Читать книгу Tocado y transformado - Margarita Burt - Страница 22
Оглавление15
VOTOS
“Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob.
Y yo dije: Heme aquí. Y él dijo:
…yo he visto todo lo que Labán
te ha hecho. Yo soy el Dios de Bet-el,
donde tú ungiste la piedra,
y donde me hiciste un voto”
Gn. 31:11, 13
Un voto es un juramento, una promesa, una palabra nuestra con la cual nos comprometemos. Cuando hacemos un voto hemos damos nuestra palabra de que haremos esto o aquello y estamos obligados a cumplirlo. Nuestra integridad como personas depende de nuestra fidelidad a lo prometido. Jacob había hecho un voto, Dios lo tomó en serió, y ahora va a ayudar a Jacob a cumplir la promesa que le había hecho.
¿Tú has hecho un voto? Dios toma muy en serio todas las promesas que le hacemos. Se acuerda de lo que le prometiste el día de tu conversión, el día que te casaste, el día que le dedicaste tu hijo, el día que le consagraste tu vida, el día de aquella reunión especial en tu iglesia. Se acuerda como si fuera ayer y hará lo necesario para que tú lo cumplas. Este es el himno que cantamos en la iglesia el día que yo hice un voto para servir al Señor hace 56 años. Esto es lo que prometí:
Jesús, yo he prometido servirte con amor;
concédeme tu gracia, mi amigo y Salvador.
No temeré la lucha si tú a mi lado estás,
ni perderé el camino si tú conmigo vas.
El mundo está muy cerca y abunda tentación,
sutil es el engaño y necia la pasión.
Ayúdame, Maestro, en mi debilidad;
protege tú mi alma de toda adversidad.
Y si mi mente vaga, ya incierta, ya veloz,
concédeme que escuche, Jesús, tu clara voz.
Anímame si dudo, inspírame también,
repréndeme si temo en todo hacer el bien.
Jesús, tú has prometido a todo aquel que va
siguiendo tus pisadas, que al cielo llegará.
Sostenme en el camino, y al fin, con dulce amor,
trasládame a tu gloria, mi amigo y Salvador.