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2. Parodia, imitación y polémica literarias
ОглавлениеDesde la misma Antigüedad la parodia fue considerada una de las características más destacadas de la Comedia Media. Según Ateneo (XI 482 C), Antíoco de Alejandría escribió un tratado Sobre los poetas objeto de burla en la Comedia Media . Como ya hemos visto, Platonio (Sobre las diversas clases de comedia , I 6-9; 56-67 Koster) señalaba que la Mésē , respecto de la Antigua, había cambiado el objeto de sus burlas, dirigidas ahora a los poetas, especialmente a Homero y a los trágicos.
La comedia postaristofánica continuó dirigiendo su mirada principalmente al gran género dramático, la tragedia, que ofrecía a los poetas cómicos un gran elenco de temas mitológicos, a los que ya hemos aludido.
La polémica entre trágicos y cómicos durante esta época se centrará en los valores literarios, y en concreto en la discusión sobre el estilo y los contenidos de la tragedia 40 . Sin duda, el fragmento que de manera más explícita polemiza sobre las diferencias entre ambos géneros dramáticos pertenece a la comedia La poesía de Antífanes (189 K.-A.), donde alguien, tal vez la Poesía misma personificada, se queja de las limitaciones de los poetas cómicos respecto a los trágicos: los segundos, a diferencia de los primeros, no han de inventar personajes y argumentos, y cuando el conflicto trágico se vuelve especialmente difícil de resolver pueden acudir a máquinas, artilugios y a la intervención de un dios que lo resuelve todo. Un fragmento de Los cocineros de Anaxilao (19 K.-A.) ridiculiza los versos de Esquilo al compararlos con la práctica de cocinar pescaditos. En otro fragmento de Antífanes (1 K.-A.) se satiriza la dicción solemne de Sófocles. De la popularidad de Eurípides en el siglo IV a. C. da cuenta un título como El aficionado a Eurípides de Axionico o la alusión explícita a este poeta en otros lugares de la Comedia Media (Antífanes 111 y 205 K.-A., Axionico 3 K.-A., Eubulo 26 K.-A. y Nicóstrato 29 K.-A.).
La parodia de Esquilo es muy escasa 41 y la influencia directa de Sófocles no parece haber sido mucho mayor 42 . En cambio, son numerosos los versos de Eurípides parodiados por los poetas cómicos de esta época, bien citados literalmente, o bien con modificación de algunas palabras para adaptarlos al contexto o para conseguir un fin cómico 43 . La imitación del estilo trágico resulta en ocasiones difícil de separar de la parodia del estilo ditirámbico 44 , ya que una de sus características, la fraseología en clave, circunlocutoria, que se acentuó en los ditirambos de la segunda mitad del siglo V y del IV a. C. 45 , resulta habitual en las partes líricas de las últimas tragedias de Eurípides. Así, el fragmento 124 K.-A. de Alexis, perteneciente a la comedia El cisne , constituye una burla de la dicción elevada en boca de un sirviente: largas series en asíndeton, regularidad métrica, grandiosidad de estilo y sucesión de adjetivos crean una impronta inconfundible, pero resulta imposible determinar si se trata de parodia de tragedia o de ditirambo 46 .
Ya desde la misma Antigüedad se identificaba como una característica de la Comedia Media el gusto por el estilo ditirámbico 47 , cuyas características esenciales son: regularidad métrica en los yambos, cierta indiferencia a la repetición verbal y estilo participial y aposicional 48 . Eubulo, en unos versos pertenecientes a la comedia Ortanes (75 K.-A.), parodia el estilo ditirámbico; si en la tragedia este estilo se asocia frecuentemente con actos de ritual, el «ritual» en el fragmento de Eubulo es culinario y, con mucha probabilidad, quien habla es un cocinero sabihondo. A contextos culinarios pertenecen igualmente no pocas parodias del estilo ditirámbico 49 .
En otros muchos fragmentos cómicos se reconoce la imitación del estilo propiamente trágico. Entre los poetas que gustaron de la imitación del sermo tragicus destaca Eubulo 50 , el mismo de quien conservamos un mayor número de títulos que tienen que ver con temas mitológicos. El fragmento 15 K.-A., perteneciente a la comedia Auge , resulta especialmente interesante, en su elaboración impecable, como parodia de la tragedia: largas series en asíndeton, regularidad en el ritmo 51 , combinación de lenguaje grandioso y trágico 52 .
