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Nuestras reflexiones

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Covid-19 19 nos robaste los abrazos, los besos, las caricias en la piel, ¿Qué viniste a mostrarnos? Estas personas hablan de amor, de agradecimiento, de pequeños gestos de gran importancia.

Viniste a romper la transparencia. La transparencia en Coaching es aquello que acontece sin la intervención de nuestra conciencia plena, sin la necesidad de que nuestra atención se ponga en alerta. No distinguimos entre el sujeto y el objeto, simplemente fluimos, como cuando caminamos, sin percibir que los músculos hacen lo que hacen, como cuando respiramos, sin necesidad de controlar el proceso conscientemente. Ante covid-19 se produce “un quiebre”, como lo expresa Rafael Echeverría en su libro Ontología del Lenguaje “una interrupción en el fluir transparente de la vida”, algo “rompe” nuestra transparencia y nos obliga a invocar nuestra atención, aquello que era invisible para nosotros hoy se hace presente, los quiebres hacen que nuestro proyecto de acción futura se vea interrumpido.

¿Acaso no es el asombro la capacidad de admirar el mundo, de mirarlo, de observar, de apropiarnos de él? ¿No conlleva el asombro la capacidad de preguntarnos qué está sucediendo? ¿Qué hay? ¿Qué es? ¿Quién es? Wittgenstein lo llamaba perplejidad y Heidegger creía que el asombro es detenerse y darse el espacio para mirar algo con una nueva perspectiva. Lo has logrado covid-19.

¿Podemos tomar al suceso del covid-19 como un hecho traumático para muchas personas? Por supuesto no a la manera de los traumas sexuales infantiles descriptos por Sigmund Freud, sino cómo esa interacción entre el acontecimiento que viene de “afuera”, (y que sería de lo que irrumpe de manera sorpresiva y violenta, como lo es el covid-19), y lo “interno” de cada uno. Algo de esto dejará marca en nuestra subjetividad seguramente. No se puede concebir que eltrauma psíquicose produzca exclusivamente sobre la base de un acontecimiento actual y externo, eso sería desconocer lo personal, el “bagaje” con el que cada uno reacciona ante un hecho, y a negar la participación del inconsciente. El concepto detrauma psíquicoimplica un oscilante y permanente inter juego entre mundo externo y mundo interno, realzando que lo traumático es consecuencia de una específica interacción entre lo fáctico y la forma en que esto es vivenciado por el psiquismo. Lo real entonces, se impone, arrasa con el sujeto. En estos tiempos pandémicos, la fisura, además, es social.

Así, Gabriel nos cuenta su gran preocupación y angustia por el resultado positivo de él y el de sus hijas. Realmente lo vivió con mucho malestar, con esa sensación de unmiedo intenso a morir. Y luego relata también lo que vivió con sus compañeros de trabajo donde una vez dado de alta, no querían acercarse. Él la llamó“la segunda pandemia, la de la sociedad”.Eso es un estigma. Esa estigmatización causa también una situación de discriminación tal que la persona se siente con una gran sensación de culpa. El estigma está asociado a la falta de conocimiento acerca de cómo se propaga el covid-19. La necesidad de culpar a alguien, el temor a las enfermedades y a la muerte, y a la circulación de información falsa que generan mitos. Esos mitos, que no son más que construcciones sociales erradas, suman aún más malestar y caos.

¿Hay personas o grupos de personas más propensas a transmitir covid-19 que otros? La verdad es que no. Las emergencias de salud pública, como esta pandemia, son momentos estresantes para las personas y las comunidades en su conjunto. El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden dar lugar a esos estigmas sociales, es decir a creencias y actitudes negativas hacia personas, lugares o cosas. El estigma puede tener un impacto negativo en la salud física, mental y emocional de las personas, grupos o comunidades en las que viven, y las personas estigmatizadas pueden sufrir aislamiento, depresión, ansiedad o vergüenza pública.

En el caso de Edgar de Venezuela, el miedo era el de “contaminar a su esposa”, y Jennifer desde Perú nos cuenta que la pasó muy mal: “me quedéparalizada, porque apenas eran los primeros veinticinco días de cuarentena y a todos nos daba muchotemor,porque muchas personasestaban muriendoy como es lógico, reinaba un ambiente de pánico”.

