Читать книгу El libro de medicina oriental (Bicolor) - Clive Witham - Страница 15

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Capítulo 7

Los alimentos y las bebidas que consumimos

La mayoría de las personas saben que los alimentos se pueden dividir en distintas categorías según lo que contienen. Por ejemplo, los alimentos pueden contener varias combinaciones de proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas.

En caso de duda, un alimento se puede analizar científicamente con soluciones químicas simples para comprobar a qué categoría pertenece. Así es como sabemos, por ejemplo, que las patatas son hidratos de carbono, la carne son proteínas y el ácido fólico es una vitamina. Se han disgregado, analizado y clasificado con precisión.

Si tomamos cualquiera de estos alimentos, el cuerpo contendrá más de esa categoría que antes de la ingestión. Por ejemplo, después de comer un bistec, el cuerpo muy probablemente tendrá más proteínas y grasas que las que tenía antes de consumirlo.

Esta manera de considerar el cuerpo y los alimentos debe contemplarse en términos de sus constituyentes químicos. El cuerpo necesita proteínas, hidratos de carbono y grasas para generar su energía calórica. Es decir, a fin de mantener nuestras reservas de energía hay que consumir la cantidad adecuada de calorías todos los días. Nuevamente, ello se puede medir y cuantificar hasta el último gramo.

Sin embargo, en esta visión mecánica del cuerpo y la nutrición falta algo: la relación entre ambos es mucho más que las simples bases de la teoría nutricional. No hay sólo un test químico para estudiar cómo reacciona el cuerpo ante los alimentos y lo que consume. Durante el proceso digestivo, cuando la comida es transformada en energía, los distintos alimentos causan distintas reacciones en la estructura energética del cuerpo.

En un laboratorio, un hidrato de carbono es un hidrato de carbono, pero cuando ese hidrato de carbono llega al calor del estómago, junto con un cóctel de otros varios alimentos, hará algo en el cuerpo en el que se encuentra que puede no tener nada que ver con el hecho de que sea un hidrato de carbono. Puede generar calor o frío, acelerar procesos o frenarlos, o incluso reforzar o debilitar un órgano.

Los antiguos maestros orientales empezaron a categorizar los alimentos a partir de la llegada de éstos al estómago y no antes, desarrollando una teoría según la cual todos los alimentos se pueden clasificar según su temperatura y sabor, basándose en el efecto que los alimentos tienen en el cuerpo después de la digestión, y no en el sabor real o la temperatura a la que se toma el producto.

Conocer esta clasificación puede ser de gran ayuda para comprender cómo influye la comida en la perspectiva global de conservar la salud y el equilibrio del cuerpo. Por ejemplo, si a una persona el calor le sube a la cabeza, como suele ocurrir con las migrañas, los sofocos de la menopausia o la neuralgia del trigémino, tomar alimentos clasificados como calientes o cálidos, como el café o la carne grasa, puede exacerbarle fácilmente el problema.

En el otro extremo del espectro, alguien que se siente agotado, tiene frío y le duele la zona lumbar debe evitar comer demasiados alimentos de naturaleza fría, como ensaladas o frutas sin cocer.

Con sólo un ligero conocimiento de estas teorías, ya se pueden introducir cambios en los hábitos alimentarios para mantener la salud, e incluso se pueden lograr mejoras en enfermedades de larga duración.

A continuación se da una lista de alimentos y sus temperaturas. No es exhaustiva ni excluyente. A veces un alimento puede estar en más de una categoría al mismo tiempo; en el caso de ciertos productos, he simplificado asignándolos a una sola categoría. Inevitablemente, se darán diferencias puntuales entre esta lista y otras que existen, como las que clasifican los alimentos chinos, por lo que debe considerarse más como un conjunto de directrices que como normas.

Alimentos que enfrían el cuerpo

Alimentos de naturaleza fría

Estos alimentos enfrían el cuerpo dirigiendo la energía hacia el interior y hacia abajo. También ralentizan la digestión y el flujo del Qi y la sangre por el cuerpo. Un exceso de alimentos fríos puede debilitar la digestión y causar un aumento de peso. En cualquier persona con un yang débil o un trastorno por frío, un exceso de estos alimentos puede empeorar el problema de salud.

FRUTA: plátanos, arándanos, pomelo, caquis, limas, melones, mangos, tomates y sandías.

VERDURAS: brotes de soja, apio, pepinos, lechuga y algas.

HIERBAS Y ESPECIAS: sal.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: tofu, judías mungo y brotes de bambú.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: cangrejo, almejas y pulpos.

BEBIDAS: batidos de leche y bebidas a base de yogur.

