Читать книгу Crisis ecológica - Veronica Figueroa Clerici - Страница 15
2.a) El lugar del pobre
ОглавлениеEl pensamiento ecoteológico de la liberación no tuvo, en un principio, una buena recepción en el pensamiento de teólogos latinoamericanos por considerar que el análisis ecoteológico se separaba del método de la Teología de la liberación y, por ende, de la opción por los pobres:
En el círculo de amigos, Leonardo Boff se lamentó que hasta hoy este tema de la ecología no fue profundamente asumido por la teología y mismo por la teología de la liberación. El pretexto o disculpa de que en esta nueva investigación la cuestión de la opción por los pobres es menos explícita, en el fondo, no parece justa. (Barros, 2013)
La novedad de la ecoteología, como también lo fue de la teología de la liberación, sigue siendo el lugar teológico del pobre. “Por lugar de los pobres entendemos su causa, su existencia sacrificada, su lucha, sus intereses por la vida, el trabajo, la dignidad y el placer […] El lugar de los pobres nos descubre nuevamente el evangelio como buena noticia, y a Jesucristo como liberador de las opresiones” (Boff, 1989). Pero desde el lugar ecológico, el pobre más empobrecido es la tierra, por esto el Papa Francisco afirma que “entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que ‘gime y sufre dolores de parto’ (Rm 8,22)” (LS 2).
El lugar del pobre se convierte en memoria peligrosa de Jesús que interviene en la historia contra la injusticia y la violencia que reina en nuestro mundo. La injusticia y la violencia del mundo se manifiestan en el cuerpo de los más pobres, por eso dice el Papa citando a la Conferencia Episcopal Boliviana: “Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la gente más pobre” (LS 48).
La reflexión teológica de la creación, de la cristología, de la Trinidad y la conciencia del pobre en la teología latinoamericana, sobre el cuestionamiento histórico del problema ecológico, se ha de pensar que son un punto de llegada en el análisis de la cuestión en la encíclica Laudato Si’. Pero a la vez, son un punto de inflexión que abre a nuevas formas de pensar, no teóricas, sino prácticas: la relación equilibrada entre hombre-hombre (pobre), hombre-naturaleza y hombre-Dios. Es el momento entonces, de reflexionar sobre el punto de partida, es decir, sobre la actitud a la cual estamos llamados todos para proteger la “casa común”.