Читать книгу Alimentación, la tercera medicina - Dr. Jean Seignalet - Страница 14
3. Las aplicaciones prácticas
ОглавлениеSiempre que, a mi entender, una enfermedad pueda beneficiarse de la dietética, he buscado voluntarios que quisieran probar mi método. Son numerosos los pacientes que sufren enfermedades que se han mostrado resistentes, en parte o totalmente, a los tratamientos ya aplicados.
Convoco a estas personas a una consulta inicial en la que confirmo el diagnóstico y establezco un balance clínico y biológico. Cuando el enfermo toma medicamentos, se dan dos casos:
• O bien se trata de medicación administrada desde hace tiempo sin que produzca efectos beneficiosos, en cuyo caso la suprimo.
• O bien se trata de medicamentos antiguos que tienen una eficacia parcial, o de medicamentos recientes que pueden ser eficaces, y los mantengo.
Desde esta primera entrevista, considero esencial exponer de manera detallada mi opinión sobre el mecanismo de la afección y que el paciente comprenda por qué un cambio nutricional puede transformar profundamente la situación. Un régimen alimenticio no debe ser adoptado como una religión. No pido al paciente una fe ciega, sino un esfuerzo intelectual con el fin de que pueda captar claramente los motivos de este nuevo tratamiento.
A pesar de estas precauciones, al cabo de unos días o de algunas semanas, el 50% de los pacientes abandona la dietética. El 50% restante persevera, debido a una voluntad más fuerte o bien a una mejor comprensión del mensaje.
Se realizan controles cada tres meses, durante el primer año. Cuando se comprueba un beneficio evidente, conviene que el paciente deje la medicación o el régimen para determinar cuál de los dos factores es la causa de la mejora. En ciertos casos, los dos elementos han aportado su contribución y vale la pena seguir empleándolos conjuntamente.
Al final del primer año, efectúo un nuevo balance clínico y biológico y lo comparo con el primero:
• En caso de fracaso, el régimen ancestral se suspende, aunque algunos voluntarios que han querido continuar hayan obtenido, a veces, un efecto favorable tardío.
• En caso de éxito, el paciente debe seguir el régimen ancestral durante toda la vida, si no quiere correr el riesgo de una recaída.