Читать книгу Solo se lo diría a un extraño - Varios autores, Carlos Beristain - Страница 19

Catorce

Оглавление

Crecí en una familia cómoda pero disfuncional. Mamá en su cuarto, papá en su mundo. Hermano mayor con distrofia muscular. Nos trataron por igual, pero era evidente que yo era más veloz, más fuerte y mucho más travieso. Sus armas eran el carácter, la palabra y una aguda inteligencia. Siempre fui competitivo. Hasta cuando no debía. Incluso contra él.

Su muerte llegó de golpe, cuando yo entraba a la pubertad y él salía de la adolescencia. La comodidad a la que estábamos acostumbrados murió con él. Ellos se quedaron con su pena y yo, con muchas preguntas sin respuesta. Ante esa soledad, no me quedó otra que tomar las riendas de mi vida. Me dediqué a mostrarme invencible. Ligero de equipaje. Competir contra los vivos era más fácil.

Con los años, empecé a disfrutar de mi vulnerabilidad. Sigo siendo competitivo, pero aprendí a perder, aunque duela. Me casé, tuve un hijo, me separé, me volví a juntar, y llegó mi hija. Aprendo más de ellos que ellos de mí, aunque les haga creer lo contrario. Hay hábitos que nunca mueren.

Me enamoré de las palabras, de las historias y de la gente que sabe contarlas. De los silencios, de la brevedad, de lo simple. De las curiosidades, de reírse de uno mismo, de perderle el miedo al ridículo. De revelarse frente a todo, de las sutilezas y de usar el humor como combustible.

Y esto me llevó hace poco a inscribirme en un taller virtual de escritura con personas a las que conocía poco y nada. Con sus palabras, historias, risas y silencios, ellas enriquecieron mi vida en cada encuentro, como una orquesta de ventanas llenas de violines, oboes y trombones, donde yo, con mi pequeño triángulo, colaboro con mi música.

Solo se lo diría a un extraño

Подняться наверх