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¡AHORA TÚ!

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De concentrado a difuso

Lee la frase siguiente y descubre cuántos errores contiene:

Essta frase contiene trees errores.

Los primeros dos errores se descubren fácilmente usando un enfoque de modo concentrado. El tercer, y paradójico, error solo resulta obvio cuando cambias de punto de vista y adoptas un enfoque más difuso.8 (Recuerda que en la nota hallarás la solución.)

ALTERNAR LOS MODOS PARA DOMINAR UNA TEMÁTICA

El caso de Edison nos recuerda algo más. En las materias científicas aprendemos mucho de nuestros fallos.9 Debes saber que estás haciendo progresos con cada error que identificas cuando intentas resolver un problema: hallar errores debería darte una sensación de satisfacción. Al propio Edison se le atribuye la frase: «No he fracasado. Solo he encontrado 1.000 maneras que no funcionan».10

Los fallos son inevitables. Para superarlos, empieza pronto con tus deberes y, a menos que realmente disfrutes con lo que estás haciendo, haz que tus sesiones de trabajo sean cortas. Recuerda: cuando te tomas descansos, tu modo difuso continúa trabajando en segundo plano. Es una oferta inmejorable: continúas aprendiendo mientras te lo tomas con calma. Algunas personas creen que nunca entrarán en el modo difuso, pero esto es sencillamente falso. Cada vez que te relajas y no piensas en nada en particular, tu cerebro entra en un modo por defecto natural que es una forma de pensamiento difuso. Todo el mundo lo hace.11

Dormir es probablemente el factor más importante y efectivo para hacer que el modo difuso trate con un problema difícil. Pero no te dejes engañar por la naturaleza relajada y en ocasiones adormecida del modo difuso. Dicho modo se puede comparar con un campamento base en una expedición de alpinismo. Los campamentos base son puntos de descanso esenciales en la larga ascensión hacia cimas escarpadas. Se usan para descansar, reflexionar, comprobar el equipamiento y asegurarse de que la ruta escogida es correcta. Pero nunca confundirías el descanso en el campamento base con el trabajo duro de llegar a la cima de la montaña. En otras palabras, que uses tu modo difuso no significa que puedas echarte por ahí y esperar a conseguir tus objetivos. Con el paso de los días y las semanas, es la práctica distribuida, la alternancia entre la atención del modo concentrado y la relajación del modo difuso, lo que da resultados.12

Recabar la ayuda del modo concentrado —que suele ser lo que necesitas para que un problema entre en tu cerebro por primera vez— requiere toda tu atención. Los estudios han demostrado que solo tenemos cierta cantidad de energía mental, o fuerza de voluntad, para este tipo de pensamiento.13 Cuando tu energía flaquea, a veces puedes desconectar cambiando a otras tareas que requieran atención, como pasar de las matemáticas al vocabulario francés. Pero cuanto más tiempo dediques al modo concentrado, más recursos mentales estarás utilizando. Es como una sesión intensa y prolongada de levantamiento de pesas mentales. Por eso pueden ser tan refrescantes los breves interludios que implican moverse o hablar con los amigos, en los que no necesitas concentrarte intencionadamente.

Quizá desees aprender a progresar más rápidamente, controlar de alguna manera el modo difuso para que asimile nuevas ideas más rápidamente. Pero compáralo con el ejercicio. Levantar pesos constantemente no hará crecer tus músculos, pues necesitan tiempo y descanso para desarrollarse antes de ejercitarlos de nuevo. Tomarse tiempo entre sesiones de levantamiento de pesos ayuda a desarrollar músculos más fuertes a largo plazo. ¡La persistencia a lo largo del tiempo es la clave!

USA ESTAS HERRAMIENTAS DE MODO DIFUSO COMO RECOMPENSAS TRAS UN INTENSO TRABAJO EN MODO

CONCENTRADO14

Activadores generales del modo difuso

• Ir al gimnasio

• Jugar al fútbol, baloncesto o un deporte parecido

• Correr, caminar o nadar

• Bailar

• Ir en coche (como conductor o pasajero)

• Dibujar o pintar

• Tomar un baño o una ducha

• Escuchar música, especialmente instrumental

• Tocar canciones que conoces bien

• Meditar o rezar

• Dormir (¡el modo difuso definitivo!)

