Читать книгу El pequeño doctor - Alfred Vogel - Страница 62

Posibles consecuencias

Оглавление

No habría por qué tener que soportar todas las molestias que puede llegar a ocasionar una enfermedad grave si desde un primer momento tratamos de eliminar decididamente sus causas. Hubiera sido mucho más sencillo si se hubiera pensado en solucionar las causas y se hubiera procedido con un pensamiento y tratamiento holístico del estreñimiento en lugar de soportarlo durante años. Hay médicos que apenas conceden importancia a este trastorno y solo se dedican a prescribir laxantes en vez de combatirlo a fondo para poder acabar con él.

También ocurre que muchas mujeres apenas prestan atención a los dolores en el bajo vientre y no se tratan ni el flujo vaginal ni los espasmos menstruales que padecen al no considerar estos trastornos como posibles causas de estancamientos circulatorios en el bajo vientre.

Hay personas que, instintivamente, actúan mediante métodos naturales y proceden correctamente, mientras otras, por el contrario, no muestran capacidad de decisión propia y necesitan ser aconsejados y guiados correctamente.

Los baños de asiento ayudan a aligerar el bajo vientre y a resolver estancamientos sanguíneos. Al agua de estos baños se le añade preferentemente decocciones de heno o infusiones de manzanilla o agujas de enebro. La temperatura del agua de estos baños será de 37 °C, ya que si son demasiado calientes hacen subir la sangre a la cabeza. La duración del baño será de una media hora y, para mantener constantemente elevada la temperatura del agua, iremos echando de vez en cuando pequeñas cantidades de agua muy caliente. Los baños de asiento resultan muy beneficiosos, ya que pueden solucionar los estados espasmódicos e incluso, con el tiempo, hasta el flujo vaginal. ¿Por qué no ocuparse mejor de los estancamientos, irritaciones e inflamaciones del bajo vientre que pueden poner en peligro los importantes órganos que contiene? Con el paso del tiempo, la suma de pequeñas causas acaba teniendo grandes consecuencias. Si no se presta la debida atención a estos pequeños indicios, puede suceder que al final no quede otra solución que recurrir a una intervención quirúrgica. ¿No hubiera resultado más lógico y sencillo aplicar primero cuidados adecuados de tipo natural para no tener que padecer después consecuencias nada agradables?

Los seres humanos procedemos de una forma mucho más inteligente en el cuidado de nuestras plantas que cuando nos ocupamos de nuestro propio cuerpo. El propietario de un bosque no serrará las ramas que tiene que cortar cuando alcancen el grosor de un brazo si ha tenido la ocasión de hacerlo cuando estas empezaban a brotar. Lo habitual es que cuide y combata cualquier trastorno que pueda afectar a sus árboles antes de que se hagan demasiado grandes. Sabe, por experiencia, que pequeñas causas pueden tener grandes consecuencias. Lo mismo nos sirve para el caso del dolor si este se manifiesta tempranamente. No basta con anestesiarlo simplemente, sino entenderlo como señal de alarma de la naturaleza para buscar sus posibles causas y poder combatirlo o eliminarlo como es debido.

El pequeño doctor

Подняться наверх