Читать книгу Las patentes esenciales en los estándares tecnológicos: prevención y reacción frente a las conductas oportunistas - Adán Carlos González Ulloa - Страница 34
5. EL PROCESO DE DESARROLLO DE UN ESTÁNDAR
ОглавлениеEl proceso de estandarización es el resultado de un trabajo colaborativo. Esa tarea se puede articular de muy variadas maneras. Cada institución adopta su propia forma y dejará constancia de ello en sus estatutos. Pese a esa diversidad, en todas ellas es posible reconocer algunas prácticas similares. Básicamente esos elementos comunes se pueden resumir en las siguientes etapas249: la presentación de una propuesta de especificación técnica, la aceptación de su tramitación, el estudio de la propuesta por un comité técnico, la publicidad y el procesamiento de los comentarios recibidos. Por último, el procedimiento concluye con la aprobación del estándar por el comité técnico, su publicación. Posteriormente, a lo largo del tiempo se llevará a cabo la revisión de su funcionamiento.
El proceso de tramitación de un estándar en una organización formal presenta algunas características especiales. Así, mientras la propuesta de un estándar ante entidades nacionales, como es el caso de UNE250, generalmente puede ser presentada por cualquier persona física o jurídica; en las organizaciones regionales o internacionales, son los Estados los únicos habilitados para introducir propuestas. En segundo lugar, en una organización formal rige la regla del consenso para la adopción del estándar, con las consecuencias antes señaladas. Por último, también existen ciertas diferencias en materia de votación. Así, en el caso de las organizaciones europeas, como CELENEC o CEN, sus miembros cuentan con votos ponderados. En cambio, en ISO cada miembro tiene un solo voto, con independencia de su mayor o menor tamaño o peso económico.
Los procedimientos de tramitación en las organizaciones informales son más variados. Hay entidades reconocidas de gran prestigio, casi totalmente asimiladas a una organización formal, como es el caso de IEEE-SA. En general, el procedimiento en este tipo de organizaciones informales es similar al antes señalado para las formales. No obstante, no faltan algunas particularidades. Así, en las organizaciones informales sólo los asociados pueden participar en las etapas de desarrollo de un estándar. De esta forma, la identificación de una necesidad de mercado susceptible de estandarizarse les corresponde a esos miembros. Con posterioridad, son expertos quienes se encargan de la redacción de las especificaciones técnicas, si bien los miembros de la organización deben dar su aprobación. Por último, el estándar, una vez elaborado, debe ser aprobado por los afiliados a la organización. En todo caso, el estándar una vez cuente con el visto bueno debe ser revisado cada cierto tiempo.
Hoy en día, las organizaciones informales y, en especial, los consorcios se han convertido en la principal fuente de estandarización en el área de las TICs. La principal razón de su auge se debe a la percepción de la lentitud que preside los procedimientos de estandarización formal. Por lo común, la causa de esa tardanza es atribuida a la práctica de someter la adopción del estándar a la regla del consenso. Esto significa que el estándar sólo va a ser aprobado si nadie se opone sustancialmente a la propuesta. En algunos casos, esta forma de decisión puede implicar cierta demora en el ingreso de una tecnología estandarizada en el mercado251. Además, esa dilación no afecta únicamente al proceso de adopción de un estándar, sino también al de revisión. En efecto, en ocasiones, la revisión de los estándares puede resultar extemporánea para ciertas tecnologías. A modo de ilustración, ISO tramita la revisión de las normas cada 5 años. Este lapso es excesivo si se considera que las TICs son de rápida obsolescencia. Por el contrario, las organizaciones informales tienen como prioridad la agilidad en los procesos de estandarización. Así, entidades como W3C pueden necesitar tan solo unas semanas para aprobar un estándar252. En buena medida, en esa mayor agilidad radica principalmente el auge de las organizaciones informales en materia de TICs. Su forma de actuación resulta armónica con las necesidades del mercado.
La principal crítica a la estandarización a través de los consorcios es la falta de representación de las pequeñas y medianas empresas. Efectivamente, en un principio la participación en los procedimientos de selección de la tecnología se encuentra restringida a los miembros de la entidad, incluidas las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, en la práctica existen al menos dos factores que impiden la plena participación de todos los interesados en los procedimientos de estandarización. En primer lugar, las grandes empresas tienen un incentivo mayor en participar en los procesos de estandarización debido a su implicación en sus posibles actividades exportadoras y la conexión existente con sus inversiones elevadas en investigación y desarrollo253. Por otro lado, estas grandes empresas dominan los procesos de estandarización; son ellas quienes deciden en última instancia los términos del estándar conforme a sus propios intereses y, en consecuencia, las pymes desempeñan un papel totalmente secundario. Estas organizaciones informales reconocen esta diversidad de participación y protagonismo clasificando a los miembros en distintas categorías: promotor, contribuidor, adoptante y en algunos casos académicos254. La aportación económica de los promotores o contribuidores fluctúa desde los 10.000 hasta 1 millón de dólares255. Este sistema selectivo de catalogar a los participantes en la estandarización puede tener como consecuencia que sólo un pequeño número de personas con gran poder de mercado dirige los procedimientos y decisiones.