Los siguientes activadores del modo difuso es mejor usarlos con brevedad, como recompensas. (Estas actividades pueden hacerte entrar en un modo más concentrado que las anteriores.)

• Jugar a videojuegos

• Navegar por la red

• Hablar con amigos

• Ayudar voluntariamente a alguien en una tarea simple

• Leer un libro relajante

• Enviar mensajes de texto a los amigos

• Ir al cine o al teatro

• Mirar la televisión (dejar caer el mando a distancia si te duermes no cuenta)

NO TE PREOCUPES POR ALCANZAR EL NIVEL DE LOS CEREBRITOS

A menudo, los estudiantes que empiezan a lidiar con las materias científicas se comparan con otros, que son caballos de carreras intelectuales, y se dicen a sí mismos que deben alcanzarles. Entonces no se toman el tiempo extra que necesitan para dominar verdaderamente las materias, y quedan todavía más rezagados. Como resultado de esta situación incómoda y descorazonadora, algunos estudiantes acaban abandonando innecesariamente las matemáticas y las ciencias.

Toma distancia y echa un vistazo objetivo a tus puntos fuertes y débiles. Si necesitas más tiempo para aprender matemáticas y ciencias, esa es simplemente la realidad. Si estás en el instituto, intenta adecuar tu horario, tómate el tiempo que necesitas para centrarte en las materias más difíciles y limita la cantidad de trabajo a volúmenes manejables. Si estás en la universidad, intenta no matricularte en muchos cursos difíciles a la vez, especialmente si también estás trabajando. Para muchas personas, menos cursos de temática científica pueden significar más cursos de otros tipos. Evita la tentación de comparar tu nivel con el de tus compañeros, especialmente en las primeras fases de la universidad.

Puede sorprenderte descubrir que aprender despacio puede significar que aprendas más profundamente que tus compañeros de clase más rápidos. Uno de los trucos más importantes que me ayudó a reconfigurar mi cerebro fue aprender a evitar la tentación de seguir demasiadas materias científicas a la vez.

EVITA EL EFECTO EINSTELLUNG (QUEDARSE ATASCADO)

Recuerda: apegarse a la primera idea que te viene a la cabeza cuando intentas resolver un problema de los deberes, o durante un examen, puede impedirte hallar una solución mejor. Los jugadores de ajedrez que experimentan el Einstellung creen de verdad que están examinando el tablero en busca de una solución distinta. Pero el estudio cuidadoso de la dirección de su mirada demuestra que continúan centrándose en la solución original. No es solo su mirada, sino su propia mente la que no puede distanciarse lo suficiente para lograr un nuevo enfoque del problema.15

Según investigaciones recientes, el parpadeo es una actividad vital que proporciona otra manera de reevaluar una situación. Cerrar los ojos parece aportar una micropausa que desactiva momentáneamente nuestra atención y nos permite, por el más breve de los momentos, refrescar y renovar nuestra consciencia y perspectiva.16 Así, el parpadeo puede desconectarnos momentáneamente de nuestra perspectiva de modo concentrado. Pero por otro lado, cerrar los ojos de forma deliberada puede ayudar a concentrarnos más profundamente: a menudo las personas miran hacia otro lado o se tapan los ojos para evitar distracciones cuando se concentran en busca de una respuesta.17

Ahora podemos empezar a entender a Magnus Carlsen y su genialidad al valorar la importancia de distracciones aparentemente triviales. Cuando Carlsen se levantó y volvió la mirada —y su atención— hacia otros tableros de ajedrez, quizás estuviera ayudando a su mente a saltar por un instante fuera del modo concentrado. Fijar los ojos y la atención en alguna otra cosa posiblemente fue decisivo para permitir que su intuición difusa se pusiera a trabajar en la partida contra Kaspárov. ¿Cómo pudo Carlsen cambiar de modo con tanta rapidez e inspirarse de repente? Sus conocimientos de ajedrez probablemente tuvieron algo que ver, junto con sus propias habilidades prácticas intuitivas. Esto indica que tú también puedes desarrollar maneras de saltar con rapidez entre el modo concentrado y el difuso cuando estás adquiriendo conocimientos de alguna materia.

