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4. DICCIÓN, LENGUA Y MÉTRICA DE LOS FRAGMENTOS

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Con la desaparición casi completa de las partes líricas, ya en las últimas obras de Aristófanes, coincide una drástica reducción de elementos poéticos en la dicción de los poetas de la Mésē . Ya el anónimo Sobre la comedia apuntaba el carácter excepcional de lo poético en esta etapa de la comedia ática 246 .

El único trabajo de conjunto que nos es conocido sobre la lengua de la Mésē es la antigua monografía de F. Selvers 247 , que en sus conclusiones se limitaba a advertir la coexistencia de una dicción cotidiana con formas más elevadas, debidas a la historia del verso o a la imitación de otro género de dicción alta.

Dos orientaciones, sin embargo, deben regir modernamente, en nuestra opinión, los estudios sobre la lengua y dicción de los fragmentos de la Comedia Media: su relación con el progresivo desarrollo de la koiné , teniendo en cuenta la importancia del ático del siglo IV a. C. en la misma, y la estrecha relación entre lengua y comicidad, que si bien en Aristófanes dio sus más conocidos frutos, continuó viva en la etapa inmediatamente posterior 248 .

Podemos afirmar que una serie de rasgos aislados, que obedecen a la progresiva regularización de los sistemas fonético y morfológico, acercan la lengua de estos poetas a la koiné , en consonancia con la evolución del ático de esta época. Sin embargo, esta tendencia contrasta con la conservación de elementos del ático más puro, lo cual establece una distancia con la lengua de los prosistas, especialmente los oradores; sin duda, razones de género literario debieron de condicionar esta divergencia. Aunque el modelo de Aristófanes resultaba ya insuperable, se constata la vitalidad de la lengua de los cómicos en la formación de palabras; en esta creatividad destacan Alexis y Antífanes, en quien se da un mayor número de neologismos en -ma . Por otra parte, en el léxico de los fragmentos se advierte una amplísima comunidad con los prosistas de la época, especialmente con los tratados hipocráticos, y la prosa tardía.

En cuanto a la dicción, debemos considerar en qué medida el uso de la lengua por los poetas de la Comedia Media está al servicio de la función dominante del género que, en esta etapa como en otras, es la comicidad. Así, entendida ésta como una toma de posición frente a la norma cotidiana implícita en el ánimo del espectador, el efecto cómico se consigue mediante la manipulación del contexto lingüístico o extralingüístico que representaría la norma, ya sea enfrentándose a él, respetándolo de una manera exagerada, o a través del recurso a algo exterior a la lengua, o contexto. Partiendo de los distintos niveles de lengua, ya estudiados para Aristófanes 249 , y teniendo en cuenta los distintos niveles del lenguaje, del fónico al sintáctico, los poetas de esta época muestran todavía una notable creatividad y gusto por la parodia. Entre los compuestos, principalmente de preposición o preverbio, no son pocos los hápax legómena , o palabras únicamente atestiguadas aquí, y los prôton legómena , o primeras apariciones atestiguadas en la Comedia Media. Los ritmos coloquiales del discurso y los diálogos breves y rápidos, propios de la lengua coloquial, no son infrecuentes en la Comedia Media, como en Teófilo (8 K.-A.), así como las fórmulas, voces y estructuras propias de la dicción cotidiana 250 . El abigarrado mundo temático del que se hacen eco los poetas de esta época encuentra su correlato, por ejemplo, en expresiones que ilustran la dicción y el léxico de banquetes, bebidas y mercados 251 ; o fórmulas de asuntos de Estado o públicas, trasladadas frecuentemente a un contexto cómico 252 . No falta el uso de diminutivos, que entran de lleno en la «función emotiva», con una clara pretensión cómica: series de diminutivos de carnes y pescados encontramos respectivamente en Anaxándrides 28 K.-A. y Anfis 35 K.-A.; como es de esperar, los diminutivos en -ion son los más frecuentes en los fragmentos de la Mésē , algunos hápax legómena y otros prôton legómena .

