Читать книгу Justicia con perspectiva de género - Mercedes Llorente Sánchez-Arjona - Страница 9
II. UNA NUEVA FORMA DE HACER DERECHO. LA INCORPORACIÓN DEL GENDER MAINSTREAMING 1. EL CONCEPTO DE GENDER MAINSTREAMING
ОглавлениеLas políticas de igualdad han pasado a integrar la agenda de actuación de los poderes públicos. Medidas como la aprobación de normativas antidiscriminación, la puesta en marcha de programas destinados a mejorar la situación de las mujeres o la creación de organismos especializados en la promoción de la igualdad han contribuido al surgimiento de una política sectorial diferenciada con una clara vocación de transversalidad80. Así, el gender mainstreaming se consolida como la estrategia para promover la igualdad más ambiciosa hasta el momento actual.
Las diferentes estrategias o enfoques en políticas de género han experimentado una evolución a lo largo del tiempo que se identifican con las políticas de igualdad de trato, continúan con las acciones específicas y culminan con el mainstreaming de género, si bien la introducción de cada una de ellas no implica, en ningún caso, la desaparición de la otra, sino que todas ellas son complementarias y acumulativas81. En las políticas de igualdad de trato, que se puede identificar con una primera etapa, el problema se reconduce al marco legislativo representado por todas aquellas leyes que no otorgan la misma consideración a las mujeres y a los hombres. En este terreno la solución es relativamente sencilla porque pasa por modificar la norma y otorgar a las mujeres los mismos derechos que a los hombres. No obstante, pronto se puso de manifiesto que la igualdad formal o de iure no deriva en una igualdad real o de facto, por lo que se hizo necesario acudir a la realización de actuaciones concretas, a través de organismos de igualdad, cuya principal misión consiste en contribuir a alcanzar la anhelada igualdad mediante el desarrollo de las políticas de género. A través de estas actuaciones se abarcan áreas tales como educación, medidas sanitarias o mercado laboral que implicaron, ciertamente, un extraordinario avance si bien dejaron latentes algunas limitaciones notables. Es en este contexto en el que surge el mainstreaming de género con el que se pretende aportar un cambio de perspectiva tanto respecto a la visión del problema, como a su posible solución. De este modo, se plantea que las políticas públicas contribuyen a perpetuar las desigualdades que se caracterizan por ser estructurales y sistemáticas. Al aceptar que la situación de desigualdad se haya presente en todos los ámbitos, incluidas las Administraciones Públicas, se estima que la solución pasa por revisar todas las actuaciones para evitar que se sigan produciendo estos fenómenos82.
El enfoque gender mainstreaming83 o transversalidad de la perspectiva de género se concibe como una estrategia por la que se incorpora la perspectiva de la igualdad de género, tanto a nivel normativo como político, complementaria de la igualdad de trato y de las acciones positivas que aspira a la transformación del modelo social. Este concepto fue acogido en la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer celebrada en Beijing en el año 1995, que marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género y en la que se reconoce que la estructura social debe ser revaluada a la luz del desarrollo de los estudios de género.
Si bien la Conferencia de Beiging introdujo por primera vez el término de gender mainstreaming, hubo de esperarse dos años más tarde a que el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas84 ofreciera una definición de el mismo como una estrategia cuyo objetivo final es la consecución de la igualdad de género. Por su parte, el Grupo de Expertos del Consejo de Europa en Integración de la Perspectiva de Género define en su Informe el mainstreaming de género como “la organización, la mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de modo que una perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas”85. Así, los primeros pasos del Consejo de Europa se encaminaron a incorporar políticas específicas de género, pero estas políticas no se mostraron suficientes para conseguir una eficaz aplicación del mainstreaming, ya que con ello solo se consiguen avances sectoriales en las áreas sobre las que se aplican86.
El mainstreaming de género exige que la estrategia se aplique de forma transversal de tal modo que se consiga un cambio en todas las políticas, niveles y etapas. Se han de generalizar políticas públicas que requieran de cambios constantes y generalizados, resultando necesario ir más allá de las acciones concretas e incorporando la perspectiva de género en todas las áreas públicas. Para la consecución de estos objetivos el mainstreaming se vale de instrumentos que pasan por el análisis que contribuya a la revisión de actuaciones públicas, medidas de sensibilización con respecto a las desigualdades de género, desarrollo de estructuras organizativas que faciliten y promuevan la inclusión de la perspectiva de género, participación de actores no gubernamentales y aplicación de medidas concretas que palien el sesgo de género de las políticas87.