Читать книгу La voz sola - Ana María Martínez Sagi - Страница 22
ОглавлениеCANSANCIO
No me habléis más. Estoy cansada
de tanta palabra huera.
Quiero vivir así, olvidada,
de espaldas a la Quimera.
No me habléis más. Si mis labios sonrieron,
hoy los sella un cansancio de muerte.
Vuestras torpes palabras de nada me sirvieron:
tengo el alma inerte.
Ansío quietud y reposo. Callad.
Dadme la paz buena de vuestro mutismo
y el consuelo íntimo de mi soledad.
Todas las palabras me son dolorosas,
mi único anhelo
es el de alejarme, mis alas inquietas
tienen sed de cielo.
Callad, os lo ruego. No me han conmovido
nunca vuestras frases: ni ahora ni antaño.
Me pareció siempre insufrible el ruido
de tanta palabra vestida de engaño.
Vuestras voces broncas —zumbido incesante
de abejorros negros—, ¡qué malas han sido!
Cuanto más sufría, más mortificantes
me eran los consuelos que nunca he pedido.
Tengo la altivez de no haber suplicado
jamás. Soy valiente y el dolor resisto.
¡Con qué sentida tristeza he llorado
y nadie me ha visto!
Sólo queda intacto mi amor infinito
para tu recuerdo, que aún reverencio.76
Tú, a quien llamaría, eres sordo a mi grito.
Callad, pues. Silencio… silencio… silencio…77