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ESCENA III
ОглавлениеEulogio, una vecina, luego Pérez
Eulogio (Cantando.)—“Con una falda de percal planchá...”
Vecina (Del foro con una cesta llena de verduras.)—¡Adiós, señó Ulogio!
Eulogio.—¡Hola! ¿De dónde vienes sin verduras?
Vecina.—¿No lo ve usté?... ¡De la compra!... (Entra en la casa primera derecha.)
Eulogio.—¡Y luego se quejan del flato! (Mira a la escalera agachándose.) ¡A listas!... “Y unos zapatos bajos de charol... Con el mantón de...” (Esto último cantando.)
Pérez. (Del portal de la casa número siete.)—¡Güenos días!
Eulogio.—¡Hola, Pérez! ¿Qué hay?...
Pérez.—Oiga osté, señó Ulogio: ¿ha visto osté si ha bajao por casualidá la Sirila?
Eulogio.—¿Que si ha bajao?... ¡Ha bajao!... ¡Y pa que lo sepas, ha estao hablando con Secundino media hora!
Pérez.—¿Con er Secundino?... ¿Ella con ese garabato urtramarino?... ¡Na, que ese chico se ha propuesto quitarme a mí de fumar! Pero, ¡mardita sea mi suerte, si no ve osté con dentadura postiza a esa garrapata colonial er día que a mí me se acabe el ochavo de pasiensia que me carateriza!
Eulogio.—¡Y te advierto que esta tarde van a la Pradera!
Pérez.—¿A la Pradera?... ¿Ellos a la Pradera?... ¡Mardita sea mi suerte!... ¡Pues allí es la ocurrensia!...
Eulogio.—¡No te acalores, Pérez!...
Pérez.—¿Que no m’acalore?... ¡Si ve usté ar Secundino ese, hágame el orsequio de decirle que como yo le vea en la Pradera esta tarde, si calentura trujiere, gorverá con calentura, como dice el rétulo que hay encima der chorro! (Vase hacia la casa.)
Eulogio.—¡Adiós, Napolión!
Pérez (Desde la puerta.)—¡Por estas, que son cruses!... (Entra.)
Eulogio.—¡Qué exageraos son los de a caballo!