OTROS: helado o polos, queso artesano, cremas para untar y yogur.

Alimentos de naturaleza fresca

Los alimentos frescos también tienen un efecto refrescante en el cuerpo, pero menor que el de los alimentos fríos, y también pueden ayudar a reforzar la sangre. Consumir demasiados alimentos frescos puede debilitar la digestión y el nivel de yang del cuerpo y también puede empeorar cualquier trastorno debido al frío.

FRUTA: manzanas, aguacates, grosellas negras, limones, peras, pasas, mandarinas, naranjas, fresas, kiwis y moras.

VERDURAS: alcachofas, berenjenas, brécol, coliflor, escarola, champiñones, rábanos, ruibarbo, espinacas y berros.

HIERBAS Y ESPECIAS: orégano, menta y también ortigas.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: almendras y soja en grano.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: ostras, cerdo, conejo, rana y caracoles.

BEBIDAS: cerveza, leche, leche de soja, té negro, té verde, manzanilla, té oolong e infusión de menta.

CEREALES: cebada, lentejas verdes, mijo, alforfón, trigo y salvado de trigo.

OTROS: queso (cuanto más duro, menos refrescante), aceite de sésamo, aceite de girasol, salsa de soja, tofu y sopa de miso.

Alimentos que calientan el cuerpo

Alimentos de naturaleza cálida

Los alimentos cálidos generan calidez en el cuerpo enviando el Qi hacia arriba y hacia la periferia, y también refuerzan el yang y el Qi. En personas con trastornos por calor o por tener un yin débil, un consumo excesivo de estos alimentos exacerba el calor.

FRUTA: cerezas, cocos, dátiles, granadas, melocotones, frambuesas, moras, tomates (cocidos), bayas del espino blanco y nectarinas.

VERDURAS: espárragos, cebollas, ajo, col rizada, puerros, chirivías, pimientos verdes, calabaza e hinojo.

HIERBAS Y ESPECIAS: albahaca, cardamomo, alcaravea, manzanilla, cebollinos, cilantro, jengibre fresco, perejil, salvia, cúrcuma, comino, clavo de especia, nuez moscada, orégano, tomillo y romero.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: almendras, guisantes de ojo negro, castañas, pipas, semillas de sésamo, nueces y piñones.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: pollo, pavo, carnero, jamón, venado, langosta, mejillones, anchoas, gambas, camarones, anguila y la mayoría de los pescados de agua dulce.

BEBIDAS: café, vino y leche de cabra.

CEREALES: avena, quínoa y arroz glutinoso.

OTROS: chocolate, cacao, yema de huevo, miso, azúcar moreno, vinagre, aceite de soja y mantequilla.

Alimentos de naturaleza caliente

Los alimentos calientes aceleran el yang del cuerpo y favorecen un movimiento ascendente del Qi. Cualquier persona con un trastorno por calor o con un yin débil debe tener mucho cuidado con estos alimentos, ya que es probable que aumenten el calor y agraven el problema.

HIERBAS Y ESPECIAS: pimienta blanca y negra, guindillas, pimienta de Cayena, canela, jengibre secado, Tabasco, mostaza y salsa de rábano picante.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: cordero, pescado ahumado y trucha.

BEBIDAS: whisky y bebidas alcohólicas fuertes.

OTROS: mantequilla de cacahuete.

Alimentos que no generan calor ni frío

Los alimentos neutros son los que no se inclinan claramente hacia el calor o hacia el frío. Tienden a reforzar el Qi y permiten su movimiento normal alrededor del cuerpo.

FRUTA: albaricoques, cerezas, higos, uvas, piña y ciruelas.

VERDURAS: judías verdes, remolacha, repollo, zanahorias, apio, maíz, aceitunas, guisantes, patatas, calabaza, nabos, coles de Bruselas y moniatos.

HIERBAS Y ESPECIAS: rosa mosqueta y cilantro.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: judías aduki, garbanzos, lentejas y alubias pintas.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: pescado blanco, carne vacuna, pato, pichón, salmón, caballa, sardinas y oreja de mar.

BEBIDAS: agua.

CEREALES: alforfón, pan, arroz y centeno.

OTROS: miel, aceite de oliva, aceite de cacahuete, pasas, azúcar blanco y huevos.

Temperaturas y tipos de cocción

La temperatura de los alimentos también puede estar muy influida por cómo se han cocinado. La fruta puede ser muy refrescante si se toma cruda, pero pierde esta cualidad si se cuece un poco antes de comerla. Los plátanos, por ejemplo, son menos refrescantes una vez horneados y si se comen con canela o con un poco de brandy. Lo mismo puede decirse de otros alimentos refrescantes como el té, que cambia si se le añade cardamomo o jengibre. En cambio, los alimentos fríos no pueden transformarse en calientes cocinándolos, sino sólo hacerlos menos frescos o menos fríos.