En los poetas de la Mésē encontramos también parodia de unidades mayores de la tragedia, como el prólogo expositivo, a la manera de Eurípides, del que nos ocuparemos más tarde. Los discursos de mensajero fueron imitados no tanto con intención de burla 53 , cuanto por el intento de conseguir la unidad dramática que la tragedia había alcanzado 54 .
Fränkel distinguió tres tipos de narraciones en los fragmentos de Comedia Media: narraciones simposiales, de viajes y de asambleas 55 . Las narraciones de banquetes, que tienen ya precedentes en la Comedia Antigua 56 , son muy numerosas en la Media y los intereses de Ateneo han facilitado la conservación de fragmentos con este tema. Así, los fragmentos 36 y 37 K.-A. de EUBULO , pertenecientes a la comedia Ión , parecen corresponder a una versión cómica del famoso discurso de mensajero de la tragedia de EURÍPIDES del mismo título (1122 sigs.), donde un esclavo narra el intento del anciano de envenenar a Juto en medio del banquete. En cualquier caso, la imitación del discurso narrativo simposial de la tragedia es abundante, especialmente en Alexis 57 . Asimismo, parecen haber sido muy del gusto de la época las descripciones y enumeraciones de alimentos, ingredientes de guisos e incluso instrumentos y recipientes de cocina 58 , no sólo en boca de cocineros, tipo cómico al que después nos referiremos más extensamente. En una línea semejante, abundan los rituales propios de la preparación de una cena o del posterior simposio 59 .
También las narraciones de viajes tienen precedentes en la tragedia 60 . Unos versos conservados de Los cercopes de Eubulo (52 K.-A.) muestran una innegable dependencia del modelo trágico, con un estridente contraste cómico. Timocles (17 K.-A.) se sirve del recurso de la narración de viajes para ridiculizar a Hiperides, comparándolo ingeniosamente con un río del que fluyen los peces.
Una descripción de asamblea la encontramos en El náufrago de Efipo (14 K.-A.), cuya dependencia del modelo trágico se hace evidente en el estilo y metro de los versos. En Las asambleístas de Aristófanes (395-454) encontramos ya un conocido precedente; entre los poetas de la Mésē , Anfis y Alexis representaron sendas comedias intituladas La ginecocracia , que, sin duda, tratarían un tema similar, y en las que es probable que se incluyera alguna narración semejante.
La imitación de los recursos de la tragedia se observa también en los pasajes descriptivos. En Anaxándrides 9 K.-A., de la comedia Locura de viejo , las palabras nostálgicas de un viejo, que recuerda la lejana juventud de unas heteras, son precedidas de unos versos esticomíticos, según un procedimiento especialmente grato a Eurípides 61 .
A la parodia de convenciones propias de la dramaturgia y escenografía de la tragedia responde el posible uso por los poetas de la Comedia Media del deus ex machina , procedimiento por el que un dios o héroe aparece de pronto en escena para dar solución a un conflicto entre los personajes. Unos versos de Antíope de Eubulo (9 K.-A.) recuerdan cómicamente el pasaje de la tragedia homónima de Eurípides, en la que Hermes entra para detener a Zeto y Anfión cuando se disponen a matar a Lico y revelar los planes de Zeus para el futuro. Por otra parte, si el modelo de Anfitrión pertenece a esta etapa de la comedia griega, la última aparición de Zeus disolviendo las dudas de Anfitrión constituiría un buen ejemplo de este uso. El recurso a los artilugios mecánicos, de inconfundible impronta trágica, fue ya del gusto de Aristófanes 62 y es posible, aunque los fragmentos nos aportan escasos datos, que el progresivo influjo del teatro de Eurípides favoreciera su uso en la comedia 63 .