La parodia de los lenguajes técnicos ocupa un lugar destacado en la Comedia Media, con especial referencia a dos tipos cómicos en los que nos hemos detenido, el médico y el cocinero. El dialecto dórico aparece como lengua de prestigio entre los médicos en un fragmento de La drogada con mandrágora , de Alexis (146 K.-A.) 253 ; ejemplo del lenguaje técnico de la medicina es Eubulo 81 K.-A. y del instrumental lo son Alexis 330 K.-A., y Antífanes 47 y 206 K.-A. Naturalmente debemos suponer que comedias con títulos relacionados con la medicina, a las que ya hemos hecho referencia, deberían de incluir parodia del lenguaje técnico y dialectal de estos profesionales. En boca de cocineros encontramos no sólo la enumeración de recetas, con largas y desesperantes alusiones a alimentos, condimentos e instrucciones para su preparación, sino también, como en Alexis 129 K.-A. toda una exposición pseudocientífica, en la que tono y léxico parodian la dicción de los médicos; en otras ocasiones, como hemos visto, el cocinero utiliza para subrayar su dignidad profesional la dicción épica o trágica 254 . Del juego entre los léxicos de las diversas téchnai es ejemplo Anaxándrides 34 K.-A.; en Mnesímaco 7 K.-A. se aplica el lenguaje castrense a un contexto simposial; Nicóstrato 30 K.-A. recurre también a una imagen militar.

A la parodia de otros géneros, sustentada frecuentemente en el sermo poeticus , ya nos hemos referido anteriormente. En la parodia de la tragedia, la imitación de la dicción de los poetas trágicos ocupa un lugar destacado, por encima de la imitación de situaciones y procedimientos trágicos. En este sentido, la imitación de la tragedia es difícilmente diferenciable en ocasiones de la del estilo ditirámbico, debido a la evolución de este último en la segunda mitad del siglo V a. C.; sus escenas de rituales sirven de pretexto a la Comedia Media para su aplicación a contextos de ritual culinario (Eubulo 75 K.-A.) La parodia de la dicción trágica sensu stricto se da tanto en poetas cercanos a Aristófanes, como Eubulo y Efipo 255 , como en otros tan próximos a la Comedia Nueva como Alexis 256 . Por su parte, la imitación de la dicción épica se basa en el uso de epítetos homéricos e imágenes arcaicas, y el efecto cómico se consigue al aplicarlas de manera inesperada a personajes que usan la locuacidad y la afectación verbal al servicio de la sublimación de su oficio, como vemos en el ya citado Estratón 1 K.-A. La imitación de la dicción poética, en fin, puede no depender de ningún género en concreto, sino que lo «poético» en su conjunto se considera unidad de nivel de lengua frente al habla cotidiana o incluso culta de la prosa, como es el caso de Anaxándrides 31 K.-A.

Entre los recursos verbales atestiguados en los fragmentos de la Mésē para la satisfacción de la función cómica, hay que mencionar los compuestos cómicos, tan del gusto de Aristófanes, que encontramos, aunque escasos y en poetas todavía próximos a la Comedia Antigua, en nuestros fragmentos, a veces de tres o más palabras como boubaukalósaula , «remariquitirrenqueo» (Anaxándrides 42.5 K.-A.); Brysōnothrasynomacheiolēpsikérmatos , «atrapa-monedas-como-Brisón-y-Trasímaco» (Efipo 14.3); triballopopanóthrepta , «vándalopancriados» (Eubulo 75.3 K.-A); hyposkafiókartos , «con corte de pelo de tazón» (Nicóstrato 31.2); psēfoperibombḗtria , «carracolapiloresonante» (Eubulo 56.3 K.-A.). Los compuestos de hyper-, pan- , etc., con valor de superlativos subrayados, algunos sólo atestiguados aquí y otros no necesariamente cómicos, también se encuentran en los fragmentos: megalóploutos (Eubulo 36.1 K.-A.), polypódeios (Efipo 12.7 K.-A.), semnogónos (Antífanes 172 K.-A.); una formación intensiva de superlativo es kyntatótatṓs , «lo más perro» (Eubulo 83 K.-A.) 257 ; en sentido contrario, compuestos de micro- con valor de diminutivos: micro-sitía (Alexis 2015 K.-A.) y microtrápezos (Antífanes 170.1 K.-A.). Un número considerable de compuestos, formados por dos elementos lexemáticos distintos se hacen cómicos por su carácter descriptivo, al tratarse de adjetivos o apodos, sobre todo si son formas no atestiguadas en otros lugares de la literatura griega, destinados a la ridiculización de individuos o tipos; basten algunos ejemplos: asōtodidáskalos , «el maestro de depravación», es un título de Alexis; lopadophysētḗs , «soplabandejas» (Mnesímaco 10.2 K.-A.); olbiogástōr , «pancicontento» (Anfis 10.2 K.-A.); satrapóploutos , «rico como un sátrapa» (Antífanes 223.1 K.-A.); philodikastḗs , «el juezófilo», título de Timocles; verbos como monofagéō (Antífanes 291 K.-A.) y monositéō (Alexis 271 K.-A.); Eubulo 137 K.-A. es un ejemplo de acumulación de compuestos con fines cómicos.