A continuación se indican los efectos de los alimentos en la capacidad de generar calor o frío cuando se someten a diferentes formas de cocción.

FRÍOS: los productos en zumo o crudos tienden a ser refrescantes.

NEUTROS: cocer en vapor o hervir son neutros, normalmente no tienen efecto en un sentido u otro.

CÁLIDOS: freír, guisar u hornear crean un calor suave.

CALIENTES: cocer en barbacoa o parrilla, asar y las frituras pueden dar mucho calor.

La lógica de esta información es simple, pero desafortunadamente son datos poco conocidos. Una persona que sufre migrañas, por ejemplo, que tiene la cara roja y la cabeza caliente, no debería hacer barbacoas. Del mismo modo, alguien que está débil y pálido probablemente no debería comer ensaladas crudas todos los días.

Los sabores de los alimentos

Además de en función del calor o el frío, los alimentos se pueden clasificar según su sabor. Y como cada sabor corresponde a un elemento y cada elemento se asocia a varios órganos, los alimentos se pueden asociar directamente con ciertos desequilibrios del cuerpo. Por lo tanto, elegir la combinación adecuada de alimentos puede ayudar a corregir un desequilibrio, y elegir la combinación incorrecta puede agravarlo.

A continuación se da una lista de sabores y sus alimentos correspondientes.

Amargo

El sabor amargo se considera que forma parte del elemento fuego. Ello significa que puede incidir directamente en los problemas de Corazón y de Intestino Delgado. El sabor amargo seca y refresca, y tiene el efecto de empujar el Qi hacia abajo en el cuerpo. Favorece la digestión, ayuda a bajar la fiebre y a evacuar, y puede contribuir a aliviar la congestión si se toma en cantidades pequeñas. Por el contrario, si se toma en gran cantidad habitualmente, seca demasiado la humedad y puede dañar el yin. También puede sobrecargar el sistema digestivo, causando una sensación de tener el estómago hinchado.

Los alimentos siguientes se consideran amargos:

FRUTA: piel de pomelo.

VERDURAS: espárragos, brécol, apio, lechuga, nabos, rábanos, berros y brotes de bambú.

CEREALES: lúpulo, avena y centeno.

HIERBAS Y ESPECIAS: achicoria, manzanilla, albahaca y perejil.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: brotes de alfalfa.

BEBIDAS: cerveza, té negro y café.

OTROS: vinagre.

Dulce

El sabor dulce forma parte del elemento tierra, y puede afectar directamente el Estómago y el Bazo. Es el sabor más común en una dieta estándar, y se puede encontrar en casi todos los alimentos de forma natural, independientemente de otros sabores que puedan tener. Por lo general, calienta levemente y favorece la digestión si se toma en cantidades pequeñas. También genera tejidos y líquidos (yin) y refuerza el Qi y la sangre.

Un exceso de alimentos dulces (normalmente en forma de productos azucarados procesados, como chocolate, galletas y pasteles) puede tener el efecto contrario y debilitar el Estómago y el Bazo. Si el Estómago y el Bazo están débiles, empiezan a pedir alimentos dulces, y éste es el sabor que los reforzará. Pero los alimentos dulces a base de azúcares concentrados incrementan este deseo aún más, con lo cual se crea un círculo vicioso. Cuantos más productos dulces concentrados se consumen, más se debilitan el Estómago y el Bazo, y cuanto más débiles están, más azúcar piden.

Los alimentos siguientes se consideran dulces:

FRUTA: manzanas, albaricoques, dátiles, higos, uvas, pomelos, mandarinas, naranjas, papayas, meloco-tones, peras, piñas, ciruelas, frambuesas, fresas y tomates.

VERDURAS: casi todas ellas, pero en particular remolacha, col, zanahorias, apio, cerezas, calabacines, maíz, pepinos, lechuga, champiñones pequeños, guisantes, patatas, calabazas boneteras, rábanos, espinacas y moniatos.

CEREALES: casi todos, pero en particular la cebada, trigo, avena, malta y arroz.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: judías aduki, almendras, castañas, garbanzos, alubias pintas, judías mungo, cacahuetes, nueces, pipas y piñones.

CARNE: la mayoría de las carnes, pero sobre todo la vacuna, pollo, cordero, cerdo y conejo.

BEBIDAS: leche y vino.

OTROS: aceite de oliva, queso, mantequilla, miel y azúcar.

