecta a la práctica, esta visión propone que la tarea del terapeuta no se reduzca a comprender el sistema familiar y el lugar que en él ocupa el problema, sino que también ha de tomar alguna medida que cambie el sistema disfuncional, con objeto de solucionar el problema.3

Para que esta visión quede aún más clara es importante mencionar, que el trabajo en Psicoterapia Sistémica implica mirar siempre a la persona en relación con otros factores significativos, desde el grupo inicial familiar hasta los diferentes grupos en los cuales interactúa a lo largo de su vida.

Dado que la conducta es circular, la modificación en las pautas interaccionales y de comunicación en una persona producen un movimiento en el sistema como un todo.

Constelaciones familiares

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