Entre los derivados algunos obedecen claramente a formaciones cómicas, como los femeninos regulares kléptria , «ladrona» (Sótades 2 K.-A.) y iatría , «médica» (Alexis 319 K.-A.); de un nombre como Filípides crea Alexis un verbo como philippidóomai (148.2 K.-A.), que traducimos por «filipidearse»; ejemplo de composición y derivación es el verbo philodespoteúomai (Anaxilao 42 K.-A.) 258 .

La acumulación verbal, con la que se consigue un efecto cómico 259 , se encuentra frecuentemente entre los fragmentos de la Comedia Media: por ejemplo, en Epícrates 8 K.-A., de la comedia El coro , encontramos una acumulación de interjecciones 260 . La acumulación de sustantivos más frecuente pertenece a la esfera de la ars culinaria , y consiste en las ya comentadas retahílas de alimentos, condimentos e instrumentos de cocina. La gradación, es decir, enumeración de elementos en estructura escalonada, tan frecuente en Aristófanes, se encuentra atestiguada en poetas de la Comedia Media cronológicamente cercanos a la Antigua, como Eubulo (3 y 93 K.-A.) y Anaxándrides (54 K.-A.) 261 . En ocasiones, la acumulación se reafirma mediante otros recursos estilísticos, como aliteración inicial de verso y políptoton (Arquédico 3.1-4 K.-A.; Antífanes 219 K.-A.), homoteleuton o aliteración final (Anaxándrides 68 K.-A.), homoteleuton y políptoton (Eubulo 115.1-5 K.-A.), aliteración inicial (Anaxándrides 28 K.-A.). En todos estos casos, se observa la mayor presencia de semejantes recursos en los poetas de la primera generación de la Comedia Media, como Efipo (3.6-11 y 14.6-8 K.-A.) y Eubulo (14 K.-A.), y donde Antífanes sería una excepción (105 y 146 K.-A.) 262 .

En los fragmentos conservados no faltan ejemplos de otros recursos estilísticos: paralelismo o simetría y aliteración, ya sin acumulación (Filetero 3.2-3 K.-A., Efipo 5.17-19 K.-A., Antífanes 36 K.-A.); aliteración sin más (Alexis 173 y 262 K.-A.; Antífanes 193 y 290 K.-A.; Epícrates 9.1 K.-A.; Timocles 20.3 y 21 K.-A.); cuando se persigue un fin paródico, como la crítica del sigmatismo de Eurípides (Eubulo 26 K.-A.) no hay duda de su función cómica; quiasmo dentro de un mismo verso (Alexis 25.7 K.-A.; Antífanes 193 y 258.1 K.-A.) o entre dos versos (Eubulo 65.3-4 K.-A.), generalmente de carácter gnómico.