Picante

El sabor picante se asocia al elemento metal y afecta directamente los Pulmones y el Intestino Grueso. Este sabor calienta levemente, favorece el movimiento del Qi y la sangre alrededor del cuerpo y ayuda a expulsar flemas, sobre todo de los Pulmones. Tomados en grandes cantidades, los alimentos picantes secan los Pulmones y el Estómago y debilitan el Qi y el yin. Ello puede causar flacidez muscular y falta de empuje o ánimo.

Los alimentos siguientes se consideran picantes:

VERDURAS: repollo, guindillas, ajos, puerros, nabos, cebollas, rábanos y berros.

HIERBAS Y ESPECIAS: pimienta negra, pimienta de Cayena, albahaca, clavo de especia, canela, comino, menta, romero, mejorana, nuez moscada y manzanilla.

OTROS: mostaza y rábano picante.

NOTA. El grado de acritud de un producto se puede reducir con la cocción.

Salado

El sabor salado se asocia al elemento agua y afecta directamente los Riñones y la Vejiga. Este sabor refresca y humedece el cuerpo, y a menudo puede tener un efecto desintoxicante. También actúa como diurético, hace descender el Qi y puede ablandar cualquier masa dura. Demasiados alimentos salados pueden aumentar la humedad, dañar el Qi y debilitar los huesos y la sangre.

Los alimentos siguientes se consideran salados:

VERDURAS: ajo, kelp y algas.

HIERBAS Y ESPECIAS: sal y perejil.

CEREALES: cebada y mijo.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: cangrejo, pato, jamón, langosta, mejillones, pulpo, ostras, cerdo, pichón y sardinas.

OTROS: miso, salsa de soja y encurtidos.

Ácido

El sabor ácido se asocia al elemento madera, y afecta directamente el Hígado y la Vesícula Biliar. Tiene un efecto de contracción o reducción, y controla la liberación de líquidos cerrando los poros, deteniendo la sudoración y constriñendo el sistema urinario para detener la micción. Por este motivo, los productos ácidos se recomiendan cuando se pierden fluidos corporales, como en caso de diarrea y sangrado. Un exceso de alimentos ácidos puede hacer que el cuerpo se contraiga demasiado y retenga demasiados líquidos. Ello puede ralentizar el sistema digestivo, dañar el yin y debilitar los tendones.

Los alimentos siguientes se consideran ácidos:

FRUTA: manzanas, albaricoques, moras, grosellas negras, grosellas rojas, uvas, pomelos, bayas del espino blanco, limones, limas, lichis, mandarinas, mangos, melocotones, peras, piñas, ciruelas, granadas, frambuesas, ciruelas agrias, fresas, tangerinas y tomates.

VERDURAS: verduras de hoja ancha, aceitunas y chucrut.

LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: judías aduki.

CARNE, PESCADO Y MARISCO: trucha.

BEBIDAS: té verde y vino.

OTROS: vinagre, encurtidos, yogur y crema de queso.

Adaptar la dieta

En relación con el cuerpo, el conocimiento es poder, si bien es cierto que demasiados conocimientos pueden a veces confundirnos. Por lo tanto, es importante no perder de vista las clasificaciones según la temperatura y el sabor. Son una guía para efectuar cambios en la dieta que mejoran la salud. En ningún caso están diseñadas como listas de recetas restrictivas.

Si después de leer este libro, es evidente para usted que sufre un desequilibrio interior entre el calor y el frío, estas listas le pueden ser útiles para identificar productos de la dieta que pueden acentuar su problema. En este caso, puede reducir o suprimir algunos de estos alimentos y, mediante el método de ensayo y error, adaptar su dieta correctamente.

Del mismo modo, si observa un desequilibrio evidente en los órganos, puede incorporar o suprimir un producto o un sabor en particular para ajustar su dieta. Nunca es demasiado tarde para cambiar, según algunos expertos. Incluso las personas de más de 65 años que adoptan una dieta con un alto contenido en frutas y verduras (acompañada de ejercicio regular) pueden ver reducidas sus probabilidades de sufrir enfermedades crónicas como hipertensión, cáncer u osteoporosis.2

Un principio importante que recordar es que un exceso de cualquier producto, por muy bueno que sea, a usted le puede resultar perjudicial. Sea escéptico en cuanto a las propiedades «probióticas» de los yogures, que según la publicidad mejoran la digestión, o sobre los cereales que protegen el corazón. Dichas afirmaciones pueden tener algo de verdad si se toman en el contexto de un estilo de vida sano con una práctica regular de ejercicio y una dieta adecuada, pero por sí solas, y vistas en términos de la relación entre un Estómago débil y la humedad, pueden causar más daños que beneficios.

El libro de medicina oriental (Bicolor)

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