Читать книгу La breve luz de nuestros días - Pablo Ottonello - Страница 15

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Bompa dice que no me preocupe, que la luz, la llama el fantasmita, se irá poco a poco. Debe ser algo normal. Una reacción alérgica. No se anima a hacer diagnósticos. Por supuesto que no le creo. ¿Quién tiene el brazo abrillantado como una anguila eléctrica y no se preocupa? ¿Y si esto termina en amputación? (¿Me la merezco?) Ellos, médicos titubeantes, no saben qué decirme. Me han sugerido hacerme ver en Buenos Aires, pero no tengo energía para someterme los controles policiales. Además, mi foto circuló por los diarios. Peligro de linchamiento: venganza contra el científico intoxicador. Tomo analgésicos y pastillas para dormir. Gloria no me atiende el teléfono. Bompa pide paciencia. Sufrió mucho, pobre mujer. Quiero ver a mis hijos, Bompa, le digo. Paciencia, dice. Paciencia y el pastillero a mano.