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1.2 Desarrollo y planeación: discursos emergentes de la guerra

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)1 marcó un hito en la historia con consecuencias en la vida política, social, cultural, económica, y educativa, porque el orden se transformó. En el caso de América Latina, las implicaciones fueron evidentes con la generación de procesos de dependencia hacia los países de mayor nivel económico.

En Estados Unidos se crearon distintos organismos de carácterinternacional, basados en la idea de la recuperación de las naciones afectadas por la guerra: en 1944, el Banco Mundial; en 1945, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, Birf, anexo al Banco Mundial; en octubre de 1945, la Organización de Naciones Unidas, ONU, con un acuerdo entre 51 países; el 26 de noviembre de 1945, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, que inicia su funcionamiento el 4 de noviembre de 19462; más adelante, en 1958, se crearía el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.

La puesta en marcha del plan de recuperación conjunta europea, European Recovery Program, conocido como Plan Marshall, entre 1948 y 1952, con el interés de apoyar económicamente a las naciones para la reconstrucción del continente, fue parte de la intervención de Estados Unidos. Para administrar este plan, las naciones pactantes3 se agruparon en la Organización Europea para la Cooperación Económica, Oece. En 1961, se da paso a la creación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, cuyos objetivos están relacionados con la elevación del crecimiento económico, del nivel de vida de los países miembros y de la expansión del comercio multilateral.

1 Es uno de los conflictos globales más recordados de la historia del mundo, con amplio número de países involucrados y millones de víctimas. Entre estos hechos están el Holocausto Nazi que produjo la muerte de miles de judíos y el uso de armas nucleares por parte de los Estados Unidos, que generó la destrucción de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Las incidencias de la guerra dividieron a los países en dos bloques: capitalista bajo la dirección de los Estados Unidos y los países de Europa Occidental; y el bloque comunista liderado por la URRS y los países de Europa Oriental.

2 En 1946, Colombia comenzó a formar parte de esa entidad.

3 Hacían parte de este organismo, Estados Unidos y países europeos: Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Reino Unido, Turquía, Suecia, Suiza.

De acuerdo con Álvarez (2012), con la creación de organismos internacionales y el impulso de planes de recuperación económica, comenzó la cooperación internacional, como un sistema que afianzaría las relaciones entre los Estados y evitaría el surgimiento de conflictos. Las instituciones creadas serían las encargadas de dinamizar, entre otros, los propósitos de recuperación de las naciones europeas afectadas. Posteriormente, a partir de la idea del desarrollo, la atención se dirigió a otros países.

En este contexto posbélico surge la cooperación internacional, la cual es en gran parte un producto de la confrontación ideológica entre el bloque capitalista liderado por Estados Unidos y el Socialista, por la Unión Soviética, las dos potencias mundiales que dominaron la política internacional entre 1945 y 1990. La cooperación no comenzó como un programa para ayudar al desarrollo de los países empobrecidos a largo plazo sino para facilitar el desarrollo económico a corto plazo y la recuperación de Europa Occidental (Álvarez, 2012, p. 287).

Para los países de América Latina, la posguerra generó una serie de discursos que comprometieron e impactaron la manera como se venían organizando distintos aspectos en los ámbitos, social, económico, y educativo, principalmente. La visión sobre América Latina se orientó a partir de las dificultades económicas y de desarrollo, acorde con el modelo de país pensado desde afuera.

En ese sentido, comenzó a ser evidente el interés por parte de los Estados Unidos en apoyar a los países con menor desarrollo económico e industrial y así tener mayor participación en las decisiones de estos. Para algunos autores, también se percibió como una manera de evitar la propagación de ideas comunistas, considerando el triunfo de la revolución cubana. En ese sentido afirmó Stramiello (2010):

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las propuestas modernizadoras desarrollistas, de índole marcadamente económica y tecnocrática, quisieron desarraigar el desorden y la desprolijidad presente en las naciones latinoamericanas y para esto propusieron civilizar la barbarie en aras de un progreso material que traería prosperidad social. Democracia e industrialización fueron la piedra angular del desarrollo económico-social, en el que la educación cumplía un rol decisivo. La transformación que intentaba producirse era acelerada, porque era necesario no perder el rumbo de la modernización, según la concepción de los países desarrollados o adelantados (p. 396).

