Читать книгу El sello y la pluma - Carlos Ibañez - Страница 6
Prólogo
ОглавлениеLa voz filatelia define al coleccionismo de sellos postales, más comúnmente denominados “estampillas”. Dicho término fue propuesto por el francés G. Herpin en el periódico La Collectionneur de Timbres Poste, de París, del 15 de noviembre de 1864.1 El vocablo filatelia se conforma a partir de dos palabras griegas: philos, que significa amante o amigo, y atelia, derivado de atéles, que significa pagado de antemano.
Se dice que la filatelia nació en los años cuarenta del siglo XIX con la aparición del primer sello postal adhesivo, el “Penny Black” de Inglaterra. Antiguamente, el costo del servicio de correo debía abonarlo el destinatario quien podía negarse a aceptarlo, con lo cual el servicio resultaba ineficaz. La creación del sello postal invirtió el orden: ahora el costo debía asumirlo el remitente. Pero bien pronto se generalizó la práctica de reutilizar la estampilla, razón por la cual, el correo ingles comenzó a intervenir el sello postal marcándolo a “pluma” invalidando de esa manera su uso posterior. Con el tiempo, la acción de obliterar los sellos a pluma, fue derivando en la aparición del “matasellos” tal como se lo conoce hoy. En Argentina pueden encontrarse cancelaciones a pluma sobre sellos emitidos por la Provincia de Corrientes.2
El sello y la pluma. La abstracción de estos términos da título a nuestro trabajo.
El diccionario de la Real Academia Española, define a la filatelia como: “Coleccionismo y estudio de sellos de correos por afición”3.
Coleccionar es un instinto humano básico y muy antiguo. Ya sea de estampillas o de cualquier otra cosa, una colección puede convertirse en una pasión de por vida, con todo lo que ello implica. La “llamada” del coleccionismo está sin duda muy ligada a aspectos de personalidad. El perfil del coleccionista es propio de personas organizadas, extremadamente ordenadas y cuidadosas, aunque no se puede hablar de un patrón estricto, pero si de una característica muy propia de los auténticos coleccionistas.
Si bien la filatelia concede libertad en el armado de la colección, el coleccionismo de sellos tiene una metodología que requiere técnica, disciplina y tiempo, al coleccionista le motiva la búsqueda y sabe esperar pacientemente esa pieza que anhela así fuera por muchos años. Tal constancia amolda el carácter.
En la experiencia personal de quien esto escribe, la filatelia es más que una mera afición o hobby: es una verdadera pasión que revela mucho más que lo que cada estampilla conmemora en sí misma. Y tal vez es mucho más que eso; el estudio de las estampillas, es la puerta de entrada a un mundo de realidades, mitos y leyendas. Un mundo que puede abordarse desde la historia o la ficción, lo abstracto o lo específico; un mundo que involucra tanto al individuo como a la colectividad en su relación con sus tradiciones o sus ideas de avanzada. Un mundo que reviste un interés particular precisamente por su capacidad de descubrir, de extraer del objeto coleccionado historias apasionantes que revelan el espíritu por preservar la memoria que da sentido a la efeméride.
Los sellos postales nos permiten viajar a cualquier país sin necesidad de pasaporte; de su mano podrá conocer al hombre y su entorno: la aldea, la populosa ciudad, el orbe; pisar su suelo, contemplar sus paisajes, su flora, su fauna; adentrarse en su historia, con sus luces y sombras; conocer su cultura, sus ritos, su música…
Como todo coleccionismo, la filatelia reconoce otro aspecto de su actividad, quizá más prosaico, que es su relevancia en el ámbito económico: todo coleccionismo promueve diversidad de negocios. La universalización de la filatelia ha ido conformando un movimiento comercial de importancia: negocios especializados, casas de subastas, fabricantes de insumos, editores de álbumes, eruditos catálogos y bibliografía especializada.
Podemos decir, a modo de cierre, que el presente trabajo no intenta ser un manual o compendio sobre filatelia, los sellos postales han sido, en todo caso, la guía para la creación del contenido, aunque también contenido en sí mismos. Los datos “técnicos” que acompañan a los sellos aquí incluidos y que se exhiben son mínimos, pudiendo el lector interesado recurrir a bibliografía especializada para ampliar información específica si tal fuera su interés.
Sello postal: Día del Filatelista Argentino
Sello conmemorativo del Día del Filatelista Argentino instituido el día 21 agosto, en homenaje a la impresión del primer sello postal argentino en el año 1953. Viñeta: reproducción de una “Cabecita” del año 1859; impresión offset en verde claro y azul. Leyenda: “DIA DEL FILATELISTA”. Valor: 1 Peso. Fecha de emisión: 21 de noviembre de 1959.
1 Cómo Coleccionar Sellos, José Repollés, Editorial Bruguera, 1980
2 Filatelia Afición sin Barreras, Alfredo M. Seiferheld, Mundo Filatélico, 1975. Stamp Collector’s Handbook, Samuel Grossman, Grossman Stamp Co. Inc., 1975