Читать книгу El Capitán Veneno - Pedro Antonio de Alarcón - Страница 4

PARTE PRIMERA
HERIDAS EN EL CUERPO
II
NUESTRA HEROÍNA

Оглавление

En el piso bajo de la izquierda de una humilde pero graciosa y limpia casa de la calle de Preciados, calle muy estrecha y retorcida en aquel entonces, y teatro de la refriega en tal momento, vivían11 solas, esto es, sin la compañía de hombre ninguno, tres buenas y piadosas12 mujeres, que mucho se diferenciaban entre sí en cuanto al ser físico y estado social, puesto que éranse que se eran13 una señora mayor, viuda, guipuzcoana, de aspecto grave y distinguido; una hija suya, joven, soltera, natural de Madrid, y bastante guapa, aunque de tipo diferente al de la madre (lo cual daba a entender que había salido en todo a su padre),14 y una doméstica,15 imposible de filiar o describir, sin edad, figura ni casi sexo determinables, bautizada, hasta cierto punto,16 en Mondoñedo, y a la cual ya hemos hecho demasiado favor (como también se lo hizo aquel señor Cura) con reconocer que pertenecía a la especie humana…

La mencionada joven parecía el símbolo o representación, viva y con faldas,17 del sentido común: tal equilibrio había entre su hermosura y su naturalidad, entre su elegancia y su sencillez, entre su gracia y su modestia. Facilísimo18 era que pasase inadvertida por la vía pública, sin alborotar a los galanteadores de oficio, pero imposible que nadie dejara de admirarla19 y de prendarse de sus múltiples encantos,20 luego que fijase en ella la atención.21

No era, no (o, por mejor decir, no quería ser), una de esas beldades llamativas, aparatosas, fulminantes, que atraen todas las miradas no bien se presentan en un salón, teatro, o paseo, y que comprometen o anulan al pobrete que las acompaña, sea novio, sea marido, sea padre, sea el mismísimo Preste Juan de las Indias…22 Era un conjunto sabio y armónico de perfecciones físicas y morales, cuya prodigiosa regularidad no entusiasmaba al pronto, como no entusiasman la paz y el orden; o como acontece con los monumentos bien proporcionados, donde nada nos choca ni maravilla hasta que23 formamos juicio de que,24 si todo resulta llano, fácil y natural, consiste en que todo es igualmente bello. Dijérase25 que aquella diosa honrada de la clase media había estudiado su modo de vestirse, de peinarse, de mirar, de moverse, de conllevar, en fin, los tesoros de su espléndida juventud, en tal forma y manera, que no se la creyese pagada26 de sí misma, ni presuntuosa, ni incitante, sino muy diferente de las deidades por casar que hacen feria de sus hechizos y van por esas calles27 de Dios diciendo a todo el mundo: Esta casa se vende… o se alquila.

Pero no nos detengamos en floreos ni dibujos,28 que es mucho lo que tenemos que referir, y poquísimo el tiempo de que disponemos.

11

vivían: the student must learn to recognize the subject far after the verb, constantly in this text, and commonly.

12

piadosas: any adjective may precede its noun in a complimentary way.

13

éranse que se eran, there were so there were: children's style; que, in such clauses as this, is frequently to be ignored in translation, or else is to be rendered by and. The verb ser rarely takes a reflexive.

14

salido en todo a su padre, had turned out to look like her father: salirse a, in the sense of parecerse a, to look like.

15

doméstica, servant: this poor girl is abused throughout the story.

16

hasta cierto punto, to a certain extent: not used here seriously, but rather trivially. The author often drops into a coterie style.

17

con faldas, with skirts on: facetious. Cf. hígado con pies y sombrero, 'a liver with feet and hat'. Niña de la Bola, p. 126. Such often in Alarcón.

18

Facilísimo: Felicísimo in the 10th edition.

19

dejara de, should fail to: preposition echoes the prefix.

20

prendarse de, be taken with: a common construction.

21

luego que fijase en ella la atención, as soon as he observed her; literally, as soon as he fixed his attention on her. Cf. parar atención en, parar mientes en.

22

Preste Juan, Prester John: anglicized form of the name of a medieval king in Asia, whom missionaries reported as converted. About the name grew up fanciful and extravagant stories.

23

hasta que, till that [we form an opinion]: note the que for the preposition to lean on; so, following note.

24

de que, of [the fact] that: the preposition needs que.

25

Dijérase, It might be said: Alarcón very often puts the pronoun as an enclitic, at the end of the verb.

26

pagada, paid, satisfied, then self-satisfied. Cf. pagarse de meras palabras, be satisfied with mere words, Bello-Cuervo, Gramática, p. 1.

27

esas calles de Dios: say these blessed streets.

28

detengamos en: cf. second note 6, 7.

El Capitán Veneno

Подняться наверх