De acuerdo con Escobar (citado por Malagón y Pardo, 2009), en 1948 el

Banco Mundial realizó una definición de países pobres:

[…] pobres a aquellos países con ingreso per cápita inferior a 100 dólares, casi por decreto, dos tercios de la población mundial fueron transformados en sujetos pobres. Y si el problema era de ingreso insuficiente, la solución era, evidentemente, el crecimiento económico […] (p. 11).

El discurso estadounidense categorizó a los países en primer, segundo y tercer mundo, según su grado de desarrollo. Estados Unidos ideó un modelo de desarrollo para los países de América Latina, bajo el principio de la cooperación técnica internacional. Las ofertas de apoyo y asistencia a las naciones consideradas pobres a través de créditos, llevó al país a participar en estas iniciativas. Colombia entró a formar parte del tercer mundo, se dispuso a recibir misiones, visitas, a acoger los programas recomendados para mejorar el desarrollo económico, político y social, y en general a incorporarse a la política formulada por el contexto internacional.

En 1948, se realizó la IX Conferencia Panamericana4 en Bogotá, con la participación de jefes de estado y/o representantes de veintiún países de América. En esta, se adoptó la Carta de la Organización de los Estados Americanos y el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, denominado Pacto de Bogotá. La carta dio origen a la Organización de Estados Americanos, OEA que reemplazó a la Unión Panamericana5. Pretendía entre sus propósitos, afianzar la paz y la seguridad, prevenir dificultades, solucionar problemas políticos, jurídicos y económicos, y promover el desarrollo económico, social y cultural, a través de la acción cooperativa de los países de América. La conferencia se dio en medio de la crisis social y de violencia que vivió el país durante el Bogotazo.

De la misma manera, los Estados de la OEA firmaron el Convenio

Económico de Bogotá: acuerdo de participación en convenios bilaterales

4 Se habían realizado otras conferencias: la primera, en Estados Unidos (octubre 2 de 1889 a abril 19 de 1890); la segunda, en México (1901); la tercera, en Río de Janeiro (1906); la cuarta en Buenos Aires (1910); la quinta en Santiago de Chile (1923); la sexta en La Habana (1928); la séptima en Montevideo (1933); y la octava en Lima (1938).

5 Organismo creado en 1910 como parte central de la Unión de las Repúblicas Americanas (1890), durante la IV Conferencia Interamericana realizada en Buenos Aires. Se encargaba de la difusión de acuerdos y resoluciones establecidas en las conferencias interamericanas en las que participaban países miembros como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, entre otros.

y multilaterales para el desarrollo económico y la seguridad, además el compromiso de aportar al desarrollo y a la estabilidad económica mundial.

La cooperación técnica se presentó como un pacto para la realización de planes y programas que fomentarían el desarrollo de la ganadería, la minería, la industria y el comercio, con la asesoría del Consejo Interamericano Económico y Social, Cies, que se encargaría de realizar estudios sobre el estado de los países en materia económica, instruir personal técnico y administrativo a través del intercambio y preparar trabajadores, personal auxiliar de fábricas e industrias. La cooperación financiera continuaría a cargo del Fondo Monetario Internacional FMI y del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento BIRF, principalmente.

En ese contexto, se organizaron una serie de conferencias como resultado de una campaña que a nivel mundial se venía gestando a partir de la III Conferencia General de la UNESCO, celebrada en Beirut en 1948, en la cual se propuso:

- La organización de un centro de documentación e intercambio sobre educación.

- El establecimiento de la enseñanza primaria obligatoria.

- El fomento de la educación para adultos, mujeres y niños.

Igualmente, se realizaron distintos seminarios por parte de la Organización de Estados Americanos, OEA: I Seminario Regional de Educación, en 1948, en Caracas; Seminario de Alfabetización y Educación de Adultos, en 1949, en Río de Janeiro; y el Seminario de Educación Primaria, en 1950, en Montevideo, en el que se logró diseñar un plan de estudios para la educación primaria.

1.3 La llegada de Misiones Internacionales

Las perspectivas de la planeación y el desarrollo comenzaron a ser visibles a partir de la contratación y de las visitas de misiones extranjeras que llegan al país a diagnosticar las condiciones económicas, sociales, políticas y educativas: la Misión Currie, en 1949, y la Misión Economía y Humanismo o Misión Lebret, en 1954, orientadas desde los principios de la cooperación técnica internacional. Los organismos internacionales se centraron, en diagnosticar, recomendar y establecer criterios para la formulación de la política nacional.

Educación en Colombia siglo XX. Entre cooperación y configuración

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