Encontramos también otras figuras con pretensión cómica, como las comparaciones, en ocasiones insertas en fragmentos de tono gnómico (Alexis 46, 280 y 340 K.-A.) 263 , en las que se expresa la máxima libertad del poeta (Efipo 6.3-5 K.-A., Epígenes 2 K.-A.) 264 . En los fragmentos de la Mésē las metáforas cumplen la función cómica de dos maneras posibles. Por una parte, a través de la parodia poética, creándose así un contraste entre ēthos y tono: Eubulo 75 K.-A. es una acumulación de metáforas poéticas, combinadas con símiles que resaltan aún más el tono poético, en un contexto culinario 265 ; recordemos aquí el uso de semejante recurso en el gusto por la expresión alambicada, ya comentado, de inspiración ditirámbica. En otras ocasiones, la comicidad se consigue a través de la misma designación metafórica, es decir, por el mismo término referente: Anaxilao 32 K.-A. describe la vileza de los aduladores por medio de una metáfora continuada; en ocasiones son de carácter obsceno e injurioso (Eubulo 61.3, 82.2 K.-A.; Epícrates 8.4 K.-A.; Sótades 3 K.-A.); metáforas del mundo cotidiano leemos en aquel fragmento de Alexis, 113 K.-A., donde un padre las utiliza para describir la afición a la bebida de uno de sus hijos y la rusticidad del otro 266 . Sobre un mecanismo semejante al de la metáfora se construyen los apodos, de los que se ha proporcionado un buen número de ejemplos a propósito, sobre todo, de parásitos y heteras. En ocasiones, la metáfora consigue la comicidad basada en el aprosdókēton o lo inesperado, como cuando se dice de alguien que «come las catapultas y las lanzas» (Timocles 12.5 K.-A.) 267 . Otras veces, sin embargo, una metáfora responde sólo a una mera expresión coloquial, no necesariamente cómica: «una tempestad es el mozo para sus amigos» se dice del parásito que da título a una comedia de Alexis (183.7 K.-A.) 268 . La metáfora es también un recurso fecundo para la expresión de afirmaciones gnómicas, ya sean claramente cómicas (Timocles 37 K.-A.), o serias a la manera de Menandro 269 . Ejemplo de una alegoría ingeniosa es Efipo 5 K.-A., donde se alude a la política exterior de Atenas a través de la preparación de un gran plato, el Mediterráneo, en el que se guisa un pescado mayor que Creta 270 .

En los fragmentos también hallamos juegos de palabras: en ocasiones consisten en la oposición de verbos simples y compuestos de la misma raíz, o en la repetición del verbo 271 ; en otras, el juego de palabras presenta una elaboración notable, como en Arquédico 1 K.-A., por medio de la paranomasia o semejanza fonética entre dos términos muy distintos de significado; en Sótades 4 K.-A. el juego de palabras consiste en la fuerte aliteración de los verbos matheîn («aprender») y patheîn («sufrir»); sobre la anfibología del término kórai , que tanto se puede referir a «niñas» como a las «niñas de los ojos», juega Alexis (117 K.-A.) a propósito del bizco Calimedonte; un equívoco producido por la variedad dialectal se lee en Alexis 147 K.-A.

Frecuentemente la acumulación de epítetos cumple la finalidad cómica mediante el contraste con el sustantivo al que se aplica 272 . Otros recursos, en fin, como el apóstrofe, consiguen el efecto cómico a través de la extravagancia, fuente común de comicidad 273 .

Ya en las dos últimas comedias conservadas completas de Aristófanes, Las asambleístas y Pluto , podemos apreciar un proceso de drástica reducción de las partes líricas. En Pluto sólo hay un breve dialogo lírico (290-321) y, además del trímetro yámbico, el verso habitual de las partes dialogadas, sólo encontramos tetrámetros yámbicos y dímetros anapésticos. Dicho proceso se consumó en la Comedia Media: en Las vendedoras de guirnaldas de Eubulo, fragmentos 102 y 103 K.-A., tenemos los únicos testimonios de pasajes líricos corales, en ritmo predominantemente dactílico y probablemente parte de una párodo o entrada del coro. También a una párodo parecen pertenecer fragmentos en trímetros yámbicos o metros anapésticos, como Alexis 112 K.-A., Antífanes 91 K.-A. y Heníoco 5 K.-A. Es significativa la ausencia del tetrámetro trocaico, metro habitual en las parábasis y agones de la Comedia Antigua; sin embargo, el metro eupolideo de los fragmentos 209 y 239 K.-A. de Alexis, así como el contenido de los mismos, nos permite pensar que pertenezcan a las parábasis de sus comedias.

