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Hacerse grande
ОглавлениеCuando trabajo con pateadores de rugby sobre alguna cuestión técnica y el pateador se va sintiendo cada vez más estresado y frustrado mientras lucha por que el kick le salga bien, suelo pedirle al jugador que se “haga grande” con su cuerpo y que luego intente patear de nuevo. Esto le permite al jugador reorganizarse y ejecutar la próxima patada en forma mucho más lenta y deliberada. Por lo general hay una consecuente mejora en la precisión y el control del tiro.
Concentrarse en “hacerse grande” nos permite un momento para apreciar lo que hacemos físicamente. En una situación de presión, cuando el impulso natural, por lo general inconsciente, del cuerpo, es achicarse, encorvarse y ponerse más tenso, como en el tráfico de la hora pico que mencionamos arriba, “hacerse grande” de manera consciente nos permite elongar el cuerpo y contrarrestar estos inhibidores físicos.
Como ya dijimos, la técnica de Cristiano Ronaldo como pateador en forma de J le provee una estabilidad que le permite disparar de ese modo tan efectivo que le conocemos. Su postura erguida es, de por sí, una posición física más poderosa. Pero las ventajas de una postura de mando no son solo físicas; adoptarla conlleva también enormes beneficios mentales.
Los comentaristas deportivos se refieren con frecuencia al lenguaje corporal –“tienen la cabeza caída”– para demostrar el vínculo entre estar mentalmente rendido o entregado y lenguaje corporal. Esto se nota con más claridad cuando pareciera haber pocas chances de ganar. Pero es una calle de dos vías: así como la mentalidad de un equipo o competidor que pierde puede influir sobre el lenguaje corporal, lo inverso también es cierto. Trabajar sobre la postura puede tener un efecto notable cuando nos preparamos para rendir bajo presión.
He visto con frecuencia a Kevin Shine pedirles a los lanzadores de la selección de cricket de Inglaterra que se “agranden tanto como puedan” durante el lanzamiento para tratar de dominar mentalmente al bateador. De hecho, el bateador y el lanzador siempre compiten por controlar el intercambio y el lenguaje corporal juega un papel importante en esto. Cuando cada jugador busca una rendija en la armadura del otro, suele ser el lenguaje corporal el que los traiciona, en especial cuando la ejecución de un tiro no se corresponde con su intención, lo cual revela que no están al mando de la situación.
Bajo presión, muchos deportistas de toda clase de disciplinas organizan conscientemente la postura como parte de su rutina. Si observamos al tenista Rafa Nadal antes de sacar o de recibir, practica una larga rutina antes de estar física y mentalmente listo para jugar. Jonathan Trott, el ya retirado bateador de cricket de Inglaterra, también tenía una rutina bastante marcada, pero todos los jugadores practican una secuencia de preparación. Es particularmente notable en el golf, donde los jugadores organizan deliberadamente su postura y posición corporal antes de cada golpe –espalda derecha, cuello extendido.