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INTRODUCCIÓN 1

La presente disertación cierra la tetralogía sobre la erótica de Sócrates con una reformulación radical del amor, que soluciona las ambigüedades que aparecían en la XVIII y, a la vez, supera las distinciones entre tipos de amor de los discursos XIX y XX. Máximo retoma el motivo lírico de la palinodia, al que ya Platón había dado dignidad filosófica en el Fedro . El amor malvado es deseo, no amor. El amor de Sócrates toma su impulso de los reflejos corpóreos de la belleza trascendente para ascender a ella. Trapp ha mostrado puntualmente el modo en que Máximo reelabora motivos del Fedro platónico, desde la evocación inicial de la Palinodia de Estesícoro hasta la articulación misma del discurso, que sigue un esquema semejante al del diálogo —aunque no exclusivo de él—. Como aquél, la disertación progresa mediante una serie de respuestas que sólo revelan insuficientemente la cuestión inicial. La parte central (§§ 4-6) la ocupa una disquisición sobre el uso propio del lenguaje para expresar el deseo y el amor en relación con la belleza. La conclusión es poco clara, como Máximo mismo reconoce, y se impone el recurso a la imagen.

En el pasaje final, el autor ilustra el modo en que la belleza desciende desde el cielo con la imagen del río caudaloso cuyas aguas van perdiendo su dulzor conforme se mezclan con las del mar (§ 8) 2 . Esta imagen nos reconduce a Sócrates para ilustrar el modo en que se remontaba a la belleza superior a partir de la visión de la belleza en los cuerpos: es la erótica del Banquete desarrollada con fidelidad a las imágenes. Esta disertación pone de manifiesto la capacidad del autor de retomar las imágenes más eficaces de la tradición filosófica y reinterpretarlas sin que deje de percibirse su ascendencia literaria.

SINOPSIS

Palinodia de los discursos precedentes (1 -4 ).

Ejemplo de Estesícoro (1) y lección de Anacreonte (2 ).

Es impío decir que el amor es la causa de los excesos de Alejandro o Jerjes (3 ).

El amor lo es de la belleza, pero trasladamos el nombre de ‘amor’ a la cosa en la que hallamos la belleza, y que decimos que amamos.

Insuficiencia de la explicación: nada hermoso puede haber en aquello que aman tiranos y avariciosos.

Amor es sólo de la belleza; quien busca el placer, en realidad experimenta deseo. Para señalar la diferencia puede darse el nombre de ‘apetito’ al amor (4 ).

Riesgo de confusión: el deseo del placer es amor cuando el objeto parece bello, y el amor de la belleza es deseo, por el placer que comporta.

Conclusión: la belleza lo parece y lo es, el placer sólo lo parece.

Comparaciones e imágenes: diferencia entre el alimento sencillo y los refinamientos culinarios: sólo el primero alimenta realmente (5). Ejemplos (6 ).

El placer es a la costumbre como la naturaleza al bien, y se diversifica en relación con las costumbres igual que los alimentos (7 ).

El ejemplo de Sócrates (7 -8 ).

El alma ya ha contemplado la belleza pura y única antes de su vida mundanal. En la tierra sólo tiene un recuerdo impreciso (7 ).

La belleza es como un río caudaloso que desemboca en el mar: en la confluencia se mantiene la calidad de sus aguas hasta que éstas se mezclan del todo con el agua salobre. El buen marino puede reconocerlas incluso desde lejos (8 ).

Sócrates podía reconocer la belleza en cualquier cuerpo y remontarse a la belleza superior.


1 Discusiones: M. Z. KOPIDAKIS , «Παρασημειώσεις σὲ ἑλληνικά κείμενα. Α’», ‘Ελληνικά 29 (1976), 344-348, esp. págs. 345-346; PUIGGALI , Études , págs. 398-399; SZARMACH , Maximos , págs. 81-82; TRAPP , Maximus , págs. 180-185.

2 TRAPP , «Plato’s Phaedrus », págs. 162-163. La imagen del río aparece también en XIX 3.

Disertaciones filosóficas XVIII - XLI

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