Más compleja es la relación de la comedia postaristofánica con el drama satírico. El acercamiento entre ambos géneros se da ya en Aristófanes y se ha defendido que el drama satírico acabó sufriendo la influencia de la comedia 64 . Además de los elementos comunes a ambos géneros dramáticos, la intensificación de este acercamiento se dio por varios procedimientos: se confiaron al drama satírico contenidos como el ataque personal y la mofa, esenciales en la Comedia Antigua; se incorporaron al drama satírico materiales propios de la comedia; se dio cierta igualación entre la métrica de éste y la de la Comedia Antigua; y la lengua del drama satírico se vulgarizó 65 . Pero es especialmente en el período de la Mésē cuando los poetas cómicos se sirven de argumentos propios de los dramas satíricos 66 , especialmente Timocles: Los sátiros de Icaria ha suscitado dudas sobre su adscripción a uno u otro género dramático 67 . En realidad, en todos los fragmentos conservados (15-19 K.-A.) hay referencias a personajes de la Atenas del s. IV a. C., lo que parece propio de la comedia; por otra parte, si bien la presencia de sátiros evoca el drama satírico, no lo presupone 68 .
De la relación de la comedia de esta época con la épica es poco lo que hay que decir, si excluimos los títulos ya mencionados que también están atestiguados en los poetas trágicos, ya sea como tragedias o como dramas satíricos. Pándaro, el arquero licio del bando troyano, dio título a una comedia de Anaxándrides de la que apenas sabemos. El mismo Homero es mencionado en diversos lugares. En un divertido fragmento de Eubulo (118 K.-A.) se alude al poeta a propósito de la dieta y costumbres de los héroes cómicos. La fuente del 248 K.-A. de Antífanes (Ateneo, Epít . I 12 B) califica a Homero de archaîos por sus costumbres en los sacrificios. En los versos de Lino de Alexis (140 K.-A.), ya mencionados, aparecen incluidos, como era de esperar, Homero y Hesíodo en una biblioteca de grandes clásicos.
Parodia de la épica se encuentra igualmente en varios lugares de la Comedia Media, el más interesante de los cuales son unos versos de Fenícide de Estratón (1 K.-A.); allí un amo refiere horrorizado la conversación que poco antes ha mantenido con un cocinero, plena de imágenes antiguas y expresiones del propio Homero, como se deja explícito en el último verso. También en unos versos de El Cíclope de Antífanes (133 K.-A.) los epítetos otorgan un color claramente épico.
El hexámetro dactílico, metro de la épica, deja en algunos fragmentos una impronta no estrictamente homérica, pero sí homerizante. De condimentos tratan los dos hexámetros de un fragmento de El farmacomantis de Anaxándrides (51 K.-A.). Una sentencia sobre la vida de los aduladores es el fragmento 262 K.-A. de Alexis. Los enigmas son expuestos igualmente en hexámetros: Antífanes 192 K.-A. pertenece a la comedia El problema y 194 K.-A. a Safo . Las adivinanzas de sendos fragmentos de la comedia Esfingocarión , es decir «Carión actuando como una esfinge», presenta el ritmo homérico habitual.
La parodia verbal de la épica prosigue igualmente en la comedia de esta época: Efipo 10.2 K.-A. (Ilíada I 203), Eubulo 148.1 K.-A. (Ilíada XVI 235; Odisea X 143 y XVI 15), Sótades 1.29 K.-A (Odisea V 488).
La Mésē se hizo eco igualmente de poetas como Safo y Arquíloco. El nombre de la poetisa lesbia, convertida en ocasiones en personaje cómico (Antífanes 194 K.-A.; cf. Dífilo 71 K.-A.), dio título a cinco comedias, de Anfis, Amipsias, Antífanes, Efipo y Timocles, mientras que el del yambógrafo de Paros, convertido a su vez en amante cómico de Safo (Ateneo XIII 599 D), dio título a una comedia de Alexis y es citado además en un fragmento de Eubulo (61.1 K.-A.).
Por otro lado, no pueden pasarse por alto las similitudes entre la Mésē y la comedia siciliana que Epicarmo —considerado uno de los grandes poetas clásicos en el fragmento 140 K.-A. de Alexis, de la comedia Lino — desarrolló durante la primera mitad del siglo V a. C. en la corte del tirano Hierón de Siracusa: los temas mitológicos, la escasa invectiva personal contra individuos contemporáneos (onomastì kōmōideîn ) o el uso cómico de los tipos profesionales (technîtai) son temas coincidentes en ambos tipos de comedia. Ahora bien, estas coincidencias no deben interpretarse como una influencia directa de la comedia siciliana 69 en la Mésē , sino como el resultado de la evolución en Atenas de la Comedia Antigua, que desplazaba del modelo aristofánico la alusión política, moderaba su sátira y disminuía sus elementos fantásticos: buen ejemplo de esta evolución son Ferécrates y Crates.
