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Trastornos de síntomas somáticos

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Aunque los manuales DSM han eliminado la histeria, muchos profesionales siguen encontrando casos clínicos que reúnen toda la sintomatología propia de lo que antes se denominó histeria.

En enero de 2018, el portal Psiquiatria.com publicó un artículo redactado por los profesionales del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza con un título que explica lo que acabamos de señalar: Manifestaciones de la “histeria” en nuestro tiempo. En este artículo, se exponen dos casos de trastornos de síntomas somáticos que tienen en común muchos síntomas propios de la histeria y que se están tratando con psicoterapia:

 Bloqueo sexual. Incapacidad para el coito a pesar de la intensa búsqueda de relaciones sexuales.

 Conversión. El mecanismo que hemos mencionado para convertir el trastorno psicológico en un síntoma físico.

 Síntomas médicamente inexplicables como ataques similares a los ataques epilépticos, junto con temblores y pérdida de conciencia.

 Insomnio o alteraciones en el sueño.

 Belle indiference. Este es un síntoma propio de la histeria, una actitud especialmente tranquila y resignada con la que el enfermo contempla sus síntomas, aunque se trate de una parálisis o una ceguera.

 No se aprecian causas fisiológicas en sus síntomas.

A principios del siglo XX, el médico francés Babinski acuñó el término pitiático para denominar estos trastornos físicos que se producen y se eliminan por medio de la sugestión y que incluyen la ceguera, la parálisis y diversas enfermedades. Pero no hay que olvidar que estos síntomas nunca son voluntarios ni simulados y que además van acompañados de la belle indiference. Desaparecen sin tratamiento médico, a veces, remiten cuando ya han conseguido el efecto deseado y, otras veces, con un tratamiento psicoterapéutico.

En el delirio histérico, se producen movimientos agitados y desorientación, el enfermo no sabe dónde está, qué día es o cómo llegó allí. Junto con ello, se producen alucinaciones táctiles y auditivas. El enfermo escucha palabras o ruidos y cree tocar objetos inexistentes, a veces, con total precisión. Pueden presentarse temblores y caída al suelo.

Hay diferencias notables entre el ataque epiléptico y el ataque histérico:

 Si se produce un ataque, se produce siempre en público, nunca a solas. Si es a solas, hay muchas posibilidades de que el ataque se haga público.

 El ataque epiléptico no persigue una finalidad, mientras que el histérico, sí.

 El epiléptico se hace daño al caer, se golpea y puede morderse la lengua, mientras que el histérico cae al suelo sin hacerse daño.

 El epiléptico sabe que va a tener un ataque por una señal que percibe, como un olor, una luz, etc. Esa señal se llama aura epiléptica y no se da en la histeria. En la pérdida de conciencia histérica se produce una falta de orientación, en que el paciente se comporta como si estuviera soñando, casi siempre con manifestaciones emocionales. Suele producirse tras una situación traumática, como la muerte de un ser querido.

La trastienda de la mente

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