Читать книгу Un Helado Para Henry - Emanuele Cerquiglini - Страница 23
CAPÃTULO 12
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Por la Bay Ave de Toms River, en Nueva Jersey, el lÃmite de velocidad es de treinta y cinco millas, pero esto le daba igual al hermano mayor de Joanna: Zibi. Ãl era el que más rápido conducÃa y se manejaba al volante, o, al menos, es lo que decÃa su hermana.
Ese dÃa, mientras Henry volvÃa del colegio a pie por la Bay Ave, vio pasar en el coche a Zibi y a su hermana. El pelo dorado de Joanna se agitaba por el viento, que entraba fortÃsimo por la ventanilla abierta del lado del copiloto de una Ford Capri negra -3.000 cc del â73.
El coche frenó bruscamente, unos diez metros después de haber pasado a Henry, que estaba caminando por la acera, rodeada por el tÃpico césped inglés.