Читать книгу Régimen cambiario e inversión extranjera en Colombia - Carolina Acosta Ramos - Страница 21

CONCLUSIONES

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El fin mismo de internacionalización de la economía colombiana y la apertura económica hace necesario contar con un régimen cambiario flexible que permita el flujo de divisas y que facilite una mayor inversión extranjera en la economía colombiana, de allí la importancia de los principios y objetivos planteados en la ley marco de cambios, que han permitido establecer un régimen cambiario mixto, no del todo prohibitivo ni totalmente libre, garantizando así la estabilidad económica.

– La permanencia en el tiempo de la Ley 9.ª de 1991 demuestra que fue bien concebida por el legislador, y que ha cumplido su función de ley marco en el régimen cambiario, dado que sus principios han sido aplicables a lo largo de su vigencia, permitiendo la internacionalización de la economía, estimulando el comercio exterior de bienes y servicios y la libertad de actuación para los agentes económicos en esas transacciones, por lo cual Colombia es considerada un socio confiable en materia de inversión.

– Así mismo, frente a los problemas particulares que aquejan al país (lavado de activos, financiación del terrorismo, etc.), las directrices de la ley marco y la suficiente discrecionalidad otorgada al Banco de la República para regular la materia, han permitido adoptar mecanismos de control y supervisión adecuados, incluyendo controles a los movimientos de capital, sin obstaculizar el desarrollo de las transacciones corrientes con el exterior y la atracción de inversión extranjera.

– La flexibilización del régimen cambiario colombiano se ve reflejada en la canalización de las operaciones cambiarias como una de las formas de control con que cuentan las autoridades; por lo tanto, taxativamente se señalan aquellas operaciones de obligatoria canalización versus aquellas cuyos sujetos tienen la libertad de escoger voluntariamente si acuden al mercado cambiario en operaciones entendidas como de libre mercado.

– La obligación que impuso la Constitución Política al BR de coordinar las políticas y regulaciones cambiarias con las demás políticas macroeconómicas ha sido responsablemente desempeñada, y ha resultado esencial para que a la postre la economía colombiana sea considerada una de las más estables de la región, lo cual se ve reflejado en los indicadores de estabilidad económica de las distintas calificadoras de riesgo internacional (Standard & Poor’s, Moody’s and Fitch, y Doing Business del Banco Mundial).

– El control de los cambios internacionales constituye una manifestación de la soberanía estatal en materia económica; por lo tanto, nuevas formas que permitan la adquisición de bienes y servicios como las monedas virtuales o criptomonedas constituyen una expresión de desafío al poder soberano de los Estados modernos. Por supuesto, dadas las implicaciones políticas, económicas, fiscales y sociales que trae consigo, se debe hacer un juicioso seguimiento al desarrollo de este tema y, por supuesto, un atento monitoreo a las regulaciones internacionales que se expidan sobre la materia. Al respecto, la competencia para asegurar el cumplimiento de la normatividad cambiaria y su relación con otros ilícitos está bien distribuida entre las superintendencias Financiera, de Sociedades y la DIAN.

– Las modificaciones de la actualización y armonización del régimen de cambios introducidas recientemente con el Decreto 119 de 2017 se consideran acertadas, en particular frente al régimen de inversión, y la importancia de precisar incluso la definición de residencia para efectos cambiarios, con el fin de brindar mayor seguridad jurídica y certeza a los administrados.

– Debido al dinamismo propio del tema cambiario, la regulación será objeto de actualizaciones constantes que respondan a las nuevas tendencias y retos del mundo globalizado; en ese sentido las criptomonedas son un ejemplo específico de la necesidad de preservar la flexibilización y la coordinación institucional en la materia; asuntos como este, que aún están en proceso de desarrollo y que son tendencia global, a la postre significan nuevos retos para las autoridades regulatorias y de control; esto, sin dejar de lado las serias problemáticas que enfrenta Colombia, entre ellas, el contrabando, el lavado de activos y la financiación del terrorismo.

Régimen cambiario e inversión extranjera en Colombia

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