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¡AHORA TÚ!

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Obsérvate a ti mismo

La próxima vez que te sientas frustrado por algo o por alguien, intenta tomar distancia mentalmente y observar tu reacción. Ocasionalmente, la rabia y la desilusión pueden tener un papel en la motivación para el éxito, pero también pueden desactivar áreas clave del cerebro que necesitamos para aprender. Si la frustración asoma, suele ser un buen indicador de que deberías tomarte un descanso, una señal de que necesitas cambiar al modo difuso.

Hablando de conversar con otras personas: cuando estás verdaderamente atascado, nada te ayuda más que recibir alguna inspiración de un compañero de clase, algún otro estudiante o el profesor. Pregunta a alguna otra persona acerca de una perspectiva distinta sobre la solución de un problema o de una analogía distinta para entender un concepto; sin embargo, es mejor que empieces peleando con el problema a solas antes de hablar de él con los demás, porque así los conceptos se consolidarán y serás más receptivo frente a las explicaciones. A menudo aprender significa comprender lo que nos hemos tragado, y para ello tenemos que habernos engullido algo. (Recuerdo que en el instituto yo miraba a mis profesores de ciencias con beligerancia, culpándoles de mi falta de comprensión, sin darme cuenta de que era yo quien tenía que dar el primer paso.) Y no esperes hasta una semana antes de los exámenes parciales o finales para recibir este tipo de ayuda. Haz consultas desde el principio y con frecuencia. A menudo el profesor puede replantear las cosas o explicarlas de un modo distinto que te ayude a entender la asignatura.

EL FRACASO PUEDE SER UN GRAN MAESTRO

Cuando estaba en el instituto decidí matricularme en una asignatura de Ciencias Informáticas. Acabé suspendiendo el examen final. Pero no acepté el fracaso, de modo que un año después me matriculé y lo probé otra vez. De algún modo, el hecho de estar alejada de la programación durante casi un año y luego volver a ella me hizo dar cuenta de lo mucho que en realidad la disfrutaba. En el segundo intento superé fácilmente el examen. Si hubiera tenido demasiado miedo al fracaso para matricularme la primera vez, y luego una segunda vez, ciertamente hoy no sería lo que soy, una apasionada y feliz científica informática.

CASSANDRA GORDON, acerca de sus experiencias en primer curso

de Ciencias Informáticas

Abre tu mente a los números

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