También Álvaro desde Inglaterra relata su experiencia traumática: “tenía dificultades para respirar, sentía una tranca debajo de la garganta, llame al sistema de salud, me dijeron que me calmarla que podía ser psicológico, pero al día siguiente tenía fiebre que no bajaba de 40° y dificultades para respirar, vinieron tres personas tipo astronautas, con sus trajes antivirus, mascarillas y antivirus a tomar muestras a mi hija y a mí, mi niña tiene cinco años, las muestras fueron exámenes de sangre y serigrafía”.

Miedo a enfermar, porque no se sabe cómo es el curso de la enfermedad a través de los días.

Miedo a la muerte: real o simbólica.

A no–ser.

Muchas personas han perdido a alguien cercano por covid-19.

¿Y qué es el miedo sino la angustia?

¿Y quién no ha tenido miedo a la muerte alguna vez? Y en estos tiempos de pandemia, ésta puso en primer lugar la fragilidad de nuestro cuerpo, de nuestro ser.

Observamos en la historia, que ante otros sucesos “catastróficos”, siempre la respuesta de los individuos fue la angustia, la incertidumbre. Porque el funcionamiento psíquico disruptivo puede producir desestabilización, desregulación, desarticulación. Desde el punto de vista del psicoanálisis grupal y el concepto de vínculo inconsciente, vemos que el aparato psíquico colectivo (Käes) es análogo al individual. Si bien la teoría de lo disruptivo enfoca la clínica individual, vemos un sujeto inmerso en un referente social. Los eventos disruptivos como el covid-19 (y podríamos agregar guerra, huracán, terremoto etc.) no necesariamente son traumáticos para todos los miembros de la comunidad. El trauma y la resiliencia tienden a ser dimensiones subjetivas. Pero, si es real que le toca al grupo afectado procesarlo con el fin de seguir la construcción de una estructura psicosocial.

Freud decía que no existe la inscripción de la muerte a nivel inconsciente, quiere decir que la muerte representa un agujero, un vacío, un enigma, un misterio. Pero el miedo a que le ocurra a otro nos hace pensar en nuestra posibilidad. Nos damos cuenta que somos finitos. Siempre que pensamos en la muerte, al no tener representación, decía Freud, la pensamos en función de alguien cercano. Enfermar es como una muerte simbólica, es una situación que nos conecta con un antes y un después, y que coloca al sujeto con la idea del límite, lo que nos hace salir de nuestra omnipotencia.

Como dice Darío Z, filósofo contemporáneo, hay que conectarse con el miedo, con el poder pensar en la muerte, no desde el terror, pero sí reconociendo que es parte de la vida.

Si bien no se puede concebir la existencia de ninguna situación traumática, sin la participación de la pulsión de muerte, vemos en las historias presentadas como se revaloriza la vida, los lazos, el contacto con la familia, con los padres, los amigos, los hijos.

La elaboración freudiana del trauma en Más allá del principio de placer como desborde psicoafectivo con consecuencias sintomáticas, ha sido decisiva para la formulación de la categoría diagnóstica «Trastorno de Estrés Postraumático». Este describe la experiencia de un evento extraordinario que constituye la causa, necesaria y suficiente, de los síntomas y su persistencia prolongada. Entonces:

¿Qué nos traerá como colectivo? ¿Cuáles serán las consecuencias de esta “agresión” que viene desde afuera, y que a la vez nos angustia tanto como grupo? ¿Cuáles son y cuáles serán los síntomas epocales?

Un universal “trauma histórico” nos está acechando. El covid-19aun no termina de pasar, está pasando; por lo que provoca una especie de duelo interminable e inagotable, que no deja casi lugar para integrar una experiencia, un marco interpretativo socialmente compartido sobre el que fundamentar un horizonte de expectativas y esperanzas.

En breve, este presente se convertirá en pasado. ¿No? y esa historia nos servirá, (es un deseo) para el devenir de un futuro mejor.

Lamentamos profundamente la pérdida física de todas las víctimas de covid-19. Abrazamos a sus familias.

El Ser Confinado: Diarios de una Pandemia

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