En cambio, la drástica reducción de las partes corales no comportó una métrica empobrecida, sino que dejó paso, por el contrario, a la diversificación y variedad 274 . Además de los habituales trímetros yámbicos y tetrámetros catalécticos, en los fragmentos de la Mésē encontramos, en primer lugar, dímetros anapésticos, en una veintena de fragmentos 275 ; a diferencia de los dímetros anapésticos en Aristófanes, eran recitados, como parece claro en los fragmentos de El cíclope de Antífanes, o el diálogo de Epícrates (10 K.-A); la mayor parte de los versos de ritmo anapéstico son de tema culinario, y nueve de ellos son listas que podemos relacionar con las escenas de pnîgos o sofoco de la Comedia Antigua. Los hexámetros dactílicos, que responden a la afición de los poetas por la parodia de los acertijos y del lenguaje oracular, se encuentran katà stíchon en ocho fragmentos 276 y en composiciones epódicas en tres fragmentos más 277 . Secuencias de ritmo kat’ enóplion se dan en tres fragmentos 278 , que o bien fueron cantados por un actor, es decir, en una monodia, o bien, a pesar de su carácter lírico, fueron simplemente recitados. El metro crético-peónico se encuentra en la serie de tres tetrámetros créticos de Eubulo 111 K.-A.; versos de ritmo coriámbico se encuentran en fragmentos de diferentes poetas 279 ; dáctilos líricos se hallan, entre otros lugares, en dos fragmentos (112 y 113 K.-A.) de Eubulo, de la comedia La vendedora de guirnaldas , que pudieron ser cantados, en una párodo, por el coro que da título a la comedia 280 . Por último, Axionico 4 K.-A. constituye un fragmento de tema culinario, perteneciente a la comedia El aficionado a Eurípides , compuesto por un buen número de versos en los que se alternan las secciones anapésticas con metros líricos, lo cual nos permite concluir o bien que todo el conjunto fuera lírico y, por tanto, se tratara de una monodia, o bien que ambas formas métricas fueran recitadas 281 . Teniendo en cuenta la sustancial reducción de partes corales en la Comedia Media, por una parte, y, por otra, la variedad métrica de los fragmentos conservados, podemos considerar, pues, con R. Pretagostini, que en la Comedia Media secciones tradicionalmente destinadas al canto eran ahora simples recitaciones, a tenor del tema de algunos de estos fragmentos con versos líricos, en ocasiones culinarios, y la imposibilidad de imaginar una mezcla desordenada de secciones cantadas y secciones recitadas.

Como era de esperar, el trímetro yámbico, reservado por el teatro griego para las partes dialogadas, es el metro habitual de los fragmentos conservados. Proporcionalmente 282 , se observa una evolución en el rigor respecto al tratamiento de este verso entre los poetas de la Mésē , de manera que en aquellos más cercanos a la Antigua, como Eubulo y Anaxándrides, es mayor el porcentaje de trímetros sin resoluciones, 47% y 43%, respectivamente, y menor en aquellos otros más cercanos a la Nueva, como Antífanes y Alexis, 39% y 35%, respectivamente. Quizá sorprende, además, que el porcentaje de trímetros yámbicos sin resoluciones sea de un 41% en el conjunto de estos cuatro significativos poetas de la Media, en tanto que en Aristófanes, el mejor conocido de los poetas de la Antigua, sólo llega al 25%; estos datos demuestran, siempre dentro de los límites que impone la comparación de corpora tan distintos, que la inexistencia de partes corales tan elaboradas como las aristofánicas no necesariamente comportó para aquellos poetas un menor rigor en la composición de kôla cuidadosamente elaborados. Por otra parte, a un lenguaje de estilo elevado corresponde, como es de esperar, un metro mejor construido: fragmentos que imitan el estilo de la tragedia o el estilo ditirámbico presentan frecuentemente ausencia completa de resoluciones 283 . En el conjunto de los trímetros yámbicos de nuestros fragmentos la ley de Porson se cumple en un 58%, porcentaje relativamente alto, y, como es natural, de manera más estricta en fragmentos de imitación de estilo trágico o ditirámbico 284 ; lo mismo podemos decir del respeto a las cesuras pentemímera o heptemímera 285 .

Fragmentos de la comedia media

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