Читать книгу El contrato de cash pooling en los grupos de sociedades. Aspectos contractuales, societarios y concursales - Silvia Valdés Pons - Страница 11

1.4. Caracteres generales

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El contrato de cash pooling puede calificarse como un contrato mercantil, atípico, no formal, de derecho real y obligacional, plurilateral, y de tracto duradero. Sin perjuicio de su desarrollo posterior, vamos ahora a referirnos a estos caracteres de forma muy sintética.

El cash pooling es un contrato atípico e innombrado5. No existe en todo nuestro ordenamiento jurídico ninguna norma que se encargue de desarrollar concretamente alguno de sus aspectos, por lo tanto, su estudio se remite a las normas sectoriales de las diversas relaciones jurídicas que lo componen. En efecto, éste no se caracteriza por ser un contrato autónomo e independiente, sino que su existencia o validez se ajusta a otros varios. En este sentido, su contenido resulta complejo. En todo caso, aun con el límite legal, la relación entre las partes que acuerdan celebrar un cash pooling se rige, como en cualquier supuesto contractual, por las condiciones, el objeto y la finalidad que de acuerdo con su libertad y autonomía de voluntad hayan pactado y tenido por conveniente (art. 1255 CC)6. La atipicidad define al cash pooling como un contrato no formal. Pese a ello, su compleja configuración, el número de sujetos participantes en el contrato, y sus derechos y obligaciones hacen ineludible el recurso a la forma escrita7.

Entendemos además que es un contrato de tipo híbrido que engloba elementos tanto de derecho real como de derecho obligacional o de crédito8. No pensamos que pueda enmarcarse exclusivamente como uno u otro, sino que consideramos que se trata de un caso intermedio. Hay un elemento real innegable que viene determinado por la necesaria entrega de saldos acreedores o deudores por parte de la sociedad al socio o viceversa, en ausencia del cual no sería posible lograr el objeto del sistema de gestión, esto es, cubrir las necesidades financieras de las empresas participantes que lo precisan y aumentar la rentabilidad de los recursos del grupo tanto como sea posible. Pero opinamos que este elemento real posee a su vez, un contenido obligacional conexo. Por virtud del contrato de cash pooling nace una obligación en cuya virtud, la sociedad pooler puede exigir a la sociedad filial el cumplimiento de la realización de flujos ascendentes de tesorería en los términos acordados en el contrato (art. 1.088 CC), y en caso de incumplimiento, podrá forzar al deudor para que responda con todos sus bienes, presentes y futuros (art. 1.911 CC)9. Desde este punto de vista, nos parece que lo más adecuado es considerar que en el cash pooling conviven elementos tanto reales como obligacionales o de crédito10.

El cash pooling es también un contrato plurilateral que genera una serie de obligaciones recíprocas a cargo de las partes, con el propósito principal de lograr la conciliación de unos intereses contrapuestos y obtener de este modo un fin común11. Se ha apuntado, de hecho, en la doctrina más destacada que, en el ámbito de los contratos plurilaterales, el beneficio obtenido por las partes no trae causa de un simple intercambio de prestaciones sino de una colaboración organizada12. Efectivamente, pese a que en un contrato de cash pooling las relaciones entre las partes se compensan y se liquidan de manera bilateral, esto es, entre cada sociedad filial y la sociedad pooler, conviene tener presente que el objeto del contrato de cash pooling exige una colaboración conjunta entre todas las sociedades del grupo que necesariamente lo convierte en un contrato plurilateral.

Éste debe entenderse como un contrato duradero o de tracto sucesivo. En efecto, las prestaciones asumidas por las partes no se cumplen en un solo acto sino de manera continuada o periódica.

El contrato de cash pooling en los grupos de sociedades. Aspectos contractuales, societarios y concursales

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