A propósito, Carlsen también debía saber que levantarse súbitamente desconcentraría a Kaspárov. A ese nivel de competición incluso ligeras distracciones pueden ser desconcertantes, un recordatorio para ti de que la atención profundamente concentrada es un recurso importante del que no quieres que te aparten. (Es decir, a menos que sea el momento de alejarse a propósito y dejar que el modo difuso tome el relevo.)

Resolver un problema difícil o aprender un nuevo concepto casi siempre requiere uno o más períodos en los que no estás trabajando conscientemente en el problema. Cada interludio durante el cual no estás centrado en el problema permite que tu modo difuso lo vea desde un nuevo punto de vista. Cuando tu atención concentrada se centra otra vez en él, consolidas nuevas pautas e ideas aportadas por el modo difuso.


Aprender bien significa dejar pasar cierto tiempo entre sesiones de estudio concentrado, para que las pautas neuronales puedan consolidarse adecuadamente. Equivale a dejar tiempo para que se seque el cemento cuando construyes una pared de ladrillos, como se muestra a la izquierda. Intentar aprenderlo todo a última hora en unas cuantas sesiones no da tiempo a que las estructuras neuronales se consoliden en la memoria a largo plazo: el resultado es un caótico montón de ladrillos como los de la derecha.

ALTERNAR EL PENSAMIENTO CONCENTRADO

CON EL DIFUSO

Como intérprete de piano durante quince años, a veces me encontraba con alguna pieza particularmente difícil. No me salía, sin más, así que obligaba a mis dedos a tocarla una y otra vez (aunque de manera muy lenta o incorrecta), y luego me tomaba un descanso. Al día siguiente, cuando lo intentaba otra vez, era capaz de tocarla perfectamente, como por arte de magia.

Hoy he decidido concederme un descanso con un problema de cálculo que era lioso y estaba empezando a enfurecerme. En el coche, de camino a la feria renacentista,b me vino la solución y ¡tuve que anotarla en una servilleta de papel antes de que se me olvidara! (Tened siempre servilletas en el coche. Nunca se sabe.)

TREVOR DROZD , estudiante de tercer curso de Ciencias Informáticas

Los tiempos de descanso entre períodos de trabajo concentrado deben ser lo bastante largos para que tu mente consciente desconecte totalmente del problema en el que estás centrado. Normalmente unas pocas horas son suficientes para que el modo difuso haga progresos significativos, pero sin llegar a dar tiempo de que la inspiración se desvanezca antes de pasar al modo concentrado. Una buena regla a seguir, cuando estás aprendiendo nuevos conceptos por primera vez, es no dejar los temas aparcados más de un día.

El modo difuso no solo permite ver las cosas desde otros puntos de vista sino que también parece facilitar la síntesis y la incorporación de las nuevas ideas en relación con los conocimientos previos. Esta práctica de mirar las cosas desde una nueva perspectiva también nos ayuda a entender por qué consultar con la almohada antes de tomar decisiones importantes suele ser una buena idea,18 y por qué es importante tomarse vacaciones.

Cuando te abres camino entre nuevos conceptos o hacia la solución de nuevos problemas a tu cerebro le cuesta cierto tiempo resolver la tensión entre los modos de aprendizaje concentrado y difuso. Trabajar en el modo concentrado es como fabricar los ladrillos, mientras que hacerlo en el modo difuso es como ir uniéndolos poco a poco con cemento. La capacidad para mantener la tarea a distancia, pacientemente, a pequeños ratos, es importante. Por eso, si la tendencia al aplazamiento es un problema para ti, te resultará vital aprender algunos de los próximos trucos neuronales para afrontarla con efectividad.

QUÉ HACER CUANDO ESTÁS REALMENTE ATASCADO

Las personas con mucho autocontrol pueden ser las que tengan más dificultades para obligarse a relegar su modo concentrado y facilitar que el modo difuso empiece su trabajo. Después de todo, han tenido éxito porque a veces podían continuar cuando otros flaqueaban. Si te encuentras a menudo en esta situación, puedes usar otro truco. Ponte como regla escuchar a compañeros de estudios, amigos o seres queridos que pueden percibir cuándo empiezas a estar peligrosamente frustrado. A veces es más fácil escuchar a otra persona que a ti mismo. (Cuando mi marido o mis hijos, por ejemplo, me dicen que deje de trabajar en los fallos de un programa de ordenador, yo misma sigo esta regla, aunque en aquel momento siempre protesto.)

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