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Capítulo I Jorge Alessandri: anhelo de «estabilización»

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Gobernar a un país significa mandar con autoridad, lo que implica, como deber supremo, mantener el orden público y respeto riguroso de las jerarquías, sin lo cual se hace imposible la vida civilizada.

Jorge Alessandri, campaña presidencial, 1957 4 .

El FRAP recorrerá los cauces legales siempre que los detentadores del poder lo permitan, pero si se intenta poner atajos, si se tienden vallas para defender a la oligarquía feudal y terrateniente, el pueblo los expulsará por el legítimo camino, el de la rebelión social.

Salvador Allende, socialista, candidato a Presidente, 1958 5 .

Nuestra versión de la Sierra Maestra será una versión chilena, nacida en nuestra tradición, (…) en que la guerra de guerrilla será sustituida por la ocupación de las minas y las fábricas y la lucha en las calles, en los barrios obreros, en las ciudades mismas.

Oscar Waiss, Arauco, 13 de noviembre de 19606.

Jorge Alessandri fue elegido Presidente de la República en la primera elección que se efectuó empleando la cédula única, con más de un millón de inscritos. Fue apoyado por el Partido Conservador y el Partido Liberal, por disidentes del Partido Radical y sectores independientes. Fue una elección disputada por cinco candidatos: Salvador Allende (Frente de Acción Popular, FRAP, 28,5%), Eduardo Frei (Partido Demócrata Cristiano, PDC, 20,5%), Luis Bossay (Partido Radical, PR, 15,4%), Antonio Zamorano (independiente de izquierda, exsacerdote, 3,3%) y Alessandri, quien obtuvo menos de la tercera parte de la votación popular (31,2%). Los resultados reflejaron el declive de los partidos tradicionales de la derecha desde 1952 y las complejas divisiones políticas en el país. El Congreso confirmó a Alessandri como Presidente de la República por haber recibido la primera mayoría en las elecciones7.

En su campaña electoral, Alessandri criticaba las políticas económicas y la mala administración del sector estatal de los gobiernos desde 1939. Insistía en la necesidad de limitar los gastos fiscales, hacer más eficientes las iniciativas del Estado, incentivar la inversión extranjera y combatir la inflación monetaria que afligía al país. Afirmó que en el caso chileno se podían aplicar con «absoluta precisión» las palabras del Presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower: «Debemos tener un crecimiento que no ponga en peligro la estabilidad y debemos tener una estabilidad que no impida el crecimiento» 8.


«A usted lo necesito». Afiche de la campaña presidencial de Jorge Alessandri.

Sin embargo, no sería fácil lograr la meta de «estabilidad» económica o política. La reforma electoral y la derogación de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia en 1958 abrió el camino para que el Partido Comunista dejara la clandestinidad y participara abiertamente en la política nacional. Los comunistas resistían tenazmente el programa de «estabilización» y tenían gran influencia en el movimiento sindical. El Partido Socialista y la Democracia Cristiana también propiciaban cambios radicales, si bien diferentes, en el sistema político-social. Desde 1959, el ejemplo de la Revolución Cubana inspiraba a sectores de izquierda, que llamaban a crear el equivalente de la Sierra Maestra cubana en los fundos, poblaciones y fábricas de Chile. La política interna se fue agitando con intensidad, situándose progresivamente dentro de las tensiones de la Guerra Fría9. El gobierno de Alessandri aplicaría «la ley» intentando «mandar con autoridad»10.


Revista Topaze, Santiago: [s.n.] 1931 (Santiago: El Esfuerzo) de v. (Julio-Diciembre de 1961)

La conflictividad política durante el gobierno de Jorge Alessandri desafiaría al Poder Judicial. Su proclamada independencia, así como su autodefinida imparcialidad y hasta su legitimidad serían cuestionadas cada vez más en el Congreso y en la prensa opositora. Como se ilustra en este primer capítulo y en el siguiente, los conflictos sociales y laborales y la intensa competencia partidaria entre 1958 y 1962 requirieron que los tribunales y las cortes procesaran innumerables querellas por infringir la ley de seguridad interior del Estado contra dirigentes sindicales, periodistas y políticos de oposición que luchaban contra el programa económico de estabilización y apertura a la economía internacional promovido por el gobierno de Alessandri. Tanto la Democracia Cristiana como los partidos del FRAP promovían cambios radicales en el sistema político y no siempre sus acciones se mantenían dentro de las normas legales. Además, criticaron que la Corte Suprema mantuviera la autolimitación introducida en 1933 en relación con las facultades extraordinarias delegadas por el Congreso al Ejecutivo. Los casos que tratamos en este capítulo y el siguiente ilustran el rol del Poder Judicial en estos conflictos entre 1958 y 1961.

Poder Judicial y conflictos políticos. Tomo II. (Chile: 1958-1973)

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