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La entrevista no es solo eso
ОглавлениеEste libro de entrevistas a baladistas argentinos –el primero en realizarse– nos permite acercarnos a algunos de los rasgos típicos de la balada romántica. Como ocurre con la letra de una canción, no podemos conferirle a su intérprete, autor o compositor la razón última del significado; la perspectiva del sujeto productor se trata de un acercamiento más, de un valor adicional, de un dato que desde ahora nos ayudará a resignificar esa canción sabida o volver a una balada con nueva información y, por tanto, nueva sensibilidad. Aunque por motivos de análisis separemos los componentes de la expresión musical, ello solamente ocurre para desentrañar el misterio que nos embelesa o al cual nos quiere transportar.
Vale la pena dedicar algunos renglones para caracterizar aquello que una entrevista supone. Es un género que se mueve en las lindes de lo informativo y lo opinativo, es decir, da cuenta de lo que alguien piensa sobre algo a través de un juego discursivo producido entre el entrevistador y el entrevistado. Una entrevista no es solo la transcripción de lo preguntado y lo respondido; aunque en apariencia remite solamente a estas acciones, supone un primer nivel de traducción del diálogo entre los actores y su transporte al papel –al texto– que involucra otra materialidad y, por tanto, otra experiencia. Leer una entrevista no es “estar ahí”, sino acceder a una experiencia que nos da cuenta de lo que “ahí pasó”, aunque también nos permite una determinada recreación de ese encuentro.
En cuanto a la dimensión informativa, la entrevista puede ser objetiva, narrativa o descriptiva; es decir, el autor testifica lo que ocurre en su entorno y, al describirlo, lo conoce y se acerca a él; así, le es más cercano, una especie de llamada a involucrarse. Lo menos conocido es lo que carece de importancia. Lo informativo se refiere a aquello en lo que el autor se hace testigo, da cuenta de los grandes sectores de lo real y nos lo cuenta para que le creamos. La dimensión informativa que estas entrevistas despliegan supone un conjunto de modalidades discursivas que ayudan a completar este acercamiento a lo real. Los géneros periodísticos informativos no se encuentran en oposición sino que forman una gradación a través de la cual el periodista/locutor/mediador quiere dar cuenta de lo que pasó; así noticia-entrevista-crónica-reportaje forman una gradación de acercamiento a la realidad y de vinculaciones con la dimensión –también real– de la propia subjetividad; nuestra realidad no está alejada de nuestros modos de relacionarnos con lo que nos rodea; por si no fuera poco, cada género informativo presenta subdivisiones, modalidades propias que le permiten construir un pequeño cosmos interno dentro de las posibilidades del género.
Si bien en los géneros periodísticos cuenta un principio de actualidad, novedad e interés, en las entrevistas que nos presenta Londoño leemos relatos –aun cuando leamos transcripciones de lo preguntado y lo contestado– que nos ofrecen una “manera de actualidad”, es decir, una forma de leer la presencia de estos cantantes y las canciones que hicieron famosas en el hoy de la entrevista para confrontarlo con el hoy de la lectura.
A través de preguntas y respuestas reconocemos una dimensión expresiva y en ello Londoño –sin ser su intención– opta por cierta escrupulosidad en el uso de estos mecanismos discursivos, donde la sola experiencia de transcripción da cuenta de lo dicho y sentido por los entrevistados.
La entrevista es comunicación, diálogo, movimiento entre el ir y venir de preguntas y respuestas. Londoño es respetuoso, da tiempo para pensar y pregunta aquello que el entrevistado desea; de tal modo, estamos ante entrevistas respetuosas que se erigen como valiosos testimonios en sí mismos y no como productos del protagonismo de quien las hace. En ese sentido, el entrevistado se expresa a partir de aquello que conoce, aunque también a través de lo que aflora durante la conversación gracias al hilo de confianza que permite el entrevistador. Estos textos no constituyen entrevistas de entretenimiento o ejemplares de periodismo rosa; su intención se mueve entre lo académico y lo informativo, entre lo etnográfico y lo histórico, con el fin de respetar esa geografía íntima de la interpretación y la historia de cada cantante convocado y, también, con el propósito de posicionar la balada romántica como un género musical –una práctica discursiva– susceptible de ser estudiada sistemáticamente en la academia.
Las entrevistas que realiza Londoño conforman intercambios discursivos dialógicos, abiertos, sinceros, sin ambages y sin grandes elaboraciones. Debemos señalar que Londoño ha cultivado durante más de diez años la entrevista académica en el campo de las ciencias del lenguaje, aunque estos trabajos tienen otra espesura en su acompañamiento. Ahora nos enfrentamos a textos fluidos que de manera muy organizada nos ubican en el abecé de cada artista: su vida, su infancia, sus influencias musicales, sus aprendizajes, sus éxitos, sus retos. De esa manera se obtiene un mural lírico de gran belleza y, como la canción misma, de una exquisita simplicidad, que incluso nos atrae a quienes no somos especialistas en la lírica argentina de esa época; en suma, este libro nos introduce en un género provisto de piezas musicales que perviven en el corazón del amante latinoamericano, como parte de un patrimonio intangible que nos ha enseñado a amar y a sentir.