Читать книгу El profeta pródigo - Timothy Keller - Страница 16
Reconocer la gracia común
ОглавлениеTambién aprendemos que los creyentes deben respetar y aprender de la sabiduría que Dios da a aquellos que no creen. Los marineros paganos son una representación gráfica de lo que los teólogos han denominado “gracia común”.
En [este] episodio, la esperanza, la justicia y la integridad no residen en Jonás […] sino en el capitán y en los marineros […]. Aunque las víctimas inocentes, los marineros, nunca se quejan de que sea una injusticia. Se encuentran en una situación de peligro que no es culpa suya, tratan de resolverla por el bien de todos. Nunca se regodean en la autocompasión, ni amonestan a un dios furioso […], ni condenan al mundo arbitrario, ni se ceban con el culpable, Jonás, por venganza, ni promueven la violencia como respuesta.8
La doctrina de la gracia común es la enseñanza de que Dios confiere los dones de sabiduría, comprensión moral, bondad y belleza entre toda la humanidad, sin importar la raza ni la creencia religiosa. Santiago 1:17 dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes”. Esto quiere decir que Dios, en última instancia, posibilita cualquier acto de bondad, sabiduría, justicia y belleza, sin importar quién lo lleve a cabo. Isaías 45:1 habla de Ciro, un rey pagano, al que Dios unge y usa en el liderazgo mundial. Isaías 28:23-29 nos habla de que cuando un agricultor recoge fruto, es Dios quien le ha mostrado cómo hacerlo.
Por tanto, toda expresión artística buena e increíble, el cultivo, los gobiernos eficaces y los avances científicos son regalos de Dios a la raza humana. Son regalos de la misericordia y la gracia de Dios que no merecemos. También son “comunes”. Esto significa que se distribuyen a cualquiera y entre todos. No hay ninguna indicación de que el monarca o el agricultor que Isaías menciona hayan aceptado a Dios por la fe. La gracia común no regenera el corazón, no salva al alma y no crea una relación personal y de pacto con Dios. Sin embargo, sin ella el mundo se convertiría en un lugar donde sería imposible vivir. Es una expresión maravillosa del amor de Dios por todas las personas (Salmo 145:14-16).
Sin duda, la gracia común estaba mirando a Jonás directamente a los ojos. Jonás mismo era receptor de lo que se ha denominado la “gracia especial”. Había recibido la Palabra de Dios, una revelación de su voluntad que no estaba al alcance de ninguna mente o sabiduría humana, por muy grande que fuese. Jonás era seguidor del Señor, el Dios verdadero. Así que, ¿cómo era posible que los paganos eclipsaran a Jonás? La gracia común significa que a menudo los no creyentes actúan con más rectitud que los creyentes a pesar de no tener fe, mientras que los creyentes, llenos del pecado que subsiste, a menudo actúan mucho peor que lo que su fe correcta en Dios nos hace creer. Todo esto implica que los cristianos deben ser humildes y respetar a quienes no comparten su fe. Deberían apreciar el trabajo de todo el mundo, ya que saben que los no creyentes tienen mucho que enseñarles. Jonás está aprendiendo esta realidad por las malas.