Читать книгу Hacia la disrupción digital del trabajo social - Paula Méndez Domínguez - Страница 30

La digitalización supone una transformación social sin precedentes, de la que no está ajeno el Trabajo Social ni sus organizaciones, y por la que se interiorizan cambios culturales y tecnológicos que mejoran nuestro funcionamiento y respuesta profesional. Son muchos los autores que han venido señalando la lenta incorporación del trabajo social al contexto online (Hidalgo y Lima, 2018) aun cuando en su actuación profesional se haya incorporado de manera habitual el uso de las nuevas tecnologías. De acuerdo con Pérez et al. (2012),

la utilidad de las TICs dentro del ámbito profesional del Trabajo Social es indudable. Ahora es necesario, por una parte, formar expertos del Trabajo Social capaces de utilizarlas de manera eficaz, no sólo aprovechando al máximo sus recursos, sino implementando sus capacidades (p. 59).

Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs) se utilizan entre los trabajadores sociales, sin apenas ser conscientes de ello, para la gestión de datos y de recursos y en la coordinación entre profesionales y servicios. De manera más reciente y ante la situación sanitaria y social generada por la actual pandemia provocada por la COVID-19, se ha acelerado la búsqueda en el uso positivo de la tecnología de nuevas formas “no presenciales” y “semipresenciales” de ofrecer atención y proveerse de soporte social. Las TICs han transformado la esencia y la praxis del trabajo social, abriendo a la disciplina “una dimensión más amplia en materia de investigación, terapias, intervenciones y redes sociales sobre el terreno” (López-Peláez, Pérez y Aguilar, 2018, p. 804).

Ante este proceso de digitalización general el Trabajo Social no solo ha de saber adaptarse, incorporando los nuevos medios y contextos on-line a su práctica profesional, sino que desde ellos ha de maximizar la calidad de sus resultados en las actuaciones desarrolladas. La función complementaria de estas nuevas oportunidades ha de sumar en beneficio de los objetivos de bienestar social. Este es el espacio de análisis crítico y propositivo en torno a las fortalezas y debilidades que el escenario de la digitalización presenta para el Trabajo Social, de forma que sea capaz de identificar estrategias y propuestas de trabajo que permitan el equilibrio entre su compromiso con la transformación social y las oportunidades de la transformación digital.

Para ello, y en coherencia con la capacidad propia del Trabajo Social de elaborar, a partir de elementos dispersos de la realidad, una comprensión reflexiva y global de los acontecimientos sociales con los que convive aportando pistas de acción y soluciones efectivas (De Robertis, 2003), es momento de poner en valor su comportamiento adaptativo, de tomar decisiones rápidas, con soluciones a problemas complejos, y siendo especialmente sensibles a las personas, por encima de teorías, conceptos o estructuras, en este caso digitales (Palma-García y Pacheco-Mangas, 2017).