Por el contrario, Eubulo, poeta de transición entre la Comedia Antigua y la Media 70 , destaca entre los poetas de ésta por su mayor proximidad con la de Aristófanes: además de una mayor presencia de elementos escrológicos y de motivos mitológicos, el tema de su comedia Dioniso pudo ser la misma polémica literaria de Las ranas de Aristófanes.
Al margen de la parodia de otros géneros, la Comedia Media se muestra también deudora de ciertos elementos de la tradición literaria popular, como es el caso de los enigmas y acertijos 71 . En efecto, los acertijos tienen su punto de partida conocido en la lírica simposial de Teognis y revelan su importancia en los oráculos de la tragedia, así como en los enigmas del drama satírico relacionados con la invención y lo maravilloso. En la Comedia Antigua, Aristófanes se burla de la afición de los griegos por los oráculos y adivinanzas (Los caballeros 999-1010; Las avispas 15-24).
Ya en la Mésē , unos versos de la comedia Cnetideo o El barrigón de Antífanes (122 K.-A.) ilustran muy bien el uso de acertijos como parte esencial del simposio. En el fragmento 106 K.-A. de la comedia de Eubulo significativamente titulada Esfingocarión , o «Cartón haciendo de Esfinge», encontramos cinco adivinanzas, que incluyen el juego de palabras y la invectiva personal (onomastì kōmōideîn) . De tono muy diferente son los versos del fragmento 242 K.-A. de Alexis, perteneciente a la comedia El sueño , donde con sutileza y elegancia se propone la adivinanza, precisamente, del sueño. En ocasiones, el acertijo está al servicio de la crítica a la oratoria vacua, como en los fragmentos de Antífanes 192 K.-A., perteneciente a la comedia El problema , y 194 K.-A., de Safo , donde la misma poetisa revela a su padre la solución del acertijo.
En los fragmentos encontramos igualmente el recurso a la circunlocución, muy característico del nuevo estilo poético a partir de la segunda mitad del siglo V a. C., que supone el uso de dos o más palabras para referirse a una persona o cosa que podría designarse con una sola, pero que, por diversas razones, es descrita metafóricamente 72 .
Más allá de la mera parodia, algunos fragmentos conservados traslucen auténticos juicios literarios, ya sea sobre un autor determinado o sobre problemas de carácter general 73 . No pocos títulos 74 permiten suponer comedias en las que podría incluirse una cierta valoración de géneros y poetas, especialmente de tragedia. Los límites entre lo serio y lo cómico se hacen aquí difíciles de trazar y el problema se agrava con la frecuente brevedad y la inevitable falta de contexto de los fragmentos. Ya hemos aludido a la comparación que hace Anaxilao (19 K.-A.) de la lectura de Esquilo con la práctica de la pesca. Antífanes, por su parte, critica el estilo de Eurípides (205.7 K.-A.), mientras que Nicóstrato (29 K.-A.) lo alaba.
El cómico de quien leemos mayor número de alusiones de carácter literario es Antífanes. Además de sus ya comentadas menciones de Eurípides y Timoteo en el fragmento 207 K.-A., de El actor secundario , leemos un elogio del poeta lírico Filóxeno, muerto el 380 a. C. y celebrado por sus nuevos hallazgos léxicos. Es posible también deducir su afición a burlarse de aquellas comparaciones y símiles extremadamente aventurados, que podemos considerar de inspiración ditirámbica (1, 55, 91 y 180 K.-A.), pero, sin duda, el más citado de sus fragmentos es aquél de La poesía (189 K.-A.) 75 .
Una versión vulgarizada de la catarsis de la tragedia se lee en el fragmento 6 K.-A. de TIMOCLES , de Las mujeres en las Dionisias , donde alguien propone las desgracias contadas por los poetas trágicos como consuelo para las propias.
De los gustos por los temas literarios y las polémicas culturales de la época da buena cuenta una comedia como Esopo de Alexis y los versos del fragmento 9 K.-A., en los que Solón y Esopo aparecen por primera vez juntos como prototipos culturales de lo griego y de lo bárbaro 76 .