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Preguntas relacionadas con la capacidad de estudiar en situaciones convivenciales familiares permanentes

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El criterio que se tuvo en cuenta para este punto de interés fue adentrarnos en dos situaciones: 1) área de aprendizaje usando tecnología remota, y 2) la manera en que el aislamiento obligatorio afectaba la sociabilidad con compañeros, profesores y otros relacionados con el campo educativo.

A continuación se presentan los resultados obtenidos sobre las preguntas referentes específicamente a las posibilidades de estudiar, rendimiento académico, aprendizaje a partir del uso de las diversas tecnologías disponibles. Recordemos que la intención no es evaluar estas herramientas, sino cómo la convivencia obligatoria de todo el grupo familiar en el hogar pudo incidir en el rendimiento de aprendizaje en diferentes aspectos.

Para ello comenzamos con una pregunta simple para evaluar si los estudiantes sentían que esta situación afectaba o no su estudio.

Si observamos el gráfico, la respuesta afirmativa (casi 50%) señala que la convivencia obligatoria en familia afecta las posibilidades y rendimiento en el estudio. Ahora bien, lo que nos llamó la atención es el grupo “no sé”, con 21,5%, ya que se podría afirmar que casi un quinto (1 de cada 5) de la población que participó en la encuesta siente que el impacto es relativo. Por ende, deberíamos decir que no es contundente la afirmación de que la cuarentena afecta las posibilidades de continuar con el estudio.

Ahora bien, la encuesta prosigue con una pregunta de múltiples opciones, en la que se pide una comparación entre las clases presenciales y las remotas. Se les ofrece una escala sencilla (mejora, iguala, empeora) aplicable a las apreciaciones del (1) área capacidad de aprendizaje y del (2) área de sociabilidad educativa.

¿Sentís que estos aspectos de la convivencia afectan tu posibilidad de estudio y tu rendimiento?


Fuente: encuesta de elaboración propia (septiembre-octubre de 2020).

Comparación entre experiencias con clases presenciales versus clases virtuales


Fuente: encuesta de elaboración propia (septiembre-octubre de 2020).

Ítems que fueron medidos en relación con el campo de estudio:

a) Tiempo de estudio (medido en horas)

b) Capacidad de entender la clase (seguir las explicaciones del profesor)

c) Capacidad de estudio (lecturas y/o trabajos prácticos)

Ítems que fueron medidos en relación con el área de sociabilidad educativa:

d) Relaciones con pares (mantener contacto con compañeros)

e) Relaciones con profesores (contacto con los profesores fuera del tiempo de clase)

f) Vida social universitaria (sociabilidad con otros aspectos universitarios, por ejemplo, cursos, extensión universitaria, etc.)

Con respecto a los tres primeros ítems (área de aprendizaje), podemos observar en el gráfico 7, en consonancia con lo que se afirmó anteriormente (gráfico 6), que hay aspectos en que la cuarentena obligatoria no afectó de manera negativa. Así lo demuestra el primer punto referente al tiempo dedicado al estudio (medido en horas), que claramente mejoró con respecto a las clases presenciales. Asimismo, resaltamos que la capacidad de estudio (medida en lecturas en casa y trabajos prácticos) fue evaluada, en su mayoría, como igual que en la instancia presencial. En este último caso, la barra que mide la opción empeora, no supera a mejora, con lo que podríamos afirmar que en líneas generales los alumnos no se vieron en su mayoría afectados para leer y hacer trabajos en casa.

Pero nos llama la atención que la capacidad de entender las clases (con profesor presente online) sí empeoró con respecto a las clases presenciales. Aquí puede haber diferentes factores que estén interviniendo y que no fueron medidos. En primer lugar, se debe tener en cuenta que hay factores tanto psicológicos como psicopedagógicos en algunos estudiantes, como dislexia o síndromes atencionales. Estas causas se ven fuertemente afectadas por la virtualidad.

En segundo lugar, otras de las dificultades no evaluadas son las tecnológicas, como conexión a internet y/o audio, que sabemos son muy variables e inestables en nuestro país. También se debería tener en cuenta el tiempo de duración de la clase, que pueda afectar los tiempos atencionales. Otro elemento a considerar es la capacidad del profesor de adaptarse a las nuevas exigencias de las clases remotas. Es de conocimiento general que esta experiencia es un desafío complejo para todos, especialmente para los docentes que deben cambiar todas sus técnicas didácticas y preparar las clases con nuevos formatos.

Todas estas posibilidades y quizá otras no tenidas en cuenta pueden afectar la calidad del aprendizaje y la comprensión de las clases virtuales. Ahora bien, veamos qué se observó en los ítems medidos referentes a la sociabilidad.

Por lo que podemos observar, la imposibilidad de tener clases presenciales afectó claramente la sociabilidad de los alumnos. Son muy notorias las diferencias con las medidas de mejoró o igualó las relaciones interpersonales entre compañeros y profesores. También es notorio el resultado obtenido referente a vida universitaria. Si esta es entendida por todas las relaciones extraáulicas, posibilidades de cursos, extensión universitaria, vida social y demás, claramente es lo que esta situación de cuarentena obligatoria vio suspendida.

Por esto podemos afirmar que la capacidad de aprender, los tiempos dedicados al estudio y temas referentes a la capacidad de continuar con el estudio tuvieron un impacto relativo, quizá relacionado más con situaciones individuales que colectivas. Pero en relación con las relaciones interpersonales, definidas como sociabilidad, mostraron un impacto negativo muy amplio.

A modo de unas primeras conclusiones de esta encuesta, podríamos afirmar que la vida en familia sufrió un proceso de resocialización, exigiendo una cooperación entre todos los miembros demostrada en la distribución de tareas domésticas, organización del tiempo y el espacio de convivencia, pero también situaciones de cambios de humor, pérdida de privacidad, estrés por continuidad imprevisible de cuarentena.

Estos temas convivenciales, sin embargo, no afectaron de manera determinante las capacidades educativas, ya que se observó que el tiempo para dedicarse al estudio mejoró, así como la posibilidad de hacer trabajos y leer materiales de estudio es similar a la situación presencial. Sin embargo, la sociabilidad universitaria es claramente el punto neurálgico más negativo que demuestra claramente que esta etapa de formación educativa necesita ser evaluada no solo por los contenidos transmitidos y aprendidos, sino también por las relaciones sociales perdidas en tiempos de aislamiento obligatorio.

A pesar de que los jóvenes que participaron en las encuestas permanecen acompañados por sus familiares, las relaciones diversas con pares, profesores y todo lo que implica la vida universitaria es lo que demuestra la falencia o el cambio mayor que afectó a los estudiantes.

Experiencias pedagógicas en pandemia

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